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miércoles, 24 de abril de 2024 19:25h.

Una Comisión de la Verdad para Canarias (1 y 2) - por Antonio Cabrera de León

 

FRASE CABRERA DE LEÓN

Una Comisión de la Verdad para Canarias (2, 23 de octubre 2019) - por Antonio Cabrera de León

Hasta que lleguen las elecciones, los lobos y sus lacayos nos bombardean desde sus medios de sofronización con mayor intensidad de la habitual. Se trata de que hablemos de Cataluña, de la sentencia, de los presos políticos, de la momia que vuela, y de casi cualquier cosa que no sea la realidad social que vivimos. Nos pastorean con sus mensajes y acabaremos votando por razones ajenas al bienestar de nuestra familia, sin preguntarnos qué políticas pueden mejorar nuestra situación como rebaño y quién las propone.

Hasta que lleguen las elecciones y también después de ellas la realidad de 800.000 canarios es la pobreza. Si un 40% de los canarios son pobres ¿Lo son al menos un tercio de los diputados que nos representan? ¿No hay diputados pobres? ¿Quién representa políticamente a los pobres? ¿Tienen que ser diputados de clase media o alta los que hablen en su nombre?

Comentaba en un escrito anterior que para 200.000 de esos 800.000 canarios, la pobreza es extrema; es decir, no sufren una pobreza que impida llegar a fin de mes o tener vacaciones, sino una que te impide tener seguridad de comer o dar de comer a tus hijos cada día. Una pobreza que no te permite tener garantizada una ducha diaria o un cepillado de dientes. Una pobreza, además, que la mayoría de estos canarios vivieron desde niños porque la heredaron de sus padres y de sus abuelos. Una pobreza que se hereda generación tras generación desde hace siglos. Puede comprobarse que es también una pobreza que se acumula en canarios con un alto componente de ascendencia aborigen. Háblales de ascensor social.

Estos 200.000 canarios que sufren pobreza extrema ¿Están inhabilitados para ser diputados? No digo yo que haya que ser pobre para defender políticas que ayuden a salir de la pobreza, pero pienso que a menos que se les escuche directamente, a menos que se pierda el miedo a hablar con los pobres y a preguntarles lo que piensan, se incurre de buena fe en el despotismo ilustrado, se cae en el “todo para los pobres pero sin los pobres”.

Por eso insisto en que hace falta una comisión de la verdad sobre la pobreza en Canarias. Una comisión que incluya a los partidos políticos pero cuyas conclusiones no dependan de cuántos diputados tiene cada uno. Una comisión de la que formen parte personas que sufren la pobreza junto a otras que han dedicado su vida a mejorar la de los pobres. Si de verdad queremos plantearnos nuestro principal problema como sociedad, si queremos dejar de gobernar en favor de los más ricos y en contra de los más pobres, la comisión de la verdad acabará emitiendo sus conclusiones sobre las razones del drama.

Continuar repitiendo las mismas políticas que en 40 años de democracia no han sacado de la pobreza al 40% de la población, es garantía de que todo seguirá igual. Igual para los pobres e igual para los ricos. Que no olvido que hay otros 800.000 canarios que viven bien. Dime después que no hay lucha de clases y que estamos en el fin de la historia. Dime después que no entiendes por qué se subleva la gente y surgen explosiones de violencia

Una Comisión de la Verdad para Canarias (1, 2 de junio 2019)

Superado el ciclo electoral, los medios que sofronizan al ganado, los que nos pastorean para que distraigamos la mirada en lo que les conviene, llevan días mareándonos con especulaciones sobre la composición de los gobiernos de aquí y de allá. Bien estaría que los artículos de opinión hablaran de ello, pero es espectacular ver que periódicos y telediarios crean noticias que no existen sobre gobiernos que tampoco existen.

Mientras nos entretienen con esas y otras invenciones, la realidad de 800.000 canarios es la pobreza. Para una parte de ellos la pobreza es extrema. Concretamente, para 250.000 canarios no es una pobreza que impida llegar a fin de mes o no tener vacaciones, sino una que te impide tener seguridad de comer o dar de comer a tus hijos cada día. Una pobreza que no te permite tener garantizada una ducha diaria o un cepillado de dientes. Una pobreza, además, que la mayoría de estos canarios vivieron desde niños porque la heredaron de sus padres y de sus abuelos. Háblales de ascensor social. Una pobreza que se hereda generación tras generación desde hace siglos. Puede comprobarse, cuando se quiera, que es también una pobreza que principalmente se acumula en canarios con un alto componente de ascendencia aborigen.

Esa es la realidad de una sociedad que sestea y mira el problema de reojo porque hay otro 1.400.000 habitantes que no sufren esa pobreza. Pero la gran mayoría de éstos no sólo no vive en la opulencia, sino que conocieron algún grado de pobreza a lo largo de sus vidas. Algunos cogimos el ascensor social durante la transición de la dictadura a la democracia porque los lobos aflojaron el lazo mientras recomponían el sistema para seguir ordeñándonos. Otros pudieron subirse al mismo durante los años de la especulación de terrenos, construcción y turismo, antes de que estallara la burbuja. Pero el 40% de nuestra población sigue sufriendo la pobreza, muchos con una intensidad dramática.

Ahora que tenemos un Parlamento nuevecito, uno en el que supuestamente hay mayoría progresista (¿Tú qué sos, Casimiro?), creo que es el momento de plantearlo. De exigirlo, suplicarlo o como quieran. Pido una COMISIÓN DE LA VERDAD SOBRE LA POBREZA EN CANARIAS. Una comisión con luz y taquígrafos cada día. Una comisión que no esté controlada por los partidos políticos, aunque no los excluya. Una comisión de la que formen parte quienes sufren la pobreza junto a quienes han dedicado su esfuerzo a mejorar la vida de los pobres. Una comisión que, al modo en que otras comisiones de la verdad sobre temas sangrantes han funcionado en muchos países, llame a declarar a expertos, políticos, empresarios, sindicalistas, trabajadores que no pueden salir de la pobreza porque les pagan salarios de hambre, médicos, maestros, activistas sociales y cualquier persona que consideren que debe ser consultada.

Si de verdad queremos plantearnos nuestro principal problema como sociedad, si queremos dejar de gobernar en favor de los más ricos y en contra de los más pobres, la comisión de la verdad acabará emitiendo sus conclusiones sobre las razones del drama. Habrá de discutirse el REF y todos los instrumentos que con él se han creado a favor de una economía que aumenta las desigualdades y, por tanto, la pobreza. La RIC, que sólo sirve para que no paguen impuestos quienes deben hacerlo. El REA, que nos trae papas y frutas de cualquier sitio para arruinar a nuestros agricultores. La ZEC... y la madre que los parió. O lo revisamos todo, o cada vez que alguien estudie la diabetes, la obesidad, los infartos, las diálisis, las amputaciones y las muertes,estaremos en primer puesto. Medalla de oro en sufrimiento y en pobreza.

 

* Tomado del muro de FACEBOOK de Antonio Cabrera de León

ANTONIO CABRERA DE LEÓN RESEÑA

 

 

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