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jueves, 25 de abril de 2024 03:32h.

Construyendo la convergencia. La izquierda existe


Artículo colectivo elaborado por la Comisión Promotora de Construyendo LA IZQUIERDA (Antonio Criado Barbero, Armando Fernández Steinko, Carlos Martínez García, Esperanza Acosta, Francí Xavier Muñoz, Javier Caso Iglesias, Judith Santano Merchán, Manolo Monereo Pérez, Núria Domene, Pedro González de Molina, Rafael Sainz Álvarez)
Construyendo la convergencia. La izquierda existe
Artículo colectivo elaborado por la Comisión Promotora de Construyendo LA IZQUIERDA (Antonio Criado Barbero, Armando Fernández Steinko, Carlos Martínez García, Esperanza Acosta, Francí Xavier Muñoz, Javier Caso Iglesias, Judith Santano Merchán, Manolo Monereo Pérez, Núria Domene, Pedro González de Molina, Rafael Sainz Álvarez)
 
 
Nostras y nosotros, las personas nucleadas en torno a Construyendo LA IZQUIERDA, pensamos que la ciudadanía del estado español, que está siendo gravemente atacada por la aplicación de políticas neoliberales al objeto de solucionar a su costa la crisis capitalismo, tiene perfecto derecho a conocer quiénes son los responsables de sus padecimientos y el por qué, este sistema les convierte en victimas.
 
Las personas tienen que saber de donde parten sus males. Por qué están paradas o parados. Por qué les rebajan las pensiones y cuál es el origen de las doctrinas e ideas cuya ejecución está  causando tanto sufrimiento y ruina a las clases populares, trabajadoras y autónomos y empresarios familiares.
 
El pueblo tiene derecho a identificar a que ideología, a que ideas, a que familias políticas pertenecen las gentes, que los explotan, utilizan, les cobran hipotecas hinchadas y prestamos de usura, para luego enviarles al paro o desahuciarlos.
 
Las clases populares deben saber que las ideas neoliberales, es decir el liberalismo llevado a sus últimas consecuencias inspira todas estas políticas. Estas ideas defienden que el estado debe ser reducido a la mínima expresión  poniendo en peligro la sanidad, la educación, las pensiones, las prestaciones de desempleo y muchos servicios públicos. Pero además incrementa el paro y destruye empleo de calidad como es el público. Desde los años ochenta del siglo XX, los conservadores, así como otras familias derechistas y las grandes empresas multinacionales de producción y servicios, están imponiendo una dominación económica y cultural tendente a eliminar el estado del bienestar.
 
Los ideólogos neoliberales, los políticos neoliberales y los centros de opinión y poder derechistas, ultra-liberales y ultra-conservadores, están imponiendo paulatinamente un modelo económico desregulado y opaco. Pero este sistema neoliberal, no solo se ha impuesto gracias a ideologías conservadoras, sino que ha contado con la colaboración necesaria de sectores que fueron progresistas y una socialdemocracia oficial, que comenzó aceptando la llamada “tercera vía”, para acabar siendo también neoliberal. Cúpulas de partidos que afirmaban ser de progreso, han aceptado las tesis liberales, acabando con las ideas transformadoras y de igualdad de la izquierda. Renunciaron a las propuestas e ideales del Movimiento Obrero y han acabado aceptando las indicaciones y “sugerencias” de grandes banqueros y gestores de fondos financieros.
 
A la izquierda clásica, le costó darse cuenta de que surgía un nuevo capitalismo financiero y que el fordismo y el capitalismo clásico había muerto en Occidente. Acabando de paso con la cultura obrera, solidaria y combativa. Una nueva cultura neoliberal y consumista ha colonizado nuestras mentes y roto la solidaridad y las utopías.
 
Por eso, con el surgimiento de los nuevos movimientos sociales, se ha puesto el dedo en la llaga y situado al capitalismo financiero en su lugar de nuevo dominio mundial. Este capitalismo, está poniendo en peligro nuestra vida digna y  nuestro derecho a el reparto justo de la riqueza. El triunfo de los mercados financieros sobre todo y todos, ha supuesto el inicio y gestación de esta crisis, en la que mientras ellos –los de arriba- hacen negocio a nuestra costa, nosotras y nosotros sufrimos y pagamos.
 
Pero la izquierda, que gracias a las luchas y sacrificios del movimiento obrero, consiguió una mejora innegable de las condiciones de vida de las personas. La independencia nacional y social de muchos pueblos del mundo y el estado democrático y social. La izquierda y el movimiento obrero que mediante revoluciones triunfantes, fracasos, alianzas y luchas desde los centros de trabajo y los gobiernos, logró en Europa en los años cincuenta, sesenta y setenta del siglo pasado, sanidad, educación, prestaciones, transportes y medios públicos universales, no puede ahora permanecer impasible ante tanta destrucción de lo conseguido.
 
Aquellos partidos obreros y socialdemócratas del centro-norte de Europa y los comunistas italianos y franceses, que articularon un pueblo de izquierdas digno y orgulloso de serlo, no pueden, no podemos consentir ahora el triunfo de la cultura neoliberal y que este triunfo se materialice renunciando a las ideas que consiguieron grandes avances sociales. Tampoco a que se consientan traiciones y chaqueteos en nombre de nobles palabras como el socialismo.
 
En España en condiciones todavía más duras y en plena dictadura franquista, conseguimos conquistas que ahora se están dilapidando.
 
Ante todo esto, desde Construyendo LA IZQUIERDA, proponemos, el no renunciar a nuestras propuestas renovadas ya, al objeto de enfrentarnos al neoliberalismo, que es el nombre de la doctrina política que sustenta el capitalismo actual. Defender la democracia y recuperar la soberanía popular y la soberanía de los pueblos de Europa y del Estado Español, sojuzgado bajo la dictadura de los mercados.
 
Llamamos a que todas las propuestas tendentes a buscar la unidad de los de abajo, de las clases populares y recuperar la democracia y la primacía de la política frente al economicismo liberal y socio-liberal, el conservadurismo y la derecha política y económica.
 
En estos momentos de emergencia social exigen una mayor implicación, también de los sindicatos, en especial los mayoritarios, pues lo que está en juego es mucho. En el pasado la conjunción entre organizaciones políticas y sindicales fue decisiva para construir un sistema verdaderamente democrático y justo, como fue la II República o la lucha antifranquista.
 
Es imprescindible que las mujeres y los hombres que creemos en otro mundo posible, en la justicia social y el reparto, en la igualdad y en el socialismo, valores todos ellos democráticos, nos unamos, nos juntemos, nos aliemos. Por eso vemos con simpatía las diversas plataformas unitarias o llamamientos que están surgiendo, a partir del que hicieron las Mesas Ciudadanas de Convergencia y Acción, tras el que llegó ese importante y amplísimo movimiento de regeneración democrática que es el 15M y las actúales convocatorias ya hechas o en marcha.
 
No es momento para fomentar las divisiones sempiternas de la izquierda, ni para "camuflar" las propuestas de izquierdas en programas "de los de abajo contra los de arriba", no es momento de travestir para "ganar" unas elecciones confundiendo a los ciudadanos y reconociendo la derrota de la izquierda frente al pensamiento único (neoliberal), no podemos continuar divididos en "reinos de Taifas", para volver a ser derrotados una vez más. Es tiempo de  unidad y de honestidad, es tiempo de compromiso, de lucha en la calle, de generosidad, es tiempo de establecer alianzas amplias, de limar las diferencias y converger en un programa común, antineoliberal, donde lo humano sea lo primero por encima de la economía, y en un Frente de izquierdas común.  Es tiempo de recuperar la política con mayúsculas, es tiempo de lucha o logramos ir unidos o la crisis se resolverá en contra de la mayoría de la población.
 
Nosotras y nosotros desde Construyendo LAIZQUIERDA, que no renunciamos a la igualdad y a la democracia económica, entendiendo que no hay democracia sin justicia y sin reparto, creemos que las izquierdas, debemos abrirnos, expandirnos, fundarnos e ir a la construcción de un Frente Amplio Antineoliberal, una “SYRIZA en el Estado Español” que haga confluir en una fuerza electoral, renovada y potente, participativa, asamblearia e igualitaria, la alianza de las fuerzas políticas, socialistas, ecosocialistas, nacionalistas de izquierdas, comunistas y de clase, pero también democráticas y cívicas en una UNIÓN, que permita enfrentarnos con éxito a estafa neoliberal llamada crisis, que es su negocio, su excusa para enriquecerse aún más y de paso acabar con nuestros derechos. En suma convertirnos en mano de obra barata, precaria y semi-esclava.