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martes, 23 de abril de 2024 10:22h.

Se queda corto el Diccionario cuando define la voz contenedor

Contenidos, contenedores y miserias humanas - por Nicolás Guerra Aguiar

 

FRASE NICOLÁS GUERRA

 

desechos

Contenidos, contenedores y miserias humanas - por Nicolás Guerra Aguiar *

contenedor basuraSe queda corto el Diccionario cuando define la voz contenedor. Así, dice: ‘Recipiente amplio para depositar residuos diversos’. Pero hete aquí que el mismo compendio del vocabulario concreta para la palabra residuo tres significados: 1. ‘Parte o porción que queda de un todo. 2. Aquello que resulta de la descomposición o destrucción de algo. 3. Material que queda como inservible después de haber realizado un trabajo u operación’. 

camión basura  Los  empleados del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento salvaron días atrás (Canarias7) la vida de un noctámbulo vagabundo cuando lograron sacarlo del camión de la basura (dos horas y media después de la medianoche) tras haber vaciado en su interior un contenedor callejero, paraguas y parafrío de quien lo okupaba, un joven aterido, enchumbado esclavo de angustias y desesperanzas, a punto de ser pulverizado y devorado por la trituradora del camión, ajena a padecimientos humanos.

   Por tanto, como nuestra lengua es ilustrada, sapientísima y milenaria podemos crear desde la lógica argumental un silogismo. Primera proposición: el concreto camión de la noticia tritura residuos. Segunda: los desperdicios se depositan en el contenedor. Por tanto, deducción - conclusión: el joven recogido en su interior es residuo, desperdicio, basura acumulada, material inservible. (Y quizás acierte este deshumanizado razonamiento: en una cafetería -el buchito activador- tres personas soltaban carcajadas mientras recreaban la sorpresa -tragedia y terrible impacto psicológico- del protagonista.  Risas, aspavientos, ridículas caras de fingido pánico. Miseria humana colectiva.) 

  Consecuentemente, podemos sugerirle a la RAE la inclusión de un cuarto significado al término “contenedor”: ‘Refugio improvisado contra heladas y ventarrones. Puede aprovecharse, además, para serenas y calladas meditaciones juveniles sobre la brevedad de la vida y, por tanto, cómo debe aprovecharse la lozanía’, segunda parte de la definición propuesta relacionada con el Collige virgo, rosas dum flos novus, (romano Ausonio), “Niña, arranca las rosas, no esperes a mañana” (Luis Alberto de Cuenca) o “En tanto que de rosa y azucena” (Garcilaso de la Vega). (O algo así, tampoco seamos rigurosos. Quizás algunos prefieran recitar a Calderón: “¡Ay, mísero de mí, ay, infelice!”.) 

collige virgoluis alberto de cuencaen tanto que de rosa y azucenaay mísero de mí

  Si preguntan sobre el lugar de los hechos, no hay imprecisión alguna: calle León y Castillo, cerca de la Base Naval, Las Palmas capitalina, ciudad gobernada por un tripartido, acaso tridente: PSOE, Nueva Canarias, Podemos. La izquierda en estado puro, la gauche divine, “los jipiprogres”, así llamados por La Razón -enero 2020- para referirse a jóvenes intelectuales catalanes “hijos progres de las fuerzas vivas del franquismo, dueños de una situación económica y social privilegiada”. 

   La misma izquierda gobernante (por cierto) que permite el cierre nocturno de los jardines del hotel Santa Catalina… pero solo por la entrada lindante con León y Castillo. Así no pernoctarán vagabundos, pues para ellos hay contenedores gratuitos. (Tampoco formarían parte, estéticamente, del entorno, bien es cierto. Un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio.)    

  Más: si comparamos con el anterior en barrios capitalinos no hay, precisamente, vergeles donde contenta Acorán sus laureles. Ni las aceras brillan ni  los matos con apariencias de árboles se recrean entre excrecencias caninas (cagadas y meadas perrunas), a fin de cuentas no están en su ambiente (barrancos,  barranquillos, narranqueras…). La ciudad es demasiado sofisticada para ellos; así lucen en Doreste Silva, por ejemplo, o muestran su ocaso en las hojas encanecidas por parásitos que ayudan a la deformación estética de León y Castillo…, acaso cohibidas ante la esplendidez de los jardines mencionados, los que cierran por la noche desde la acera.  

  Sí, estimado lector: el joven ingresado en un contenedor - dormitorio salvó la vida gracias a la inmediata reacción del chófer, quien vio algo extraño por el espejo retrovisor e inmediatamente paró la máquina. El joven aspirante a durmiente salió herido en ambas piernas -el muy sanaca no había hecho los diplomables cursillos salvavidas para tales situaciones- y mentalmente destrozado. 

basura

  (¿Se puede dormir, me pregunto, conciliar el sueño placentero, visionar  amores humanos navideños en la sombría oscuridad de un contenedor sin cairascoperiscopio tan siquiera y donde es imposible estirar las piernas, olfatear las suaves sensaciones de las rosas o escuchar las varias músicas que “hinchen [de henchir] el aire los pintados pájaros” con sus suaves cantos, a la manera de Cairasco? Temo que no, ni tan siquiera en un municipio gobernado por la izquierda en estado puro… Al menos, eso dícese. Y algunos creen.)

    Y como los contenedores para pernoctaciones gratuitas no están correctamente señalizados (eso sí: protegen de lluvias, ventiscas y vendavales, bajas temperaturas…) pasa lo que pasa. ¿Y qué pasa? Pues… lo civilizado: la ciudadanía, responsable y consciente, preocupada por el bienestar físico de los contenidos humanos alojados en los contenedores deja bolsas, televisores, microondas, camisetas, restos de comida y angelicales muñecas infantiles al pie de los mismos, europeizada manera de protestar por ilegales okupaciones, ¡nos invaden, hace falta mano dura, el Ejército debe vigilar a irregulares e incivilizados como hizo con el manicomio y los ciegos allí albergados a lo largo y ancho de Ensayo sobre la ceguera, nobelísima novela de José Saramago!   

   Pero este joven contenido debió de protegerse muy bien bajo las bolsas de basura algunas de las cuales, a la vez, se convierten en impactantes despensas supermercadas: ofrecen al inquilino variadas cartas, suculentos platos, exquisiteces comestibles añejadas por el paso de los días en neveras y congeladores. Desde el yogur 100% desnatado con sabores y bañado por pátinas y barnices de chocolates laminados procedentes de la tarta cumpleañil de anteayer hasta servilletas y pañuelos de papel para las correspondientes limpiezas de labios, frente, mejillas, lágrimas…, seguramente manchados o marchitados por cáscaras de huevos o naranjas, Naturaleza muerta. (Y se cumplió la ley física: toda condición humana sumergida en la mierda experimenta un empuje hacia abajo equivalente al peso de la misma.)

   (Ironías de la vida: mientras el joven ciudadano sale del hospital, centenares de políticos se desplazan a Madrid  -hoteles, aviones, trenes, taxis, dietas- para celebrar el 42 aniversario de la Constitución. La misma cuyo artículo 10.1. reconoce la dignidad de la persona.)

 

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Nicolás Guerra Aguiar

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