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viernes, 29 de marzo de 2024 08:39h.

¿Y después del 8 de marzo, qué hacemos? - por María Jesús Fernández

 

F MARICHU

¿Y después del 8 de marzo, qué hacemos? - por María Jesús Fernández, coordinadora del Partido Feminista de España en Canarias, miembra de la Comisión Política del PFE

 

Siguiendo los artículos de Lidia Falcón, año tras año, quiero escribir del 8 de marzo, fecha por la cual se conmemora el Día Internacional de la Mujer, proclamada por la ONU en 1975. Este 2022, como cada año, salimos con nuestras pancartas y nuestros slogans sin que al transcurrir del tiempo veamos avances reales en las peticiones que hacemos las feministas. Y es entonces cuando me pregunto si por manifestarnos miles de personas todos los años, al día siguiente hay más feministas dispuestas a trabajar en el día a día por el Feminismo, o simplemente esperamos el próximo 8 de marzo del año siguiente para volvernos a encontrar en las calles. Yo me pregunto, ¿en qué se traduce la gran movilización de mujeres a partir del día nueve de marzo? Y me hago esa pregunta porque observo que no se producen mejoras en la vida de las mujeres, que están estancadas muchas de nuestras vindicaciones. 

    Después de las grandes manifestaciones del 8 de marzo, los medios de comunicación suelen hablar de triunfo del Movimiento Feminista, pero siento decir que no es verdad. Este año se ha introducido un elemento nuevo en las manifestaciones al que los medios de comunicación han dado especial relevancia: “La división del Feminismo”. Un hecho que no es verdad, que además de ser tratado de forma simplista, el hecho de que existan muchas asociaciones y plataformas a favor o en contra de las Leyes Trans, o a favor o en contra de la Ley por la Abolición de la Prostitución, no significa que el Movimiento Feminista esté dividido, sino que clarifica quienes estamos por la defensa y dignidad de las mujeres y quienes usan el Feminismo como un slogan, desvirtuando tan noble concepto y la lucha que nuestras antecesoras feminista mantuvieron; lucha que costó prisión, en algunos casos, y muertes en otros muchos. No debemos olvidar las grandes huelgas de las trabajadoras y el incendio, del 8 de marzo de 1909 en la fábrica textil Cotton, de Nueva York, en el que murieron calcinadas 129 mujeres que pedían salarios dignos y jornadas laborales de 10 horas. 

    En estos tiempos de tanta confusión, hay que decir, alto y claro, que las feministas luchamos contra las legislaciones que perjudican a las mujeres, que estamos en contra de las mal llamada Ley-Tran que pretenden imponernos. Y que estamos en contra porque nos perjudica a las mujeres y a la infancia. Me pregunto si a partir del 9 de marzo las diferentes Instituciones políticas tendrán en cuenta las exigencias fundamentales del MF. ¿Acaso se modificará el anodino Pacto de Estado contra la Violencia Machista hacia las mujeres? “Los partidos políticos deben legislar una nueva Ley que garantice la prevención y el castigo de los maltratadores”, (palabras de Lidia Falcón, en su libro Recopilación de artículos 2018).

    ¿Acaso las Leyes que exigen la igualdad de salarios se cumplirán, de una vez por todas? Las diferencias salariales que penalizan a las mujeres deberían ser investigadas por la Inspección de Trabajo, tan indiferente hasta ahora. Existen muchos motivos por los que el MF salimos a la calle, cada 8 de marzo. Es una exigencia que consigamos avances importantes.

    En honor a la verdad, la llamada unidad del Movimiento Feminista, que determinados medios de comunicación han querido matizar, no me preocupa tanto. No hay que olvidar el pasado y recordar lo que ha ocurrido con determinadas uniones que han conducido a retrocesos. Debemos preguntarnos “para qué queremos la unidad”, y una vez contestada la pregunta se debe tener claro “con quién nos unimos”. 

    El Movimiento Feminista es político, puesto que se propone cambiar la política de nuestro país, y es de izquierda porque quiere transformar el mundo, como planteaba Carlos Marx. La lucha por la Igualdad entre hombres y mujeres no se resuelve pregonando que todos y todas somos feministas porque no es cierto, aunque sea un “slogan muy moderno”. La lucha feminista por esa igualdad es la que está llevando al MF, que no es ruptura ni división, como dicen algunos medios, sino luchar por los verdaderos derechos que aún están por cumplir, hoy, en pleno siglo XXI. 

    Por otro lado, la cantidad de Asociaciones existentes en nuestro país que se han declarado apartidista, demuestran que tienen una baja formación política, porque al mismo tiempo algunas pertenecen a partidos políticos y todas las componentes de esas asociaciones votarán a una u otra opción política, además de estar financiadas por instituciones estatales o locales.

    Así, volviendo al concepto de la unidad dentro del MF, tendremos que tener en cuenta “para qué nos unimos y con quién”. Siendo la prostitución la esclavitud mayor para las Mujeres, desde el Partido Feminista de España queremos una Ley integral para Abolirla. Sería absurdo unirnos a los movimientos que se declaran feministas, pero consideran que la prostitución es un trabajo como otro cualquiera. Pasa exactamente igual con la Ley Trans, por la cual la infancia va a salir muy perjudicada, por lo que significa hormonar a niños y niñas y las cirugías posteriores; en muchos países ya están dando marcha atrás. Hay que tener en cuenta que existe un lobby económico muy fuerte que, bajo el pretexto de ayudar a un colectivo muy desprotegido se esconde en lucrativo negocio. 

    Otro aspecto es el neo-lenguaje introducido en dicha ley, que pretende borrar la palabra Mujer y, por lo tanto, el sujeto del Feminismo y de la lucha histórica por nuestros derechos, sin la cual los ya adquiridos no existirían. La otra pregunta con respecto a la unidad sería “Con Quién”, puesto que tendría que existir una coherencia ideológica para conseguir los objetivos y desarrollarlos dentro del Movimiento Feminista.

    Debido a la cantidad de plataformas y asociaciones diversas y difusas existentes, la unidad de la que se habla dentro del MF hay que estudiarla detenidamente. No podemos hablar de la unidad sin hacernos las anteriores preguntas, sabiendo, además, que en el MF en nuestro país y en muchos otros, “la doctrina Quer” lleva años instalada y, lo que es más grave, apoyada desde las diferentes administraciones de los gobiernos, algunos de ellos llamados progresistas.  

 

Mª Jesús Fernández

Coordinadora del Partido Feminista de España en Canarias

Miembra de la Comisión Política del PFE

* La casa de mi tía agradece la gentileza de María Jesús Fernández

maría jesús fernández

MANCHETA FEBRERO22