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viernes, 29 de marzo de 2024 10:20h.

Ahora sólo tenemos un presidente, una república y una democracia. No necesitamos más

El discurso del presidente - por Antonio Cabrera de León

 

FRASSE CABRERA REPÚBLICA

El discurso del presidente - por Antonio Cabrera de León *

Esta noche el presidente de la tercera república española dará su acostumbrado discurso de final de año. Como es obligado nos deseará lo mejor, pero éste no puede ser un discurso cualquiera. Tiene que comentar lo que hemos padecido en el año que termina, porque éste ha sido un año de sufrimiento. Todos hemos temido por los nuestros y por los ajenos. Algunos perdimos familiares, o nos vimos directamente enfermos. El propio presidente resultó infectado, aunque asintomático, por su pareja. No están casados, por eso no lo llamo su marido. Atrás quedaron los tiempos de la vieja monarquía, con su omertá para salvar las corruptelas y sus elipsis verbales que hablaban de amigos íntimos para ocultar la homosexualidad de los reyes.

La verdad es que el presidente ha estado más presente en la vida pública del país que en años anteriores. Era más necesario que nunca y lo vimos, embozado como todos, en hospitales y centros de salud dando ánimos a los sanitarios, o agradeciendo su trabajo a la unidad militar de emergencias, o en residencias de ancianos acompañando a viejos, cuidadores y familiares. Creo que acertó en primavera cuando, lejos de esconderse en el palacio presidencial, se dirigió al país en sede parlamentaria para llevar consuelo a la gente durante la terrible primera ola de la epidemia. Él puede ayudar en la catarsis que el país necesita porque todos lo hemos sentido como uno más.

Tengo que reconocer que a este presidente lo valoro muy bien. Lo voté en las pasadas elecciones, cuando tuvimos la oportunidad de no renovar a su contrincante, que había tenido un primer y único mandato lleno de irregularidades que nos avergonzaron. Ventajas de la república: si no te gusta, lo quitas. El anterior nos salió rana: demasiada familia rapiñando y sustrayendo recursos públicos, su propio padre defraudando a hacienda, y él mismo sabiéndolo y ocultándolo durante años. Hoy todos al juzgado y él depuesto. En cambio el actual presidente responde a lo que pedimos: manos limpias, bolsillos transparentes, estar con la gente, representarnos a todos, y al final de tu mandato te vas a tu casa y sigues con tu vida.

El país por fin parece uno más en la tranquila Europa. Atrás quedaron aquellos “héroes” que promovían autogolpes de estado y los desmantelaban en el último segundo entre suspiros de alivio. Quedamos paralizados y permitimos el latrocinio. Atrás quedaron los discursos incendiarios contra la población de una región cualquiera. Atrás la instigación de cartas facciosas favorables a arrebatarle el poder a la gente para que lo ostentara un monarca absoluto o un golpista monárquico.

Ahora sólo tenemos un presidente, una república y una democracia. No necesitamos más.

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Antonio Cabrera de León

ANTONIO CABRERA DE LEÓN RESEÑA

 

 

 

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