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jueves, 28 de marzo de 2024 09:57h.

“La doble presencia o doble jornada de la  mujer trabajadora" - por Ramón Armando León Rodríguez

 

LA DOBLE JORNADA

ramón armando león rodríguezLa doble presencia o doble jornada. La primera vez que oí  de este asunto fue en un curso de Prevención de Riesgos Laborales y no sabía su significado.

“La doble presencia o doble jornada de la  mujer trabajadora" - por Ramón Armando León Rodríguez *

 
La doble presencia o doble jornada. La primera vez que oí  de este asunto fue en un curso de Prevención de Riesgos Laborales y no sabía su significado.

En el curso supe que tenía que ver con la mujer trabajadora. La doble presencia o doble jornada no es que la mujer trabajadora esté en dos sitios a la vez, sino que cuando está en su puesto de trabajo está pensando en su hogar y en las tareas que le esperan cuando llegue a su casa, en sus hijos, en su marido,etc. Intentar armonizar los distintos trabajos ha supuesto y supone un quebradero de cabeza y un tremendo estrés para la mujer.

El marxismo no es ajeno a este problema de la mujer. Ya Engels en su estancia en Inglaterra en 1845 había escrito: (las mujeres trabajadoras tienen un parto más difícil que otras mujeres, y esto está confirmado por varias comadronas, también tienen más predisposición al aborto. Además, sufren el debilitamiento general que es común a todos los trabajadores, y cuando están embarazadas continúan trabajando en la fábrica hasta el momento del parto, de otra forma, perderían sus salarios y temen que se las sustituya si dejan de trabajar demasiado pronto. Con frecuencia ocurre que las mujeres están trabajando una noche y a la mañana siguiente, dan a luz en la fábrica entre la maquinaria... Si no se obliga a estas mujeres a regresar al trabajo en dos semanas, están agradecidas y se sienten afortunadas. Muchas regresan a la fábrica después de ocho e incluso después de tres o cuatro días... Naturalmente, el temor a ser despedidas, el miedo al hambre las lleva a la fábrica a pesar de su debilidad y desafiando al dolor).

Han pasado 172 años y la situación de la mujer trabajadora no ha variado significativamente. Todos hemos visto cómo en España han despedido de su trabajo a mujeres por el solo hecho de estar embarazadas.

Sabemos que hoy día hay hombres que cooperan en las tareas domésticas y es una gran ayuda para las mujeres que ejercen la doble presencia.

Pero no echemos las campanas al vuelo, porque los hombres que asumen tareas del hogar son una minoría.

Y, si hablamos de la mujer trabajadora soltera y con hijos la situación es más complicada, porque en muchos casos no tienen a una persona que cuide de su familia cuando se va a trabajar y muchas mujeres, por sus bajos salarios, no pueden permitirse el lujo de pagar a alguien, e incluso algunas se tienen que llevar sus “vástagos” al trabajo.

En definitiva seguimos en el siglo XIX.

... ¿O no?

* Del muro en FACEBOOK de Ramón Armando León Rodríguez

ramón armando león rodíguez