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miércoles, 24 de abril de 2024 04:46h.

En España ya es legal el robo de guante blanco - por Francisco González Tejera


“(…) Suben a mi ventana gritos alucinados, chirridos de sirena arañándome entero y voces de "estás loco, volar es para pájaros". Pero extiendo mis alas, miro hacia el cielo y salto, miro hacia el suelo y caigo”.
 
Hilario Camacho-Pablo Guerrero – Volar es para los pájaros

En España ya es legal el robo de guante blanco - por Francisco González Tejera

 
“(…) Suben a mi ventana gritos alucinados, chirridos de sirena arañándome entero y voces de "estás loco, volar es para pájaros". Pero extiendo mis alas, miro hacia el cielo y salto, miro hacia el suelo y caigo”.
 
Hilario Camacho-Pablo Guerrero – Volar es para los pájaros
 
El camino sin retorno al que nos lleva el gobierno español, viene acompañado de inmensas injusticias, de abusos de poder que ya ni imaginábamos que podrían suceder. Ahora se encarcela a quien roba comida o saca 190 euros de una tarjeta de crédito extraviada para alimentar  a sus hijos, a un pibe de un barrio humilde que acude a un piquete en la huelga general al que machacan y torturan mediante un montaje policial. En cambio dejan impunes a los que evaden divisas, a los que blanquean dinero negro de dudosa procedencia, a los ladrones que saquean el estado, a los que prevarican, a los que contribuyen con sus acciones mafiosas a una situación social y económica insostenible.
 
Mi abuelo me decía que la derecha cuando se mete en política es para beneficiar exclusivamente a los de su clase, que lo único que les importa es el dinero, el robo, el beneficio de sus familias y las de otros poderosos. Que solo son democráticos cuando ganan las elecciones, pero que cuando el pueblo toma conciencia y quiere que todo sea para todos, recurren a los tanques, a la brutal represión y al crimen. La historia lo ha demostrado y no tenemos que irnos muy lejos para comprobar que tenía razón.
 
Esta huida hacia delante de un gobierno que avergüenza al mundo y que no se corta para cometer verdaderas aberraciones. El tráfico de influencias marca su hoja de ruta, dejando en libertad incluso a conductores kamikazes, simplemente, porque el bufete de un familiar del ministro responsable de la inexistente justicia le lleva el caso. Este pequeño ejemplo resume la depravación y la forma de actuar de esta gente que ganó las elecciones hace poco más de un año en el estado español. Culpables directos de cientos de suicidios, de millones de niños/as que están pasando hambre, de gente enferma que se muere en los hospitales por una sanidad pública víctima de recortes salvajes, de una juventud sin esperanza ni futuro, de una educación sin medios que condena al 90% del alumnado al fracaso escolar. La lista de la catástrofe generada por el partido único del régimen es inmensa, no tiene fin y nos arrastra a un holocausto social que ni siquiera imaginamos.
 
Mientras todo esto sucede una gran parte de la ciudadanía transita ingenua, como esperando que todo cambie sin hacer nada, sin salir a las calles y rebelarse. Los sindicatos mayoritarios viven en los mundos de Yupi desde sus lujos caros, se reúnen a escondidas con mafiosas como Ángela Merkel, con el decrepito y desacreditado rey Borbón, que les ofrecen mantener todo atado y bien atado, que nadie se subleve por el bien de su España del pelotazo y los austeros ajustes que solo recaen sobre la clase obrera. La misma estrategia que siguieron sus antecesores, en el montaje siniestro al que llaman transición (traición) democrática, que perdonó las torturas y crímenes de la dictadura, para instaurar una monarquía parlamentaria sin cerrar las heridas, que ha mantenido y potenciado a los mismos criminales que amasaron fortunas durante el franquismo, que robaron las propiedades de los asesinados, haciéndose multimillonarios mientras respaldaban y apadrinaban el crimen.
 
Esos mismos ricachones y sus agentes, en el vergonzoso gobierno, siguen ganando muchos millones y aplastando derechos y leyes, convirtiendo al estado en una nueva dictadura, pasándose la democracia por el forro de sus billeteras, condenando a la mayoría del pueblo a una debacle socioeconómica sin precedentes, siempre en aras de sus cuentas corrientes en los paraísos fiscales, en seguir expoliando, masacrando, hundiendo nuestras vidas, mientras ellos y sus familias prosperan con sus manos manchadas de sangre trabajadora.




La canción de Hilario Camacho: