Estimado Antonio Moprales - por Federico Aguilera Klink 

Te escribo esta nota para disculparme públicamente por haber apoyado el artículo publicado el día 10 de Enero en La Provincia, y titulado “Antonio Morales y una triste anécdota” en el que aparezco como tercer firmante.

Evidentemente no comparto que desde que llegaste a la presidencia del Cabildo se haya “instalado una fábrica de contar mentiras o medias verdades”, como se afirma en el texto citado por lo que, releyendo estas líneas, siento la necesidad de disculparme.

¿Por qué firmé? Probablemente por hacer una lectura muy apresurada de un texto que terminaba con dos cuestiones que me interesan, ignorando la descalificación inicial hacia ti, y que son mi apoyo a Julio Cuenca, cuya nominación para el Premio Canarias tú le negabas, según afirma dicho texto, y mi rechazo a Chira-Soria.

Como personalmente entiendo que el trabajo realizado por Julio Cuenca es impresionante, que para mí va mucho más allá del descubrimiento de la cueva de Risco Caído, con todo lo que supone para el conocimiento del mundo aborigen en Gran Canaria, me duele que no se le reconozca el mérito para ser nominado a Premio Canarias.

Con respecto a Chira-Soria, soy de los que duda de que dicho proyecto vaya a contribuir a mejorar la situación de Gran Canaria en términos de sostenibilidad. En mi opinión, la idea de ecoisla requiere un cambio muy profundo en los hábitos de consumo y de comportamiento en cuanto a la movilidad, alimentación, agricultura, fiscalidad y tantas cosas más. Por eso no comparto, tampoco, el empeño en su construcción.

Dicho esto, asumo que para apoyar a Julio Cuenca valorando sus méritos y oponerse a Chira-Soria no es necesario descalificar a Antonio Morales de la manera en la que, a mi entender, lo hace el texto.

Así pues lamento mi torpeza y pido públicamente disculpas por mi apoyo al texto titulado “Antonio Morales y una triste anécdota”.

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Federico Aguilera Klink