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sábado, 20 de abril de 2024 08:39h.

Experiencias inolvidables. Lecciones de presente. El 25 de Abril - por Carlos Martínez

 

FRSE MARTÍNEZ

Experiencias inolvidables. Lecciones de presente. El 25 de Abril - por Carlos Martínez, politólogo, secretario general del PSlF, miembro del Comité Científico de Attac *

 

 Cada vez que recordamos un 25 de Abril me vienen a la memoria dos pueblos y una reflexión. La liberación de Italia y la revolución portuguesa de los claveles tuvieron lugar un 25 de Abril y en ambos casos dos pueblos se liberaron de dictaduras más una invasión nazi en el caso de Italia. Pero una reflexión también me viene a la cabeza, los pueblos que conquistan su libertad son más libres y en ambos casos son dos repúblicas, lo cual no es ajeno a su actual situación en tiempos de coronavirus y su resistencia democrática.

Italia se liberó en gran parte ella misma con miles de partisanos que si bien es cierto apoyó de forma decisiva el desembarco aliado de Sicilia y luego Anzio. En los que también participaron republicanos españoles enrolados con los franceses libres de África del norte, los héroes de Bir Hakeim y entre los que destaca Enrique Marcos Nadal un cenetista valenciano que obtuvo la Cruz de Guerra francesa en los combates de Montecasino a órdenes de Lattre de Tassigny tras destruir tres panzer alemanes. Combatieron los partisanos en la zona más difícil, la retaguardia alemana del centro-norte de Italia y liberaron ellos solos ciudades y comarcas. La acción partisana italiana además estuvo profundamente politizada y fue una guerra de liberación contra todo lo que el fascismo significaba.

Portugal también tuvo una revolución o terminó teniendo una revolución. Varios regimientos del ejército portugués de los alrededores de Lisboa salieron a los sones del Grandola Vila Morena a derrocar a la dictadura. Blindados ligeros y tanquetas, que por cierto se paraban en los semáforos en rojo, junto con la marinería y los fuzileiros de marina de la base de Lisboa y oficiales de la fuerza área que fueron los que entraron en Radio Clube de Lisboa e hicieron poner el disco de la canción de Zeca Alfonso, con él se inició la salida de los cuarteles. Previamente un mes antes se había sublevado la guarnición de Caldas pero fracasó. La revolución tuvo ideólogos, la mayoría capitanes, los capitanes de Abril y justa es recordar al capitán Maia el verdadero artífice de la revolución. 

En la primera semana de Julio de 1974 es decir en plena efervescencia revolucionaria nos fuimos a Portugal cuatro amigos a ver la revolución, a vivir la revolución. Nos fuimos cuatro, una chica del ORT y tres chicos, sindicalistas clandestinos, en un “dos caballos” de segunda mano, que era mi primer coche. Yo era metalúrgico e iba a cumplir en Agosta los veinte. Ya era independiente y tenía mi salario digno y trabajo digno conquistado con huelgas y demandas en la Magistratura del Trabajo. Llegamos de repente a otro mundo.

Lo primero que me llamó la atención nada más llegar era la presencia de carteles y pintadas políticas bien hechas por todas partes. Soldados de uniforme con barba y el pelo largo, muy largo, de moda en la época, totalmente prohibido en todos los ejércitos del mundo. Como los militares sin miramientos y con “contundencia” revisaban a fondo todos los coches de burgueses, por la pinta y las marcas, al objeto de impedir la salida de divisas que era muy grande. La frontera estaba controlada por el ejército, por primera vez en mi vida un uniforme caqui o de camuflaje me dio alegría verlo. Oficiales, suboficiales y soldados de quinta convivían y los quintos eran felices por serlo. Los veteranos de Angola te enseñaban sus cicatrices de las guerras coloniales y hablaban de politica.

La segunda emoción incluso más fuerte fue cuatro horas más tarde en la plaza de toros de Setúbal llena a rebosar, escuchar cantar a miles de gargantas puestas en pie el Grandola Vila Morena. El pueblo en pie y con el puño cerrado, con la solemnidad portuguesa cantando su himno de libertad y justicia. 

Ya en Lisboa más carteles, paredes pintadas con lemas revolucionarias. Las famosas pintadas del MRPP un partido maoísta tan activo como sectario. Las madrugadas en la plaza del Rossio DE Lisboa discutiendo de politica. Los soldados del COPCON o comando operacional del continente, la guardia pretoriana de Otelo Saraiva de Carvalho el brigadeiro o general de brigada maoísta recién ascendido, por las calles y las plazas y el asomarnos a la puerta de un cuartel y ver que en la garita de guardia había un colchón, si un colchón en una garita, alucinante, bello, intenso, emocionante llegando de la España de Franco. La esperanza llegó y el ánimo también. De regreso a España quince días después, nuestro coche fue registrado a voces por un sargento de la Policía Armada, un gris, que nos quitó toda la prensa, panfletos y libros que traíamos. Estábamos otra vez en la España de Franco. 

El 25 de Abril recuerdo todo con ilusión no perdida, sabiendo que Portugal es una república y que tras la liberación de Italia del fascismo en 1945 el pueblo de Italia en 1947 tras un referéndum se declaró República pues su rey había apoyado al fascismo, aquí tenemos uno que es heredero del fascismo y se nos niega el referéndum. Claro en Italia cuando se liberó, el gobierno provisional era el Comité Nacional de Liberación del que además de comunistas, el PCI y el partido de Acción estaba el partido socialista italiano el PSI y Sandro Pertini el socialista que llegó a presidente de la República italiana es uno de los firmó la orden de ejecución de Mussolini, aquí los socialistas tuvimos a González… Ni siquiera a Mario Soares.

     

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Carlos Martínez

CARLOS MARTÍNEZ PSLF

 

 

MANCHETA 21