Feria del Libro y calle Triana - por Ramón Armando León Rodríguez *

Hoy se inauguró la feria del libro en Las Palmas de Gran Canaria (Parque de San Telmo).

Habitualmente hago mis caminatas por la Avenida de la playa de Las Canteras. Hoy me picó la curiosidad y me acerqué a la feria del libro. No había mucha gente a pesar del puente, también puede ser que influyera la hora, cuando yo llegué eran las 11 de la mañana.

Estuve hojeando algunos libros, pero no me decidí a comprar ninguno; en otros tiempo leía todos los libros que caían en mis manos, pero ahora soy más selectivo y suelo, salvo excepciones, esperar a que algún amigo me recomiende la lectura.

Después de recorrer uno por uno los stands, me dirigí a la calle de Triana, rumbo a Vegueta.

Recorrí la calle sin prisa, observando todo lo que ocurre a mí alrededor. Pasando la escultura, la “Espiral del Viento” de Martín Chirino, que a mí siempre me ha parecido “unos hierros retorcidos”, aunque tengo que reconocer que soy un profano en temas de escultura, te encuentras con unos testigos de Jehová que tratan de venderte el cielo.

Un poco más allá un hombre muestra un cartel que le tapa la cara denunciando algo, pero es ilegible porque tiene el tamaño de dos folios, aunque se puede ver una figura sangrando.

Veo personas que caminan con la mirada perdida, sin percatarse de lo que ocurre; mayores sentados en los bancos, algunos dormitando, “viendo pasar la vida”.

Gente bien vestida, vendedores de lotería, jóvenes intentado que te asocies a una ONG, trabajadores surtiendo de género a los comercios... casi al final de la calle, cerca de la escultura a Juan Negrín, hay un joven de larga melena, que le tapa el rostro, sentado en el suelo, que grita: ¡Algo para comer, algo para comer¡

En fin, en la calle de Triana te encuentras con todas las clases sociales, "pero cada una manteniendo las distancias".

…¿O no?

* Del muro en FACEBOOK de Ramón Armando León Rodríguez.