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viernes, 29 de marzo de 2024 00:12h.

Frenesí festivo - por Paco Déniz

Ya da de cara la obsesión frenética compulsiva de los responsables municipales de muchos municipios de las islas por rellenar todos los días del verano, y parte del resto del año, con actividades lúdicas festivas y otras variedades del escaparate social y comercial, sobre todo comercial.

El almendrero de Nicolás


Frenesí festivo - por Paco Déniz


Ya da de cara la obsesión frenética compulsiva de los responsables municipales de muchos municipios de las islas por rellenar todos los días del verano, y parte del resto del año, con actividades lúdicas festivas y otras variedades del escaparate social y comercial, sobre todo comercial.

Creen algunos concejales y alcaldes que los vecinos quieren y desean ver sus calles todos los días de fiesta, verbenas, triatlones, cautriatlones,  todo tipo de carreras trail, delirio trail, mercados, mercadillos, mercadejos, desfiles de moda, saltimbanquis, paellada canaria (arroz amarillo a lo bestia), exposiciones de perros que no cagan las calles, en fin, todo lo que se pueda mostrar y dé algún dividendo para los comerciantes del casco.

A tales efectos se hipoteca el espacio público, sobre todo la plaza del pueblo o barrio en cuestión, como si allí no viviera nadie. Es una planificación ardua que consiste en rellenar de actos al menor coste posible todos los días que se pueda. 

Yo pensé que esa era la línea política de Coalición Canaria, ya que en su televisión abundan los bailes de taifas, de fiesta, en clave de Ja, las parrandas, las bodegas de Julián, la retransmisión íntegra de todas las bajadas y subidas de vírgenes porteadas por sus fieles vigilados de cerca por la casta política.

En fin, que era Coalición Canaria la que no escamoteaba esfuerzo en la cultura del pan y circo para el populacho, pero he ahí que no, el PSOE también le disputa la hegemonía tenderetera a Coalición. En el municipio de Granadilla, concretamente en la costa medanera no hay fin de semana en que no despliegue el grupo gobernante sus dotes para inundar las plazas de eventos de todo tipo.

Cuando no es una cosa es otra. Los vecinos están hastiados y rebotados, y no sólo los de la plaza, sino el resto que vive temprano la suciedad de sus calles y playas, y comienzan a preguntarse si los toman por tontos. ¡Coño, que no queremos más fiesta! Que nos dejen pasear tranquilos. Queremos trabajo y descansar, e ir a la fiesta cuando toque la fiesta del pueblo, pero no todo el año.

¡Qué manía de querer tenernos entretenidos todo el día! ¡Votar para esto!     

Paco Déniz