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jueves, 25 de abril de 2024 06:27h.

Gallardón nunca debió ser nombrado ministro de Justicia - por Manuel Zarrabeitia

Gallardón durante los años de su mandato quiso cambiarlo todo, la ley del aborto, el Registro Civil, panorámica de Madrid, hasta llenando de bolardos numerosas calles de la capital con miles y miles de obstáculos físicos de hierro  que son los bolardos, prohibidos toda la vida en los espacios públicos muy antes del 'invento' de los bolardos, que no permiten la libre movilidad de las personas y, sobre todo, un abuso y desprecio a los invidentes y discapacitados.

Gallardón nunca debió ser nombrado ministro de Justicia - por Manuel Zarrabeitia
 
Gallardón durante los años de su mandato quiso cambiarlo todo, la ley del aborto, el Registro Civil, panorámica de Madrid, hasta llenando de bolardos numerosas calles de la capital con miles y miles de obstáculos físicos de hierro  que son los bolardos, prohibidos toda la vida en los espacios públicos muy antes del 'invento' de los bolardos, que no permiten la libre movilidad de las personas y, sobre todo, un abuso y desprecio a los invidentes y discapacitados.
 
Los bolardos no están previstos ni siquiera nombrados en los textos legales de Tráfico para no aparcar o invadir las aceras, para evitarlo están las señales y las sanciones a los infractores. También los bolardos originaron numerosos contusionados, incluso algunos casos de fallecidos.
 
Las hileras de bolardos son barreras físicas prohibidas en los espacios públicos toda la vida, como antes decimos, y debieron sustituirse por líneas continuas blancas de igual longitud que las hileras y nunca por los bolardos ilegales que encubren despilfarro de dinero que no puede pagarse con fondos públicos, millones de euros, malversación y prevaricación y tiene que reintegrarse el gasto a los Ayuntamientos con cargo a los irresponsables e incompetentes que ordenaron invadir las calles con bolardos y también a su cargo la eliminación.
 
Gallardón, experto letrado, y prepotente, nefasto le falló hasta el sentido común, por los bolardos ilegales, cometió un delito penal gravísimo con la invasión de bolardos en Madrid, sorprendente y alarmante sería conocer la cuantía a que se ha llegado y que la alcaldesa Botella protectora de los bolardos no se ha dignado  informar, pese a que se le ha pedido y reiterado y Gallardón debió presentar la dimisión antes de renovar su mandato de alcalde y nunca,  en un Estado de Derecho hubiera podido ser nombrado Ministro de Justicia nada menos que, por incumplimientos de la Ley, con la invasión de bolardos en Madrid y con dejar hipotecada muchas generaciones la capital. Fue absolutamente incompatible el nombramiento de Ministro de Justicia.
 
Gallardón, fue tan 'benefactor' para Madrid, que a las 48 horas de su dimisión de superministro le designaron asesor vitalicio consejero permanente del Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid con 8.500 euros mensuales y coche oficial, seguirá en política, repugnante que a dos días de su cese no tendrá que preocuparse de empleo mientras que miles desempleados no encuentran un trabajo para poder subsistir y, además, podrá asesorar a la alcaldesa Botella y a su sucesor para que siga la proliferación de bolardos.
 
Viva el 'Faraón de Madrid', el de la invasión de bolardos y que siga viviendo muchos años. 
 
Firmado M. Zarrabeitia
 
Pensionista del Estado, Discapacitado 66%