Buscar
sábado, 20 de abril de 2024 07:05h.

si no se les pone remedio serán una indecente realidad

Gran despropósito, los trenes al Sur de Gran Canaria y Tenerife - por Antonio Aguado

 

FRASE ANTONIO AGUADO

Gran despropósito, los trenes al Sur de Gran Canaria y Tenerife - por Antonio Aguado, coherente veterano militantes socialista *

Llevaban mucho tiempo hibernando estos proyectos y en ésta legislatura, con la golosina de los más de 70.000 millones de euros que le corresponderán a España a fondo perdido de la Unión Europea (otro tanto a través de créditos), como consecuencia de la pandemia que estamos sufriendo y Nueva Canarias, los ha sacado de nuevo a relucir; claro, está tratando de convencernos de “sus grandes ventajas”, entre otras, precisamente estar costeados con fondos europeos. 

Tiene el beneplácito y apoyo del Gobierno de Canarias mediante el consejero de Obras Públicas, Transporte y Vivienda Chano Franquis, contando con una mayor receptividad en el Cabildo de Gran Canaria por mediación de su vicepresidente y consejero de Obras Públicas, Infraestructuras, Transporte y Movilidad Miguel Ángel Pérez, algo inexplicable ya que en la anterior legislatura mientras era director gerente de la Autoridad Única del Transporte, públicamente se manifestó en contra. En lo que se refiere a Tenerife, con la entrada en esta legislatura de un nuevo gobierno presidido por Pedro Martín del PSOE, consideran que éste proyecto no tiene prioridad, muy diferente a como lo tenia catalogado los anteriores gobiernos de Coalición Canaria. 

¿Se estará produciendo con estos proyectos lo mismo que ha ocurrido con la Sanidad, que de la mano de Nueva Canarias y consentimiento del PSOE, ha retornado de nuevo su gestión a Coalición Canaria?.

Si las inversiones tiene unos propósitos y objetivos, como son dinamizar y potenciar la economía, abriendo o potenciando determinados sectores y creando nuevos nichos de empleo a través de las nuevas tecnologías, entre otros el trabajo online cada vez más demandado. Activar y potenciar las energías verdes y limpias, incluyendo en éstas el transporte y es aquí, por donde Nueva Canarias “quiere meter un gol por toda la escuadra”, introduciendo los proyectos de trenes al Sur de Gran Canaria y Tenerife, con un coste al principio de 1.650 y 2.200 millones de euros respectivamente (se sabe que inexplicablemente los presupuestos y más con estas grandes cantidades siempre se incrementan a cifras muy considerables).

El caso es que por pasividad y/o docilidad de la sociedad, éstos desproporcionados e inútiles proyectos, pero eso sí, muy ostentosos y aparatosos, si no se les pone remedio serán una indecente realidad. Máxime con todas las graves necesidades que padecemos, entre otras el incremento del paro que con los 108.000 empleos perdidos por la pandemia nos sitúa a la cabeza con el 21,5%, siendo la media del país 16,2%. La cifra del paro juvenil es igualmente la más elevada  con el 61,72 %, con un incremento de 12 puntos con relación al mismo periodo del año anterior, siendo del 40,45 % la media del resto de los territorios. Tenemos más trabajo en precario y grandes bolsas de pobreza y exclusión social de cada vez más familias, que se ven obligadas a subsistir gracias al Banco de Alimento y las ongs. Como así mismo, una gran carencia de servicios socio sanitarios, etc.  

La indecencia es mayor, ya que existe una alternativa al tren mucho más eficaz, igualmente no contaminante y considerablemente más económica, a través de guaguas articuladas eléctricas, que si se contemplan dentro de un proyecto integral del transporte publico en ambas islas, no tendrían por qué consumir más terreno, solo habría que habilitar (fundamentalmente en las horas punta que es cuando se produce más demanda), el carril derecho de las autovías de ida y vuelta al Sur y ya en caso excepcional, ocupar un nuevo carril que sería el equivalente o menos, al que se pretende destinar al tren.   

Con las referidas guaguas, igual que el tren, la comodidad y rapidez están garantizadas. Pero a diferencia de éste, no se puede derivar pues discurre por vías, tendrían una versatilidad y posibilidad de maniobras ajustadas con la demanda en cada momento y lugares. Se trataría de tener un eficiente, cómodo, ágil y económico transporte público insular, que logre disuadir a los automovilistas a dejar sus vehículos estacionados en espacios debidamente acondicionados, en las afueras de sus municipios o barrios lo más cercanos a sus domicilios, de donde serian recogidos y transportados a sus puntos de destino, e igualmente desde éstos en viaje de vuelta, a los aparcamientos donde tienen aparcados sus automóviles.  

Así evitarían el calvario de los desplazamientos diarios a sus puestos  de trabajo, la gran mayoría a las zonas turísticas del Sur de las mencionadas islas, a las muchas empresas portuarias o las radicadas en los polígonos industriales, hospitales, sedes judiciales, centros oficiales, comercios y por supuesto las universidades.

También se evitaría el coste económico tan considerable, como consecuencia del consumo de combustible en los desplazamientos. Que se sepa al respecto no hay cálculos ni tan siquiera estimativos, pero con toda probabilidad, será sobre unos 90 o 100 euros mensuales por vehículo. Con mucho menos por ejemplo un euro diario, que le permita al automovilista dejar su coche adecuadamente estacionado y utilizar el transporte publico de la guagua, aparte de tener las islas mas descontaminadas y en consecuencia, con mucha mejor calidad de vida, la economía por los ahorros obtenidos utilizando éste medio, se incrementaría a favor del consumo y servicios y se crearían más puestos de trabajo.

Con un buen transporte publico insular mediante las mencionadas guaguas articuladas y eléctricas, debido a poderse derivar a cualquier parte de cada isla donde se produzcan las demandas, la movilidad la tendríamos más y mejor garantizada. Por la importancia de los proyectos y los presupuestos tan enormes que se barajan, lo menos que se podría hacer es recabar la opinión publica y en su caso consentimiento o no de la ciudadanía, de los proyectos de trenes al Sur de Tenerife y Gran Canaria y que los mismos no se realicen por imposición. 

En la Agrupación Juan Rodríguez Doreste de Las Palmas de Gran Canaria del PSOE, de la que era y es secretario general el referido Miguel Ángel Pérez, en su momento la militancia fue consultada sobre la conveniencia o no de la instalación del gas ciudad. Después de preceptivos y constructivos debates, se produjo la pertinente consulta mediante la cual, mayoritariamente pudimos democráticamente rechazar ese otro despropósito.

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Antonio Aguado Suárez                             

ANTONIO AGUADO RESEÑA

MANCHETA 21