Lo importante es la salud - por Josep Toló Pallás
Nos acordamos de la salud todos los días 22 de diciembre, al comprobar que no nos ha tocado la lotería, y también cuando enfermamos.
Lo importante es la salud - por Josep Toló Pallás *
Nos acordamos de la salud todos los días 22 de diciembre, al comprobar que no nos ha tocado la lotería, y también cuando enfermamos.
La falta de salud es la madre de todas las desgracias, y a pesar de tenerlo asumido no hacemos gran cosa por mantenerla y recuperarla. Nuestra falta de acción ha propiciado un caos sanitario, cuya imagen representativa pueden ser las largas colas de enfermos esperando en los pasillos de urgencias de los hospitales públicos (las de los privados no se han visto en la TV).
Más triste es la visión del entierro de las víctimas de la “Hepatitis C” fallecidas por abandono de la sanidad pública mientras un medicamente supuestamente efectivo en el 90% de los casos les era denegado por su elevado coste.
No hemos visto ninguna objeción sobre los efectos secundarios perjudiciales del tratamiento completo que recomienda no sabemos muy bien quién, ni de otros tratamientos preventivos, complementarios de la enfermedad, o paliativos de aquellos efectos secundarios.
Todo ello a causa de la ignorancia, la incompetencia, la codicia y la mala fe de unos y de otros.
. La ignorancia de parte de la población en lo relativo a la práctica de hábitos saludables, conservación y recuperación de la salud mediante procedimientos que fortalecen las defensas naturales, y del gran número de Terapias Naturales cuya eficacia ha quedado empíricamente demostrada, al igual que su inocuidad en lo referente a la inexistencia de efectos secundarios.
La propia Organización Mundial de la Salud ha recomendado a los Estados la inclusión de estas terapias en los sistemas públicos de salud, denominándolas “Terapias Tradicionales y Complementarias”.
Esta recomendación no ha obtenido resonancia en los Medios de Comunicación, con excepción de la excelente revista “Discóvery salud” (www.dsalud.com)
. La incompetencia de aquellos responsables de la salud pública, que no han intentado evitar el colapso en el uso de terapias de alto coste y despreciando las más sencillas y más baratas.
. La codicia del oligopolio de la industria farmacéutica, aseguradora, médica y hospitalaria, que han convertido la enfermedad en un lucrativo y desalmado negocio.
. La mala fe de cuantos obstruyen la circulación del conocimiento, la información y el desarrollo de terapias eficaces, exentas de efectos secundarios nocivos, fáciles y de bajo coste, a sabiendas.
Hemos visto como ejemplo las múltiples barreras impuestas a un medicamento contrastado como eficaz, como el dióxido de cloro, hasta que ha debido ser legalizado por la Unión Europea como “medicamento huérfano” por no ser patentable debido a la extrema sencillez de su preparación, y por su bajísimo coste, por lo que en el mundo entero se le conocía como MMS (Suplemento mineral milagroso)
A pesar de ellos, los usuarios de estas terapias naturales no paran de crecer en número, con frecuencia impulsados por verse obligados a largas esperas para poder ser atendidos por los servicios sanitarios públicos (servicios que habían pagado por adelantado durante largos periodos de cotización) y la carestía de los privados.
Es importante señalar que el Derecho a la salud es un derecho amparado en la Declaración Universal de Derechos Humanos, en la carta fundacional de la Organización Mundial de la salud, en el Tratado de la Unión Europea, en la Constitución Española y en múltiples normas españolas de rango inferior.
No obstante, los poderes públicos incumplen de forma sistemática el mandato legal de proteger este derecho, sin causa alguna que lo justifique, ya que la disponibilidad presupuestaria no puede ser una excusa, sino una obligación de arbitrar las sumas necesarias para el cumplimiento del mandato.
Esta población, que ha hecho gala de una docilidad rayana con la dejación de sus derechos, no puede hacer otra cosa que reaccionar y exigir a los responsables que rectifiquen esta forma de proceder y que indemnicen a los damnificados por los perjuicios causados, que en casos como los de la “Hepatitis C” llegan a materializarse en un número importante de muertes prematuras. No deben dudar en acudir a los Tribunales españoles e internacionales si es el caso, pues aún cuando una vida es irreparable, estas acciones pueden evitar que otras familias tengan que vivir el mismo drama.
Según publica la ya citada revista “Discóvery Salud” del mes de enero, la tercera causa de muertes en Estados Unidos, después de las enfermedades cardiacas y el cáncer, son los tratamientos médicos, popularizando la palabra que los define como “Iatrogenia”
¿Es el americano el sistema sanitario que han tomado como modelo nuestros gobernantes?
* Publicado con autorización del autor. Josep Toló Pallás es el autor de "Al salir del túnel":
Estamos viviendo una transición en la sombra
¡No nos quedemos fuera esta vez!
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