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sábado, 20 de abril de 2024 06:37h.

Infantazo en el museo de cera - por Paco Déniz

Según los abogados defensores de la infanta española, ninguno de los hechos por los que se imputó a su pobre majestad constituyen delito. 

El almendrero de Nicolás

Infantazo en el museo de cera - por Paco Déniz                

Según los abogados defensores de la infanta española, ninguno de los hechos por los que se imputó a su pobre majestad constituyen delito. 

Es decir, que no ha roto ni un plato, ni sabía nada de nada, ni comentaba por las noches con su marido lo extenso de sus dominios.

Es lo que tiene ser rico, que no sabes ni dónde pones el dinero, ni de dónde sale, ni cómo entra. Se te cae del bolsillo cuando sacas el peine, el bolígrafo y el DNI. Porque todo el mundo no sabe gestionar el ser rico, como dijo el otro, es algo muy complejo y no apto para totufos, cuesta mucho llegar ahí.

Es estresante pensar en qué te gastas la fortuna que las instituciones públicas mediterráneas te ingresan por la cara. Los grandes de España no pueden estar en estas minucias. Porque de eso se trata, y el ministro Margallo lo ha expresado bastante bien: es que es una infanta de España. ¡Hombre por Dios!

Y debe ser cierto, porque a otros grandes de España, tampoco hay manera de meterlos en la cárcel. Si no, miren lo que ha pasado con el borracho de Ortega Cano, que la juez desestimó la prueba de alcoholemia que le practicó la guardia civil por que no se aseguró la cadena de custodia. Igual que la querida del cachuli, que ji, ji, ji, ja, ja ,ja, amasó un dineral que no podía contener, era como un torrente que le entraba en su incursión por Marbella.

Y así son los grandes de España, con impunidad total para defraudar a Hacienda, a las masas de seguidores y al fanatismo en general.

Con el tiempo y una caña,

irán desapareciendo de las portadas

los imputados,

grandes de España.

Y aquí pan y en el cielo biscocho. Imagínate el pobre juez Castro lo que habrá tenido que sufrir. Todo el día presionado, vigilado, acosado, y por último ninguneado por el Tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma. Y los ciudadanos, que comienzan a creer que la única justicia que se practica en España es la del Museo de Cera: si te portas mal, te quitan la estatua.

                       Paco Déniz