Intra-Hotel Tour - por Rafa Dorta *

"Harían falta decenas de folios para profundizar en las "interioridades" del negocio turístico en Canarias. Ya hemos comentado el gran error de la política de precios bajos que pagaremos muy caro en un futuro cercano, cuando los destinos competidores sean más seguros o si se produce el lógico descenso de visitantes tras un ciclo alcista. Con esta leve pincelada he querido ofrecer una imagen desconocida por mucha gente. Algo así como el "otro" hotel dentro del hotel..."
 

Cada vez que escucho lo bien que va el turismo en Canarias, me entran unas ganas terribles de publicar algunas fotografías reveladoras, que muestran las interioridades del negocio. Me refiero, precisamente, a la existencia de un mundo invisible, que sólo conocen los que atraviesan la puerta trasera. Los turistas alucinarían si un guía los llevase a recorrer las tripas de uno de estos resorts en régimen de todo incluido, por citar un ejemplo de estrategia comercial que consigue aumentar la ocupación a base de bajar los precios, al tiempo que disminuye la calidad de todos los servicios.

La famosa excelencia y el producto diferenciado sólo están presentes en determinados hoteles de lujo y en las honrosas excepciones de contados complejos de apartamentos cuya gestión prioriza la inversión en modernización, en detrimento del beneficio a corto plazo.

La realidad bajo el maquillaje de una gran parte del sector líder se parece a la de un estrambótico,  " intra-hotel tour ":

Distinguidos clientes: La visita comenzará con la impactante visión de nuestro cuarto especial destinado a albergar los residuos, que además de incumplir con toda la normativa sanitaria, conserva un solo contenedor, totalmente roto y repleto de desperdicios, un increíble lugar donde reinan las moscas que acuden en tropel a la llamada de los restos malolientes.

Continuaremos hacia la rampa de entrada de proveedores y tendremos cuidado de no resbalar, pues la superficie suele estar llena de grasa y no existen escaleras laterales ni accesos para peatones.

Una vez hayamos superado el imprevisible descontrol de inseguridad, permanezcan siempre juntos y atentos a las escasas señales indicativas. Les advertimos que al bajar varios niveles en el siniestro montacargas que utiliza nuestro personal, pueden sentir mareos o claustrofobia, pero les aseguramos que la experiencia subterránea les resultará única.

Después llegará la parte más emocionante, una trepidante aventura por un laberinto de pasillos angostos y oscuros. Nos acercaremos a una de las principales atracciones, nuestra moderna lavandería, donde los empleados gozan de altas temperaturas y ausencia de ventilación. Subiremos por otra peligrosa rampa y conocerán con detalle el economato, que hoy incluye el espectáculo de ver al jefe de compras intentando colocar la mercancía a salvo de las goteras.

Para concluir, dos miembros del servicio técnico harán una demostración de como luchan a diario, sin apenas medios materiales, contra los continuos desperfectos derivados de los vicios ocultos en la construcción de una maravilla arquitectónica que se levantó en un tiempo récord.

Estamos seguros de que cuando por fin hayan regresado al nivel de la calle, agradecerán el aire que respiran y serán más conscientes del privilegio que supone la estancia en nuestras acogedoras habitaciones, que si bien están algo anticuadas, aún conservan el glamour de la inauguración en sus descoloridas cortinas y en la moqueta raída.

En esta particular ocasión, y para recuperar fuerzas después de una jornada tan intensa, en nombre de la empresa explotadora del hotel, les obsequiaremos con un chupito.

Esperamos volver a verlos muy pronto y les aseguramos que, aunque se reduzca la plantilla y cobremos menos, trabajaremos más horas.

Pueden estar tranquilos respecto a los baches de la calle, las manchas de las paredes y las ratas que han visto corriendo por una acera, cerca de la playa, porque en su próxima visita, serán todavía más grandes.

rafadorta.blogspot.com

* Publicado con autorización del autor