Invasión lumínica sobre el Roque Bentayga - por Ana Beltrán
Si nuestros políticos pusieran tanto empeño en las cosas que atañen a todos los canarios, como son sanidad, educación, cultura, investigación y otras muchas cosas que nos son absolutamente necesarias, en vez de cometer disparates, otro gallo nos cantaría.
Invasión lumínica sobre el Roque Bentayga - por Ana Beltrán *
Si nuestros políticos pusieran tanto empeño en las cosas que atañen a todos los canarios, como son sanidad, educación, cultura, investigación y otras muchas cosas que nos son absolutamente necesarias, en vez de cometer disparates, otro gallo nos cantaría.
Pero no señor, la mayoría de ellos anda cometiendo disparate tras disparate mientras pasan por alto lo que en realidad importa. Entre esos disparates está el cargarse el medio ambiente. Sea como sea. Y encima nos cuesta dinero. Porque uno de los últimos disparates es el de iluminar a toda luz el Roque Bentayga. Así, sin más. Y se quedan tan anchos, como si ya no tuviéramos en esta tierra nuestra exceso de contaminación lumínica, acrecentada últimamente por esos monstruos que se han apoderado de nuestros muelles, dicen que para repararse. Algunos de ellos con una iluminación que causa escalofríos. He oído decir que vienen desde muy lejos. ¡Qué raro!... ¿Acaso será que en otros lugares no los dejaron “arrimarse”?
Pero volviendo a Tejeda, al Roque Bentayga, Bien de Interés Cultural, que por sí sólo se basta y sobra para lucir y relucir, no en vano es una de las formaciones rocosas más singulares de la isla de Gran Canaria, que aún guarda en su caldera los lugares de culto, enterramiento y arte rupestre de los primeros habitantes de la isla. Aducen los políticos de turno que los vecinos del municipio están muy contentos con dicha iluminación, y que la única que no lo está es la Federación Canaria de Montañismo. Se ve a la legua que ellos son los más sensatos. Porque, ¿qué pasa con la biodiversidad del lugar, cómo no se va a ver perjudicada si de la noche a la mañana convierten su hábitat en día permanente? No hace falta ser muy inteligente para entender que eso va a perjudicar, como poco, a la fauna.
Ya es hora de que se piense con la cabeza, basta de más agresiones al medio ambiente; bastante deteriorado lo tenemos ya.
* En La casa de mi tía por gentileza de Ana Beltrán