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viernes, 19 de abril de 2024 00:09h.

La base del cambio - por Ayoze Corujo

Algunas veces tengo la sensación que soy un extraño en mi propio habitat, que soy un extranjero de otra galaxia que he aterrizado con mi nave circunferencial atravesando un largo camino de millones de años luz, y finalmente he recaído en este planeta.

La base del cambio - por Ayoze Corujo Hernández

Algunas veces tengo la sensación que soy un extraño en mi propio habitat, que soy un extranjero de otra galaxia que he aterrizado con mi nave circunferencial atravesando un largo camino de millones de años luz, y finalmente he recaído en este planeta. ¿Será que yo mismo le doy demasiadas vueltas a lo que esta sucediendo?¿que me doy muchos remontamientos de cabeza y tendría que dejar de hablar de la injusticia, de las barbaridades que pasan día tras día, y dejarme llevar por el devenir de las cosas?

Pero, por otro lado (mi lado racional) me dice que no, que siga expresando lo que yo creo, que siga revindicando lo que sucede, haciéndole ver, a la poca gente que me rodea, que tenemos que cambiar, y que tenemos que hacerlo ya ; porque está mas que claro que el Sistema quiere precisamente aquello, que nos resignemos y nos callemos dejando que ellos lleven el control.

Cuando converso con mis amigos (de los temas de actualidad de Estado y Social) , nos adentramos en una tertulia complicada y compleja, difícil. Por una parte, la situación es complicada, y por otra, las ideas y teorías expuestas se alejan de la realidad. Todos coincididos en que la situación es dura y ardua, pero no nos ponemos de acuerdo en la forma de acabar con ella y nos dejamos invadir por el rencor y el pesimismo; somos tan perceptibles, que lo primero que hacemos es achacar la culpabilidad al gremio innombrable, seguido de “ nosotros no lo vamos a cambiar...”.

No comparto esa idea, podemos progresar, es más , somos nosotros los que tenemos las llaves para cambiar todo el atroz momento que nos ha tocado vivir. Las leyes, los reales decretos y toda esa parafernalia, son papeles escritos con estructura formal y decorados con palabras bonitas, pero el papel no es más que papel, y es escrito por un individuo que al fin y al cabo le dará la verdadera importancia de lo que reclama dicho documento. Me refiero a que hasta que no cambie la sociedad, hasta que no nos impliquemos directamente y verdaderamente en lo que se requiere, seguiremos igual.

Mis amigos hacen preguntas de cambio, pretendiendo que las respuestas a tales cuestiones solucionen mañana mismo la situación. Si pretendemos creer que mañana por la mañana tendrás solucionado todos los problemas, no razonas con nitidez. Esto no se solucionará ni dentro de un año, ni de dos, ni de diez; si realmente queremos que la situación mejore nos tenemos que concienciar de que será un proceso a largo plazo, un proceso que requiere de complicidad ciudadana, con propuestas e ideas y con una doctrina clara : “No volver al pasado”.

¿Y como nos aseguramos de no volver al pasado?, pues muy sencillo y a la vez complicado. Se debe crear una nueva sociedad que no cometa los errores que cometieron sus antecesores, inculcando nuevos y limpios valores, haciéndoles ver que lo verdaderamente bonito y esencial es luchar por lo que realmente uno quiere con esfuerzo y constancia, que sepan que lo importante es el interior y no lo tangible, excluyendo clases sociales que no llevan a nada , pero con lo mas importante, con CULTURA.

Quiero imaginar, que en un futuro tendremos en las calles gente con verdaderas capacidades culturales, capaces de no dejarse engañar por el primer “pelagato” con ansias de poder. Reconozco que tener una sociedad cien por cien limpia de tentaciones ociosas es algo complicado, pero teniendo a la mayoría con cultura se impedirá que el “mal” llegue al poder.

Cuando les comento esto a mis colegas de conversación, se quedan estupefactos intentando ingerir tal opinión que se aleja de lo común de los telediarios, porque es verdad que poca gente se pone a reflexionar en el núcleo del problema, y tal núcleo vuelvo a mencionar, son las personas. Alguno intenta contrarrestar con que ni tú ni yo podemos hacer nada, que nos debemos sentar a esperar a que los de “arriba” tomen las diligencias oportunas y que es mejor intentar sobrevivir,que ya sobrevivir es duro, para estar complicándote con temas tan enrevesados.

Sinceramente no puedo. Y no puedo porque cada vez lo veo mas claro, observo tal exceso de poder, tal atropello a la llamada “democracia”, tal despotismo de esos parásitos del pueblo, con una opresión semejante a las de las dictaduras, que me da pudor ; pero por otro lado me resigno, supongo que es esto lo que nos merecemos, son estas las consecuencias que pagamos por ser una sociedad corrompida, sin valores ni moralidad , pero sin lo más importante : sin CULTURA. 

 

AYOZE CORUJO HERNÁNDEZ

Estudiante de 2º de Bachillerato en Lanzarote