Buscar
martes, 16 de abril de 2024 08:01h.

La Participación en el Ajedrez Canario - por Pedro González Cánovas

El ajedrez es el juego más completo que existe; o eso creo. Yo, hasta le ponía nombre a cada Peón...

La Participación en el Ajedrez Canario - por Pedro González Cánovas

El ajedrez es el juego más completo que existe; o eso creo. Yo, hasta le ponía nombre a cada Peón...

Así, como en todo ajedrez hay un Rey y una Reina, en Canarias también tenemos a un "pequeño"  Rey; aunque podríamos tener una reina o, en el peor de los casos,  tendríamos una "reinona". Y lo digo sin ánimo de ofender, como me consta que se decía en la época de Saavedra.

Pero no es el caso. Hoy es nuestro "pequeño" Rey el que crea las preocupaciones, porque es que un Rey no sirve para otra cosa y esto se complica aún más cuando, encima, es pequeño.

Lo gracioso es que aquí se da un caso inverso. A mí me gusta llamar así, al hecho de que el Rey y su séquito pretendan jugar con el jugador y se hayan rendido a Las Blancas tras primera jugada; en vez de ser que el jugador maneje al Rey y su séquito para intentar ganar la partida. Nuestro Rey parece rendido y solo, ante triunfos de Las Blancas, pero además, intenta hacerle creer al jugador que es lo natural y tiene que ayudarlo a seguir escapando hasta el final.

Su invisible Corte de Torres , Alfiles y Caballos no aparece. Ya ni se sabe si existió. Con lo fácil que sería dar con ellos, tan sólo mirando quién sigue en nómina. No pasaría de fin de mes; pero no hay voluntad para ello: Ni por parte del Rey, ni del jugador.

Los Peones, que parecieron crecerse con la llegada del funcionariado, se estancaron y, como amarrados, ya no se pueden mover: no encuentran movimiento de avance ni lateral.

El ajedrez no es un juego guanche, aunque parece que tiene mucho que ver. O así se ve desde Canarias, quizás por ser una hora antes que en otros sitios o, quizás, por ser allí una hora después.

Oiga, si usted ve que me falta algo, o quiere animarse a jugar otra vez. Si se presta a entrar en batalla y hacer de la partida objetivo de victoria; tenga cuidado conmigo, que no se me escapa una, me anticipo como buen canario a la jugada y si lo que busca es madera blanda, yo le advierto "que los palos van a llover". Que aunque no sea guanche el juego, yo, como el más humilde Peón, juego también.

 

Pedro González Cánovas