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jueves, 18 de abril de 2024 07:56h.

Las lágrimas de la crisis - por Marcelo Rodríguez Santiago

Un profesor canario realizó una tesis sobre el subdesarrollo y conocía todas sus variables, parámetros y porcentajes, pero no había percibido el subdesarrollo por los sentidos hasta que vio, olió y padeció con una infección intestinal el subdesarrollo en Mauritania.

Las lágrimas de la crisis - por Marcelo Rodríguez Santiago  *

Un profesor canario realizó una tesis sobre el subdesarrollo y conocía todas sus variables, parámetros y porcentajes, pero no había percibido el subdesarrollo por los sentidos hasta que vio, olió y padeció con una infección intestinal el subdesarrollo en Mauritania.

A mi familia le afecta la crisis pero no nos ha cambiado la vida, por lo tanto no habría conocido el triste rostro de la crisis de no haber asistido a dos desahucios, si no hubiera visto también las urgencias colapsadas e igualmente a muchos trabajadores dramáticamente abandonados.

Cuando nos dicen que llegaremos a ver el final del túnel despiden, este  pasado mes de enero, a todos los trabajadores de un complejo turístico en Playa del Inglés. Allí pasábamos mi mujer y yo muchos fines de semana con unos niños saharauis y otras veces nos visitaban algunos sobrinos.

Los trabajadores nos honraban con su presencia, beneficiaban por su productividad, porque los bungalows no crecen ni se reproducen y nos gratificaban con su servicio.

A estas personas y sus familias la crisis les ha cambiado la existencia de por vida: algunos de sus hijos no pueden continuar los estudios, a todos les será muy difícil volver a encontrar empleo, porque han dejado su juventud en el complejo y se encuentran en la mediana edad.

Además los trabajadores han sido víctimas de la perfidia urdida por los antiguos gestores de la explotación, cuyas familias siempre recibieron buenas atenciones en el complejo y a ellos les fue bien habiendo mejorando su patrimonio: dejaron de pagarles los salarios mientras prometían solventar la falta de liquidez y llevan muchos meses sin cobrar, les aseguraban  continuidad en sus puestos de trabajo y traspasaron la explotación a otro gestor que los despidió y desapareció, pero el complejo siempre ha estado abierto y sigue recibiendo turistas con la llegada de una nueva empresa explotadora.

Hemos visto llorar muchas veces a las camareras, ya no les quedan lágrimas en los ojos y algunas tienen el estado anímico hundido.

Me siento consternado con el destino de estos compañeros, yo  he pasado  por vicisitudes parecidas como empleado del turismo en Cataluña y Canarias.

Don Antonio Morales Méndez declara: "Defender el turismo es defender a sus trabajadoras y trabajadores, no podemos tener un turismo de calidad si las condiciones en las que está el personal no son de calidad".

Me siento complacido y agradecido con la declaración del Sr.Morales, cuya dignidad nos honra como trabajadores y ciudadanos de Gran Canaria.

 

* En La casa de mi tía por gentileza de Marcelo Rodríguez Santiago