Buscar
martes, 23 de abril de 2024 08:02h.

Por el Macizo del Noroeste... - por El Padre Báez

... no se va a escuchar sino el viento silbar, porque lo que es un balido de cabra, o los machos (abubiando) engendrando, y los baifillos retozando con cabriolas, de todo esto, ¡nada!

Por el Macizo del Noroeste... - por El Padre Báez, presbítero

... no se va a escuchar sino el viento silbar, porque lo que es un balido de cabra, o los machos (abubiando) engendrando, y los baifillos retozando con cabriolas, de todo esto, ¡nada! Nada se moverá en él, al no haber vegetación o flora alguna si es que desaparecen las cabras, la única garantía que perduren lo de siempre, que no endemismos. Sin las cabras, desaparece la vida, y la biodiversidad, que gracias a ellas siempre tuvimos, y que sin ellas se acabará, lo que hay por allí, y que un servidor conocedor del lugar, nada endémico nunca encontró, salvo las cabras ahora después de la matanza que han hecho o lleva haciendo el cabildo. Por supuesto, que en eras, ciclos, tiempos pasados, por allí habían cedros, sabinas y pinos, pero al presente, ¡nada de nada!, y volver a aquello, imposible con el cambio climático y la erosión habida. Y todo ha quedado como bien la Geografía lo califica: en un “macizo”, donde es imposible plantar y esperar el milagro de que pegue algo (aunque después culpen a las cabras de haberse comido lo plantado, que sería justo su muerte y no a tiros, sino reventadas, al calentársele la resina en la panza y no poder “rumiar”). A lo plantado, por estos macacos, le hacen fotos, las envían a Europa y cuando Europa quiere ver el bosque le dicen estos memos: “¡las cabras se lo comieron!” Entonces Europa les dice quiten las cabras y estos hombres de ciencia entienden hay que matarlas. Y es que no cabe ni hay otra solución, sino dejarlas donde están, donde siempre estuvieron y a donde volverán antes o después, pues sabido es: “¡la cabra tira pal risco!”.

El Padre Báez, que sin las cabras quedamos al 50% de nuestra Historia, y hasta perdemos la esencia  de nuestra identidad y raíz. Son nuestras hermanas y madres, -en decir de san Francisco de Así-, y es que nos amamantaron, nos han criado, nos alimentaron, nos vistieron, fueron ropa de camas, y hasta en las tumbas su pieles nos envolvieron.

----------------------------

“... hay mucho insubordinado, charlatán y embaucador... y hay que taparles la boca... diciendo lo que no deben y todo por sacar dinero...” (Tito 1, 7-11; 2, 1-8).

*Remitido por El Padre Báez para su publicación en La casa de mi tía