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jueves, 28 de marzo de 2024 09:57h.

nos va a tocar luchar

Las mafias de la vivienda que nuestros políticos no quieren ver - por Eloy Cuadra

 

FRASE CUADRA

Las mafias de la vivienda que nuestros políticos no quieren ver - por Eloy Cuadra

Abordamos hoy quizá la cuestión más espinosa e incómoda de todas las que rodean al negocio de la vivienda, por tratarse de actividades éticamente siempre dudosas y en ocasiones totalmente ilegales. Se trata de las mafias, y digo "mafias" porque todas practican algún tipo de actividad contraria a la ley, y van en plural porque por desgracia no es una sola, son unas cuantas. La primera de ellas, tal vez la más conocida, son esas supuestas empresas que se ofrecen a sacar a la persona que ocupa una vivienda por unos módicos miles de euros, la mayoría de estas empresas por no decir todas se presentan con tipos de porte muy musculado que a menudo usan de la coacción y la intimidación al más puro estilo mafioso para " invitar" a la persona ocupante a marcharse, asegurando poder hacerlo en un plazo de 72 horas. ¿Por qué proliferan en España este tipo de empresas con prácticas que rozan lo delictivo y ninguna administración política hace nada por ponerles freno? A poco que entendamos lo muy conservadora que es España sabremos que estas empresas vienen a justificar a esa parte mayoritaria de la población amante de la propiedad privada y de que las cosas no cambien nunca, que entienden que toda ocupación de vivienda es ampliamente condenable y responde siempre a gentes de mal vivir. A años luz de lo que sucede en media Europa, en Holanda por ejemplo, es legal ocupar una vivienda que lleve más de un año vacía, o en Austria por ejemplo, un gobierno similar a Vox, con el parque de vivienda pública en alquiller de lo más de toda Europa. Pero Spain is dífferent amigos, hace falta cierta valentía para enfrentarse a esta gente, teniendo como tienen detrás al sentir de media España, a unos cuantos partidos y a bastantes empresas y medios de comunicación. Es el negocio del miedo, en el que ganan multitud de empresas vinculadas a la seguridad, a lo jurídico y también a lo político, con las que tienen negocios no pocos medios, de donde ganan también empresas como el Partido Popular, Ciudadanos o VOX, reforzando su discurso aporofóbico de criminalización del pobre y justificación de las desigualdades.

La segunda de las mafias de la vivienda que vamos a tratar hoy tal vez no sea tan conocida pero es sin duda la más poderosa, son los propios fondos buitre, que muy bien definía cómo "mafias" el compañero Lolo Dorta el otro día en Televisión Canaria. Y es que los fondos buitre también usan de las empresas de desocupación que acabamos de nombrar para echar a las familias a la calle con métodos muy poco legales, así, hace unos meses, en esa tierra sin ley que es el sur de Tenerife nos encontramos con un fondo que manda a fornidos extranjeros a echar a la gente a la calle en plena noche, a fuerza de entrar por la fuerza cambiando cerraduras y sacándolos al portal en pijama. También los hay algo más sutiles por supuesto, como Coral Homes (segundo máximo tenedor de vivienda de Canarias solo por encima del Instituto Canario de la Vivienda). Este fondo buitre americano vinculado a Caixabank acostumbra a contratar a empresas de mediación, donde son habitualmente señoritas muy educadas y decididas -en Tenerife es famosa una tal Nerea- las que llaman a las familias por teléfono para ofertar primero una pequeña cantidad de dinero, cuando la familia no acepta el primer chantaje comienzan con el martirio psicológico, las burlas, las amenazas, y las familias acaban muy a menudo presas de un ataque de nervios, de una depresión o de cosas peores. Y si esta conducta es claramente mafiosa, ¿cómo calificaríamos lo que hacen estos fondos buitre, apropiándose de cientos de miles de viviendas a precios irrisorios muy por debajo del mercado, en su mayoría arrebatadas a las familias que las habitaban y que en buena parte ya habían pagado, para venderlas ahora a precio de oro a beneficio de empresarios extranjeros? También en este caso resulta escandaloso, y otra vez nos encontramos con que en España no hay nadie que sea capaz de hacerle frente a estas mafias buitre, y es que de nuevo hace falta valentía, y en nuestro gobierno actual con Pedro Sánchez viajando a Estados Unidos a rendir pleitesía a los fondos buitre no parece que haya mucha, tampoco hay mucho tino cuando promulgan una ley que va a limitar los precios del alquiler y que tratándose de España no va a suponer más que una merma aún mayor de la vivienda en alquiler. A todo esto en España hay 3,4 millones de viviendas vacías, la mayoría de fondos buitres y grandes tenedores. El problema, y la solución, está en esos 3,4 millones de viviendas vacías, creo, no en los precios del alquiler. 

Y así llegamos a la tercera mafia de la vivienda, la que actúa en los niveles más bajos, mueve menos intereses y menos capital pero en Canarias es especialmente perniciosa. Estas mafias en Canarias actúan sobre todo gracias al descontrol que hay en el Instituto Canario de la Vivienda y en Visocan, y es que ni uno ni la otra llevan una fiscalización mínima de las viviendas que tienen, el Instituto Canario de la Vivienda afirma tener unas 14.000 viviendas, Visocan dice que en torno a 5.000, pero lo cierto es que no saben ni cuántas son en realidad, ni en qué régimen están, y mucho menos si están vacías, ocupadas, abandonadas, subarrendadas o vendidas ilegalmente. A veces porque la persona asignataria de la vivienda se murió, otras porque decidieron mudarse de barrio, otras porque la economía mejoró y ahora se dedican a alquilarlas, otras porque no pagan la hipoteca, o el alquiler, o lo que sea, y de esta falta de fiscalización se aprovechan las mafias, ocupando estás viviendas públicas fuera del control de las administraciones o echando a familias a la calle con métodos poco legales, para luego alquilarlas o venderlas casi siempre al margen de la ley. Estás mismas prácticas mafiosas las repiten en las viviendas vacías que tienen en Canarias los bancos y los fondos buitres, existiendo al fin y a la postre un mercado negro o submundo del alquiler y la venta de vivienda que controlan estas mafias alternativas, perjudicando básicamente a las familias que peor están, que no encuentran ayuda por el lado de las administraciones y cuando tratan de buscarse la vida por su cuenta se topan con la actividad de esta gente.Lo triste del asunto es que ya desde el año 2003 la ley Canaria de Vivienda recoge la creación de la policía de vivienda para controlar este tipo de actividades fraudulentas, y deriva en los cabildos en coordinación con el Instituto Canario de la Vivienda su desarrollo y puesta en marcha. En 2015 se aprobó en pleno del Cabildo la activación de esta policía de vivienda. A día de hoy ni Gobierno de Canarias ni Cabildo alguno han puesto en marcha esta unidad.

La última mafia de la que vamos a hablar hoy es una que actúa prácticamente en todos los ámbitos, y no iba a dejar al negociazo de la vivienda aparte: me refiero a la mafia política. Así, si buceamos un poco en las páginas de empresas nos sorprenderemos con la cantidad de políticos y ex políticos que tienen vínculos o intereses en el mercado de la construcción o en el inmobiliario, Paulino Rivero sin ir más lejos, ese maestro de escuela que llegó a ser Presidente del Gobierno y que ahora es Consejero en una potente inmobiliaria madrileña que vende pisos de lujo en Tenerife. Es solo un ejemplo de lo mucho que se puede sacar pegado al ladrillo, hay más en las administraciones, ¿recuerdan el caso del Catastro destapado hace años por el Diario de Avisos?, por no hablar de lo que les gusta a los políticos eso de construir vivienda, aunque en Canarias tengamos 150.000 viviendas vacías. ¡Nooo, ¿para qué vamos a tocar esa vivienda vacía?!, ¡no vaya a ser que se moleste algún empresario poderoso!, ¡mejor apostamos por construir y construir, y de paso si se puede nos llevamos una mordidita!

 Entendemos ahora por qué hay tantas mafias actuando en torno a la vivienda y nuestros políticos nada hacen ni quieren ver, y es que el título del artículo venía con trampa, sus señorías también están metidas en el ajo. Sobra decir que estamos ante la crisis habitacional más grave que ha sufrido esta tierra canaria en su historia, nos va a tocar luchar.

 

* La casa de mi tía agradece  la gentileza de Eloy Cuadra

ELOY CUADRA

 

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