Magia en la Pintura:  King´s Cross - por Rosario Valcárcel

En la Sala de Exposiciones del Club LA PROVINCIA, (C/. León y Castillo, Nº 39-bajo), a las 20:00 horas del día 03 de Enero de 2013 se inaugura la Muestra " KING'S CROSS STATION 9 3/4 ", que podrá visitarse de lunes a viernes de 18 a 22 horas hasta el día 18 de Enero.

Draco dormiens numquam tintilandus;  Nunca hagas cosquillas a un dragón dormido.

El arte se comunica por sí mismo; no obstante, Diego Casimiro, una vez más, organizador de este evento, me ha invitado a decir unas palabras, a presentar 37 pintor@s, cosa que agradezco y mucho porque esta exposición es especial. Es una muestra en el que la literatura y la pintura se han comunicado, en el que tod@s las pintores  han tenido que poner en  marcha su capacidad de fabulación e ingenuidad.

Y lo han conseguido. Han descrito el mundo de fantasía de los libros de la autora británica J.K. Rowling. Nos han trasmitido sentimientos, sensaciones, el aspecto bucólico, emociones universales,  y lo han plasmado a través de ese bello recurso expresivo que es el lenguaje plástico. Así, nos conduce esta exposición a pinturas en acrílico sobre lienzo o sedas, óleos sintetizando una realidad mediante la utilización matérica, que parten de la saga literaria de la autora inglesa y del todopoderoso Harry Potter y sus amigos. Entre los que fluyen el malvado mago Lord Voldemort  y serpentean seres mitológicos o fantásticos. La ambientación ficticia de un mundo que ha atrapado a miles y miles de lectores.

Y surge la escena en la estación de metro  King´s Cross. Una estación que desde antes de construirse  ya estaba dotada de cuerpo y alma. De nacimiento y muerte porque no hay que olvidar que fue el emplazamiento de un hospital de fiebres y viruelas, en donde se  produjo un incendio, un atentado terrorista en el que explosionó una bomba… Pero ha sido también escenario de otros muchos acontecimientos como la novela “Transit “de la serie de televisión británica de Doctor Who. O de la marioneta Roland Rat que se decía que vivía en las alcantarillas bajo la estación  de King´s Cross. También de una mujer Rosaleen Norton que protagonizó el escándalo y la fama, una especie de bruja que a los quince años ya le publicaban historias de horror. Conocida  por sus dibujos y pinturas, expresaba verdaderas orgías de simbología en las que mezclaban elementos freudianos, en boga en la época, paganismo grecorromano, fantasía propia y elementos  de magia negra. Una mujer que se  desenvolvió con tanto éxito en la atmósfera bohemia de King´s Cross que sus murales y pinturas decoraba los cafés de la época, como el Kashmir o el Apollyon.

El andén 9 ¾ es  un andén, un corredor que, casi en penumbra, existe y que el popular mago de ficción Harry Potter accedía de forma incorpórea a tomar el tren que habría de llevar a los aprendices de brujos a la escuela de Hogwarts.

Un andén misterioso y unos railes imaginarios por el que nuestros pintor@s  atravesando distintos territorios plásticos, crean la espera de un tren o una locomotora que traquetea sobre railes o trenes que se alejan en el momento de poderlos alcanzar. O un tren que con  las iniciales de Hogwarts Express circula por carriles vacíos en donde podemos escuchar la vibración de los motores o el pitido de la locomotora que deja escapar el humo, que se riza y se retuerce hasta el cielo en una danza cromática. Sonidos que crean armonías premeditadas y silencios tan llenos de significados que roza el misterio.

Sucesos maravillosos. Plasman nuestr@s pintor@s instantes mágicos repletos de color, de fuerza y de su visión sobre una obra. La presencia de la magia en bosques con animales o verdes enredaderas colgantes con flores de puntas rojas. Pausas soñolientas, fuerzas misteriosas como en la Cámara de los sueños o la de los Secretos, cromatismos que se desbandan entre monstruos que aparecen o desaparecen engullidos por las entrañas de la tierra o en calles con melosas ventanas de vidrieras, con esa expresión tan londinense. Harry Potters y sus gafas, el prisionero de Azkaban, un fauno o la magia inocente de los niños que cobijan las palabras, que sueñan entre dameros, dragones, reyes. Criaturas extraterrestres. Primigenios que con un poder acompasado de alas se alzan al vuelo y desaparecen entre las huellas de los árboles abatidos por el viento.

Realizan nuestros pintores tiernas composiciones, escenas de castillos que se engrandecen, ventanas a los que una lluvia fantasmal las mueve, sombras que como algodones rodean un jardín dormido y el Lago Negro que lanza gemidos igual que si el fin del mundo hubiese comenzado ya. Toda clase de encantamientos por donde trotan unicornios entre casas sumidas en un pesado silencio.  Y el Castillo Hogwarts y el paisaje de Escocia colmado de mechones de nubes que se diseccionan en colores rosas, verdes o azules. Plasman la inmortalidad a través de la capacidad de renacer de las cenizas. Plasman sus sueños infinitos.

Y como no, coincidiendo con estas fechas otoñales podemos observar instantes mágicos como la vendedora de fantasías, las castañas calentitas en un espacio muy inglés. Y el nacimiento del Niño Dios, envuelto en un aurea de cuento.

Aunque hoy la estación de King´s Cross Station la han restaurado, remodelado y  transformado en una gigantesca estación social y comercial. Refugiándose en un juego de luces  de ensueños, de brillos artificiales que no parece venir de ninguna parte, creando un espectáculo poco habitual en una estación ferroviaria que se ha convertido en el símbolo de la ciudad. Sin embargo el andén 9 ¾ sigue allí y se encuentra entre las plataforma 9 y 10 de King´s Cross, donde todos los días una pequeña multitud  sueña con retratarse en la extraña pared que casi suspendida en el aire posa junto a un carrito solitario y melancólico.

Una estación que se ha convertido en un lugar cargado de humanidad. En donde surgen visiones jubilosas ante ojos noveleros, ante ojos que meditan sobre la fantasía. Ojos que se sienten  satisfechos de rendirse ante la magia, ante una pared que parece que tiene alma. Ojos que se sienten satisfechos de rendirse ante el pequeño homenaje de  King´s Cross.

Ahora bien si las leyendas y la magia nos causa admiración o desconcierto entonces esta exposición pictórica de arte figurativo, simbolista, surrealista…, desbordante de color nos atrapará por su influencia decorativa, porque con ella podemos  divertirnos, reírnos, precipitarnos en la irrealidad.
Podremos disfrutar del color y del sonido inspirado en la magia, y a pesar de que la canción se acabe, la melodía  seguirá sonando en unas pinturas que podrían ser un placer para quienes las posean.

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