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jueves, 28 de marzo de 2024 09:57h.

Tras la manifestación de los pensionistas - por Nicolás Guerra Aguiar

 

FRASE PENSIONISTAS

 

Tras la manifestación de los pensionistas - por Nicolás Guerra Aguiar *

El pasado sábado la calle, por medio día, volvió a ser de quienes la habían recuperado durante el último cuarto del siglo anterior (Antonio González Viéitez camina por ella desde siempre). No estaban todos, claro, por obvias razones -y otras-. Pero quienes allí se BERGOGLIOencontraban volvieron a constatar que a veces ellos y representantes políticos viven en galaxias rigurosamente ajenas; quizás los separan exquisitos planes de pensiones y nóminas bien despachadas. Eran los pensionistas. De ellos habló el mismo domingo el papa Francisco: “Los mayores son la memoria de la Humanidad”.

pensionistas bilbao   No se refería el papa -acaso olvidaron decírselo- a los cientos de miles de retirados españoles que pretendieron ser -como los bilbaínos- únicos protagonistas el sábado 17. Cientos de miles de jubilados -135 000 en Bilbao, un tercio de su censo- reclamaron la justa revalorización de sus pensiones; recalcaron su delicadísima situación social con percepciones de 450 o 600 euros y despreciaron la burla del Gobierno tras la subida del 0,25%. (Muchos miles han sido manantial de votos para el PP.)

pensionistas rompen cartas   También rechazaron las cartas enviadas por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social: burla a millones de ciudadanos; torpeza; deshumanización; prepotencia; despilfarro de dinero público, como en Cataluña... Otra vez -pasó en 2015- la insensibilidad del Gobierno con los pensionistas y las posteriores rectificaciones cuando las rompieron públicamente.

BAÑEZ RAJOY   Tres años atrás dijeron desde la vicesecretaría del PP que al Gobierno “le faltó piel” ante los más afectados por la crisis. Hoy el señor Rajoy, como en 2015, recupera la misma frase (“Nos ha faltado piel”) y muestra camaleónica sensibilización: “Es una carta que a nadie le hubiera gustado recibirla”.  Pero la señora Báñez, ministra desde 2011, sigue en activo.

   Sin alteración del orden ppúblico, agresiones o tácticas guerrilleras -pero tremendamente cabreados (en Canarias, emputados)- caminaron bajo la lluvia, el frío, el viento o la perpendicular caída del sol canario. El mismo sol que quizás secuestró a miles y miles de isleños y los llevó a la playa, a los quesos en Moya o condujo hacia alguna fiesta carnavalera todavía pendiente… si no estaban extenuados por la chispeante nocturnidad que transportó a muchísimos jóvenes desde el botellón hasta la del alba…

pensionistas LPGC 17 Mpensionistas SCTF 17 M

   Sí, los pensionistas salieron a la calle en manifestación. Pero no fueron los nueve millones, ni sus hijos y nietos los acompañaron a todos. Muchos, bien es cierto, por ineludibles obligaciones. Para otros, las imposibilidades de asistencia se multiplicaron por encima de la limitación humana (“Mis hijos no vinieron porque al no estar mi marido y yo tenían que darles ellos el desayuno a los niños”; “Mi hija no está porque al no estar yo se quedó ella a hacer el almuerzo para los niños”…).

   Si nos limitamos a los titulares, las manifestaciones triunfaron clamorosamente en Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife: “Miles de personas”; “Exitosa manifestación”; “Las marchas han sido históricas”… Incluso hasta un sindicato participante -se dijo en la Plaza de la Feria de Las Palmas- llegó a pregonar que los éxitos marcaban el camino para una huelga general (¿era el momento apropiado?).

   ¿Fue realmente tan apabullante la presencia de ciudadanos en la correspondiente a Las Palmas de GC? ¿Estuvo la parte baja de la ciudad absolutamente colapsada? ¿Tuvo algún parecido con la manifestación de 1982 cuando la ciudadanía exigió la universidad (ULPGC) y reunió a 200.000 personas? La realizada (2003) “Por la Paz” y contra la intervención española en la guerra de Irak convocó a 100 000. Si la Delegación del Gobierno estimó en 21.000 concurrentes la opuesta a las prospecciones petrolíferas (2014), ¿no sobrepasó tal cifra, acaso, el cómputo real? Por tanto, ¿puede ser considerada la del pasado sábado con tales adjetivos y alharacas? Por varias razones yo no tiraría voladores.

   Gran Canaria alberga una población de casi 850 000 habitantes (la provincia sobrepasa el millón cien mil) y en su capital residen 380 000 palmenses. Sin embargo, las cifras -muy optimistas- hablan de 35 000 personas en la manifestación del sábado (4.400 según datos oficiales)… pero sin aglomeraciones y con espacios vacíos entre distintos movimientos sindicales. Por el contrario, la carnavalera Cabalgata del 17 de febrero congregó a casi 300.000 participantes, ¡un tercio de la población grancanaria! (Por razones obvias, muy pocos eran abuelos.)

   La provincia de Vizcaya tiene 1.150 000 personas censadas y la capital, Bilbao, ronda las 345.000, casi a la par con Las Palmas y LPdGC, respectivamente. Pero el sábado hubo una gran diferencia: a la manifestación de Bilbao acudieron 135.000 personas bilbaínas, pues en las otras dos capitales de provincia (Vitoria, San Sebastián) hubo manifestaciones el mismo día y a la misma hora. Ambas, también, “superaron con creces todas la expectativas”.

   Si en la provincia de Las Palmas hay en torno a 160.000 pensionistas, ¿es descabellado suponer que al menos ciento veinte mil residen en Gran Canaria? Si la mitad de ellos (60.000) está en buenas condiciones físico – psíquicas, ¿por qué no asistió? Más: los supuestos 120.000 jubilados grancanarios tienen hijos. Y estos, a su vez, son padres de veinte mil alumnos matriculados en la ULPGC: ¿dónde estaban hijos y nietos? Tendrá la Plataforma que plantearse muchas cuestiones con la serenidad exigida y, a la vez, sacar conclusiones. (¿Influirían, acaso, factores externos previos o es el tan socorrido “carácter isleño”?)

   Como aportación personal, cuatro constataciones: la manifestación de Bilbao caminó bajo la guía de una sola pancarta impuesta por la Plataforma (“Pensiones públicas dignas. No 0,25%”). Ni una bandera, ni tan siquiera la ikurriña. Partidos y sindicatos enviaron representantes, pero se mantuvieron –fue lo pactado- en un discretísimo segundo plano. Únicos protagonistas, pues, los jubilados.

PENSIONISTAS BILBAO

pensiones  

Sin embargo, debemos celebrar lo que se reemprende en Canarias: la pacífica recuperación de la calle por miles de personas.  Y esto ha sido posible gracias a la manifestación del pasado sábado. Mi aplauso y agradecimiento, por tanto, a la Plataforma y asistentes.

 

 

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Nicolás Guerra Aguiar

NICOLÁS GUERRA AGUIAR RESEÑA