Mascotas mal educadas, ¿dueños irresponsables? - por Drago M. Rodríguez Klisanic, policía local de Las Palmas de Gran Canaria (LPGC) *

Tener un animal es tener una serie de obligaciones que debemos estar dispuestos a cumplir. Todos debemos convivir teniendo en cuenta aspectos fundamentales como son seguridad, civismo y respeto al resto de ciudadanos.

Obligaciones genéricas

Los propietarios de mascotas estarán obligados a identificarlas censalmente (microchip) e inscribirlas en el Censo de Animales de Compañía, cumplir el calendario de vacunaciones obligatorias, desparasitarlas periódicamente, someterlas a observación veterinaria cuando sea necesario, mantenerlas en buenas condiciones higiénico-sanitarias, alimentarias y de desarrollo físico saludable así como a tenerlas en alojamientos adecuados.

Sus dueños serán los responsables de los daños, perjuicios y molestias que ocasionen a personas, bienes y al medio natural, por lo que es recomendable contratar un seguro de mascotas. Este puede incluir defensa jurídica y responsabilidad civil, asistencia veterinaria, daños al animal (accidente, robo, extravío), estancia en residencia canina por hospitalización del asegurado, sacrificio del animal y eliminación de restos en caso de que sea necesario.

Animales en domicilios particulares

Se podrá limitar el número o tenencia de animales de compañía (en el caso de perros y gatos, la suma total no podrá superar los cinco). No se podrán dejar solos en los domicilios durante un tiempo en el cual pueda peligrar su integridad o causar molestias. No podrán permanecer de manera continuada en terrazas o patios debiendo, en todo caso, pasar la noche en el interior de la vivienda (en el caso de viviendas unifamiliares podrán permanecer en los jardines de las mismas cumpliendo siempre las condiciones de bienestar del animal).

Está prohibido perturbar la vida de los vecinos con olores, emisiones o ruidos emitidos por los animales.

Animales en espacios públicos o privados de concurrencia pública

Deberán ir siempre acompañados y conducidos por persona que ejerza un control efectivo sobre los mismos e irán siempre con correa que permita su control de una manera segura.

Se recogerán sus excrementos inmediatamente utilizando envoltorios impermeables y depositándolos cerrados en el contenedor.
Se utilizará únicamente agua para diluir la orina (sin lejías, detergentes u otros).

Los animales deben caminar lejos de los bordillos, en la zona más próxima a los edificios. De esta manera se reduce el riesgo de que pueda interferir con los coches que circulan por la calzada. 

Se prohíbe alimentar en vía pública a animales que puedan constituirse en plagas, jaurías o gaterías.

Está prohibido el tránsito o estancia de animales en playas, paseos marítimos y avenidas de las mismas (excepto perros - guía). -Una nueva normativa que se encuentra pendiente de aprobación introducirá cambios en esta norma-.

En establecimientos públicos

Cuando la entrada y permanencia de animales no esté prohibida por ley, el propietario del local podrá permitirlo o prohibirlo debiendo señalizarlo de forma visible. 

En el caso de permitirlo se deberá, cuando las circunstancias lo requieran, delimitar una zona adecuada garantizando las condiciones de higiene y seguridad y siempre con correa, bozal (en caso necesario) y control visual permanente.

En transporte público

Podrá ir en transporte colectivo la mascota de pequeño tamaño (que no supere los siete kg) en transportín de medidas equivalentes a un equipaje de mano. El resto de animales quedará sujeto a lo dispuesto por las empresas públicas de transporte colectivo. En el caso del taxi, únicamente si el conductor del mismo lo permite.

Transporte y permanencia de animales en vehículos particulares

Deben estar bien sujetos al vehículo para evitar que interfieran en la conducción o salgan despedidos en caso de accidente con un sistema de sujeción y/o seguridad homologado en función de la talla o peso del animal. 

Prohibido mantenerlos en el interior de vehículos salvo por causa justificada y por un tiempo no superior a dos horas, siempre y cuando disponga de ventilación suficiente y la temperatura exterior no supere los 25 ºC.

Personas con discapacidad con perros de asistencia 

Tienen el derecho de acceso al entorno que le permite acceder, circular y permanecer en todos los espacios, transportes y establecimientos públicos o de uso público, así como en las instalaciones, establecimientos y espacios de titularidad privada y uso colectivo, incluidos el entorno laboral, administrativo, cultural, recreativo y de ocio.

Tenencia de perros potencialmente peligrosos (ppp)

Sin perjuicio de las obligaciones expuestas anteriormente, se requiere la obtención de una licencia administrativa específica (y llevarla siempre consigo); deberá inscribirlo en el Registro Municipal de ppp y formalizar un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros específico para estas razas.

Deberán llevar siempre obligatoriamente bozal y correa de menos de dos metros y únicamente uno de estos perros por persona.

Si se encuentran en una finca, casa de campo, chalé, parcela, terraza, patio o cualquier otro lugar delimitado, habrán de estar atados, excepto si se dispone de habitáculo con la superficie, altura y adecuado cerramiento.

La sustracción o pérdida del animal se comunicará en menos de cuarenta y ocho horas.

Teoría de las ventanas rotas

Es una teoría que explica el contagio de las conductas inmorales o incívicas. A modo de ejemplo: si en una pared aparece una pintada y no se borra pronto, toda la pared y sus alrededores aparecerán llenos de más pintadas. Y es que las conductas incivilizadas se contagian, a menudo, a una velocidad sorprendente. De ahí la importancia de mantener la ciudad limpia, los jardines en buen estado…

La lectura que nos da esta teoría es extrapolable a múltiples ámbitos de la cotidianidad.  Recoger las heces y líquido para aclarar la orina de nuestros animales son conductas necesarias para mantener limpia nuestra ciudad, ya que las buenas conductas también se contagian entre todos los ciudadanos.

(Observación. Cabe considerar que la normativa puede variar en función del municipio. La regulación que he expuesto en este caso ha sido teniendo en cuenta la Ordenanza Municipal sobre Protección y Tenencia de Animales del término municipal de LPGC.)

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Drago M. Rodríguez Klisanic