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jueves, 18 de abril de 2024 01:14h.

Matar - por Antonio Cabrera de León

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Matar - por Antonio Cabrera de León *

Irónicamente el tipo se apellida Matar. En su idioma no significa lo mismo que en el nuestro, pero ningún nombre le quedaría mejor a un fanático. No conviene hacerlos famosos, pero asumo que mi comentario no irá muy lejos y no contribuirá a ello.

HADI MATAR
HADI MATAR

El fanático Matar le asestó varias cuchilladas al pobre escritor que había osado ofender a su dios escribiendo unos versos. No hay una sola religión que no tenga su fanatismo, ni una sola que no lo haya ejercido con crímenes horrendos contra quien no crea. Toda dictadura es una guerra perpetua contra el no adepto, pero de todas las formas de dictadura la peor es la teocracia. Contra dios no se puede razonar.

SALMAN RUSHDIE  LOS VERSOS SATÁNICOS
SALMAN RUSHDIE LOS VERSOS SATÁNICOS

Tres décadas lleva el pobre Rushdie con la vida destrozada por el fanatismo. Los “rushdies” del cristianismo se llamaron Miguel Servet o Giordano Bruno, por ejemplo. Pero seamos conscientes de que sólo una ínfima parte de quienes padecen estas atrocidades llegan a ser noticia. En nombre del judaísmo, tantas veces perseguido, hoy se ejerce el fanatismo en Palestina asesinando inocentes anónimos. Fueron millones, y siguen siéndolo, los sojuzgados y asesinados en nombre de cualquier dios.

Pero no todo el fanatismo es religioso. También lo vemos en cualquier ideología política. Los crímenes cometidos en nombre del fascismo, comunismo o liberalismo han sido millones. El fanatismo hace cumbre cuando alguien asume que para imponer las ideas propias puede acabar con la vida ajena. Pero empieza mucho antes. Justamente empieza en las cabezas que aceptan imponer sus ideas a otros. En quienes niegan el derecho al debate, a la discrepancia, al libre albedrío, a la opinión propia, a la libre expresión, a la diferencia entre moral privada y ética pública, a una sociedad laica que acoja a todas las religiones y acoja también a la negación de cualquier religión.

Fanáticos como Matar, asesino fracasado si Rushdie sobrevive, no son más fanáticos que los cristianos (todos sin excepción) que irrumpieron en el Capitolio de EEUU y asesinaron a varias personas. Ni más fanáticos que los miles de sujetos que, armados hasta los dientes, pululan por ese país a la espera de que estalle la próxima guerra civil o de que Trump les dé una nueva orden. Entretanto, de vez en cuando, asesinan niños en un colegio o negros en un centro comercial.

ASALTO AL CAPITOLIO USA
ASALTO AL CAPITOLIO USA

Haremos bien en no culpar al islam, al cristianismo o al judaísmo de ningún fanatismo ejercido por sus creyentes. Pero haremos muy mal en no señalar aquellas organizaciones de cualquiera de ésas u otras religiones que, enfermas de fanatismo, tratan de imponer sus ideas a los demás desde supuestas ortodoxias religiosas e interpretaciones literales de textos. Es desde ahí desde donde finalmente el fanatismo da un paso adelante hacia el crimen.

Un fanático chií que intenta matar a Rushdie, no es más fanático que el fanático judío que asesinó a Rabin o el soldado israelí que se divierte matando niños palestinos. Un fanático chií no es más fanático que el cristiano que mata inmigrantes para evitar la gran sustitución.

FRANCOTIRADOR ISRAELÍ EN GAZA
FRANCOTIRADOR ISRAELÍ EN GAZA

Pero hay que señalar, insisto, a sus sacerdotes. Quienes promueven el fanatismo se esconden entre nosotros como respetables clérigos, políticos, militares, periodistas, empresarios o banqueros que hacen aportaciones para que existan las organizaciones ortodoxas que acunan a las fieras.

* En La casa de mi tía por gentileza de Antonio Cabrera de León

ANTONIO CABRERA DE LEÓN RESEÑA

 

MANCHETA JULIO 22