Buscar
martes, 23 de abril de 2024 10:22h.

Si matas de hambre a nuestros/as hijos/as te combatiremos con la misma violencia - por Francisco González Tejera

A Iraia y Famara, volando entre nubes de colores, uniendo distancias y construyendo esperanza...

Si matas de hambre a nuestros/as hijos/as te combatiremos con la misma violencia - por Francisco González Tejera

 
A Iraia y Famara, volando entre nubes de colores, uniendo distancias y construyendo esperanza.
 
Mis adoradas hijas, cada una en su pequeño universo personal, separadas por mas de 3.000 km de mar y tierra, no saben bien lo que está sucediendo en su entorno social más inmediato. Como el gobierno español está generando con sus putrefactas políticas, más de 4 millones de casos de niños/as que están pasando hambre y sobreviven en la extrema pobreza, familias sin ingresos, desempleadas, sin casa, alimentándose en comedores sociales, bancos de alimentos o contenedores de basura.
 
Las dos chiquillas que quiero tanto, con los ojos puros, son felices, aunque transitan últimamente por la vida en el filo de la aguja. Un equilibrio que consiguen gracias a la heroicidad y el arrojo titánico de sus valientes y combativas madres, que entregan todo por ellas.
 
Yo trato de ayudar económicamente en lo que puedo desde mis pocas posibilidades financieras,  más después de sufrir un nuevo sablazo en mi ya misérrima nómina, que me ha hecho volver a lo que ganaba hace 25 años, pero con unos precios de productos alimenticios básicos muy superiores, en su mayoría inalcanzables para mi escaso poder adquisitivo.
 
En la pasada Navidad las dos tuvieron regalos gracias al inmenso esfuerzo familiar, pero millones de niños/as no tuvieron nada, teniendo que recurrir sus madres y padres a entidades de beneficencia, que cubrieron esa demanda la noche de Reyes, con el reparto de juguetes baratos, que llenaron de sonrisas a tantos/as chiquillos/as desconsolados/as.
 
Me pregunto cada día qué pasaría si pierdo mi trabajo, si la bofia que me odia por mis ideas y lo que escribo consigue su objetivo de robarme lo que me pertenece, si sus madres son apartadas de sus minúsculos sueldos.
 
Nos veríamos con seguridad en ese negro abismo, que ahora mismo sufren millones de familias en este barriobajero país de ladrones de guante blanco, obispos lameculos, curas anti abortistas, damas de peineta y crucifijo, prensa rosa, traficantes de armas, narcos amigos de ciertos políticos del partido del gobierno, empresarios mafiosos donantes de sobres, bancos que desahucian cada día a 700 familias de sus viviendas, multinacionales que se adueñan del patrimonio público a precio de coste, tramposos pandilleros con Ferrari capaces de todo, hasta de matar, para poder seguir robando.
 
Entraríamos mis chiquillas, sus madres y yo mismo en las brutales y tristes estadísticas que avergüenzan al mundo, con niños/as desnutridos/as, desmayos en clase por inanición, dolor sin límites, junto a unos índices de mortalidad infantil que van igualando, acercándose paso a paso, a los de muchos países empobrecidos del continente africano, donde mueren de hambre millones de personas cada semana.
 
Sinceramente si esto sucediera pienso que no habría ya nada que perder, que llegaría el momento de lanzarse a la acción, donde la cárcel, si pasamos a la lucha organizada, para combatir la violencia de estado con su misma medicina y quedamos vivos/as, sería el espacio de dignidad para los héroes y heroínas del pueblo, junto a miles de presos/as políticos/as. El lugar más digno para quienes jamás permitiremos que esta gentuza del coche oficial, la que mantiene para sus pelotazos este régimen caduco, mate de hambre a nuestros/as hijos/as.
 
También en: