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jueves, 25 de abril de 2024 22:08h.

No ya si dieron permiso - por El Padre Báez

 

el padre báez...que si no lo dieron la cosa es más que grave; tal vez engañaron a los padres, que no lo sé y por eso nada afirmo,

No ya si dieron permiso - por El Padre Báez *

...que si no lo dieron la cosa es más que grave; tal vez engañaron a los padres, que no lo sé y por eso nada afirmo, sino que los padres de los menores que fueron a plantar pinos con los especialistas en esas faenas y en donde hay 40 hombres en ello, ¿sabían los padres de los niños, sus hijos eran utilizados como carne de cañón, para publicitar al cabildo que de esta manera en mentes infantiles, limpias y puras, le meten el pino como cosa buena siendo así que su producto  -la pinocha- no se come, y justo donde las mejores frutas de la isla por las condiciones de sol y tierra, porque si al menso los menores hubieran ido a plantar comida como que tampoco, porque no es cosa de niños, niños que como ya dije jamás habrán visto un pico o pala para plantar en risco o roca, y que mentalizados así serán defensores de la plantita que ellos mismos plantaron sin saber el daño que hacían al clima, a la tierra, a la Historia, al futuro, etc., etc. Utilizar a niños y publicitar en todos los medios (prensa, televisión, radios, internet, etc.), no es ético y hasta veo en ello acoso, pues obligan a hacer algo que los niños ignoran, por más lecciones previas y manipuladas les den en clase, y que sin que sus padres aprueben que planten pinos, salvo que así fuera, la cosa es para la justicia, para dimitir, para cárcel para más de uno y el puesto para más de cuatro. Los niños no deben ser utilizados para una publicidad negativa como es la plantar pinos, sin venir a cuento en donde no se deben plantar sino comida, y la pregunta es: ¿Plantarían los padres de esos niños cada uno un pino o más, o en su defecto plantarían cuanto árbol que dé comida o fruta? No es de recibo unos niños que sus padres envían al colegio, mal los eduquen sacándolos de las aulas, para enseñarles que planten pinos, sin decirles antes que no dan fruto alguno, sino que además secan el terreno, porque hasta en el decir popular la sombra de un pino, hasta la sombra es mala. ¿Cómo se permite echar manos de menores, de niños, para hacer lo que no deben hacer ni los mayores? ¿Se trata de mentalizarlos, y hacerles creer han hecho algo bueno, cuando ningún bien se sigue de los pinos? Justo cuando sin ellos había trabajo, ganadería y agricultura; con los pinos han desaparecido el ganado, el trabajo y el cultivo, y solo ha crecido el hambre el paro y los pinares, pues decididos a seguir plantando hasta durante cuarenta años más (llevan plantando pinos sesenta años, es decir ¡van un siglo plantando pinos! ¿Dónde se plantará a este paso nada o algo que dé comida, cuando el pino absorbe y seca cuanto alcanza con sus raíces, desapareciendo humedades, aguas, corrientes subterráneas, etc., Mala cosa es tener un hijo en el colegio, o escuela, llámese centro o como quieran, para que le induzcan al mal, y les enseñen a hacer lo que si tuvieran conocimiento y madurez, no lo harían. Si aquí hubiera justicia, esos mismos niños debieran ser obligados y con permiso de sus padres, para que vuelvan al terreno, y arranquen y tiren a sol esos pinos, que por otra parte no debieron ser bien plantados, pues los niños sabrán jugar, leer y escribir, pero eso de plantar pinos es cosa del miedoambiente, del cabildo y de gente que no quiere a la isla, pues ya ven lo que hacen en Tenerife: allí están arrancando los pinos, pues no dan nada, ocupan el terreno, secan las tierras, no traen agua, la pinocha no se come, solo sirve para posibles y previsibles incendios, como el que ya tuvimos aquí, pues es materia ígnea, que quiere decir de fácil combustión, de quema, que dura y dura, como lo hemos visto en La Restinga, pues capas y capas de más y más pinocha mantienen el fuego oculto durante mucho tiempo, y por más agua que se le eche, al no saberse por dónde camina el fuego, éste aparece aún después de acabar con el incendio, y ese es el único fruto (trabajo después para bomberos, y vuelta a plantar, y ahí el único negocio de los pinos. Incluso los que los plantan saben del daño que hacen pero con tal de tener un sueldo, venden su alma hasta al mismísimo diablo, cuando menos cobrar del cabildo que les paga por destruir la isla que era un vergel, ovejas por todas partes, y ahora todo un secarral...

El Padre Báez, que espera se repare el daño hecho a los niños que han plantado los pinos en Veneguera y se les lleve a arrancarlos y se les enseñe el mal que han hecho, y me ofrezco a ello.

 

* Remitido por El Padre Báez