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jueves, 25 de abril de 2024 09:47h.

Lo que no se ve del Cabildo tinerfeño - por Fernando Sabaté

El devenir de muchas instituciones canarias está marcado por la alternancia de PP y PSOE en torno a la omnipresente Coalición Canaria. La connivencia de haber estado antes o después en el gobierno hace muy difícil que tales partidos ejerzan una auténtica labor fiscalizadora cuando les toca sentarse en el banquillo de la oposición. Es lo que le pasa al Partido Popular en el Cabildo, único opositor actual pero cogobernante en el mandato anterior.

Lo que no se ve del Cabildo tinerfeño - por Fernando Sabaté, profesor de Geografía y militante de Sí se puede


El devenir de muchas instituciones canarias está marcado por la alternancia de PP y PSOE en torno a la omnipresente Coalición Canaria. La connivencia de haber estado antes o después en el gobierno hace muy difícil que tales partidos ejerzan una auténtica labor fiscalizadora cuando les toca sentarse en el banquillo de la oposición. Es lo que le pasa al Partido Popular en el Cabildo, único opositor actual pero cogobernante en el mandato anterior.

Se demostró en su momento con expedientes como el de las carreteras. Pero hay muchos más, como la "flamante" Televisión insular que ha creado el actual grupo de gobierno (CC-PSOE) para exhibir actos protocolarios, endosándola al presupuesto del ITER; mientras, el portavoz del PP mira para otro lado aunque insiste en que examina pormenorizadamente todas las empresas de la corporación.

En realidad son muchos los expedientes de proyectos absurdos, injustificados o sospechosos, que exigen un buen trabajo de oposición. Entre ellos el circuito del motor de Granadilla donde hay que seguir justificando más de treinta millones de euros, mientras el consejero se lamenta de la poca financiación de Madrid o se recortan de manera fulminante los recursos destinados a combatir incendios.

Imposible esperar que alguien pregunte por la externalización de servicios tecnológicos mientras la conexión a Internet en el TEA es patética. O cómo se justifica que tras la enorme suma desembolsada para la señalización turística de Tenerife aparezcan dos nuevos expedientes para el Teide (uno desde el Norte y otro desde Los Cristianos), cuando la legislación prohíbe el fraccionamiento de los contratos administrativos. Tampoco es previsible que el PP fiscalice a qué responden contratos como el de "examen y propuestas de gestión de residuos de una región de Marruecos". En casos como el de Sinpromi es inútil esperar que alguien exija el cese de otros responsables del control de los recursos públicos, a pesar de que las apropiaciones por parte del administrador financiero se prolongaron más de un año.

Por eso es necesario que accedan personas nuevas, sin intereses creados ni connivencias con la gestión precedente. Personas con un proyecto de gobierno para la institución insular basado en la defensa irrestricta del interés público, frente al modelo enquistado tras muchos mandatos de tripartito. Gente que, si no llega a gobernar, al menos le ponga la cara colorada a los que gobiernen y traslade a la ciudadanía todo lo que no se ve del Cabildo tinerfeño.

Fernando Sabaté es profesor de Geografía y militante de Sí se puede

* Publicado con autorización del autor