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miércoles, 24 de abril de 2024 23:17h.

Sobre un nuevo modelo económico para Canarias: una entelequia, si no es con soberanía - por JC Martín

 

 

JC MARTÍNPara el Estado español, Canarias es una finca en explotación, que tendrá el modelo que siempre convenga a su régimen colonial, en donde no se permitirá actividad o reorientación productiva alguna que entre en contradicción con los intereses de España (esos que llaman generales). Cualquier iniciativa en cuanto a nuestro modelo o es para beneficio de España o no será; o es para que sus empresas privadas o monopolísticas puedan puedan seguir obteniendo suculentas ganancias o no será. Y es que el problema no es sólo de modelo económico, es de status político.

Sobre un nuevo modelo económico para Canarias: una entelequia, si no es con soberanía - por JC Martín *

He seguido muy de cerca la política canaria casi toda mi vida. Releyendo periódicos, documentos, entrevistas, programas electorales de ayer, de hoy...de siempre, la cantinela de la necesidad de dotarnos de un nuevo modelo económico ha sido una constante. Todos insistían en que no se puede vivir sólo del turismo, algunos menos los que proponían diversificar para evitar la muerte del sector primario y el raquitismo del secundario. Sólo unos cuantos, introducían propuestas y alternativas capaces de generar otros horizontes y escenarios para que el archipielago pudiera, realmente, abandonar su penosa dependencia y su colonial modelo de "producción". Y entrecomillo esto último porque, en realidad, el objetivo que sí que han conseguido todos, unos por convicción de que “mejor si dependemos de España” y otros porque “de tanto querer a la patria canaria, cada vez más solos se han ido quedando”, ha sido agrandar la desazón, generar incredulidad y dar pie a una realidad que sólo sigue "produciendo" desempleo, pobreza y mayor dependencia.

María José López Santana, la senadora que representa a Canarias por Gran Canaria en esa cámara representativa estatal, esbozaba el otro día en su intervención un avance de cómo podía y debía ser ese modelo alternativo. La respuesta del ministro español de turno se quedaba en lo de siempre, palabros, milongas, clichés, iniciativas en el aire, mentiras coloniales. Y no es que esperara otra cosa del ministro De Guindos, porque el problema aquí no es que sea el PP el que responde; lo mismo hemos escuchado de ministros del PSOE. Para el Estado español, Canarias es una finca en explotación, que tendrá el modelo que siempre convenga a su régimen colonial, en donde no se permitirá actividad o reorientación productiva alguna que entre en contradicción con los intereses de España (esos que llaman generales). Cualquier iniciativa en cuanto a nuestro modelo o es para beneficio de España o no será; o es para que sus empresas privadas o monopolísticas puedan puedan seguir obteniendo suculentas ganancias o no será. Y es que el problema no es sólo de modelo económico, es de status político. Aquí podremos tener todos los planes, alternativas y propuestas de modelo que queramos sobre la mesa, pero si no se cuenta con soberanía no se iniciarán nunca. ¿De verdad vamos a producir nosotros energías alternativas cuando sus empresas son a base de fósiles o tradicionales? ¿De verdad vamos nosotros a sacar beneficios de aguas y cielos que siguen estando bajo soberanía del Estado?¿De verdad sin una Hacienda única y propia los beneficios de cualquier actividad o cambio de modelo de esa dimensión se quedarían aquí o se redistribuirían de otra manera?¿De verdad sin soberanía podríamos salvar nuestro sector primario de las decisiones que ya se toman sólo en Bruselas? ¿De verdad se podría levantar un sector industrial alternativo que entrara en contradicción con los intereses de sus empresas establecidas aquí y allá?.

Un modelo económico alternativo para Canarias sin soberanía es como una bicicleta sin manillar, podrá intentar rodar pero no manejarse. Sencillamente porque no se tiene capacidad para dirigir el proceso, porque son otros los que deciden, porque lo que pudiera ser ideal para nosotros es un perjuicio para ellos, porque no estamos en igualdad de condiciones, porque hay infinidad de ejemplos en nuestra historia que demuestran que cuando esos intereses han entrado en conflicto Canarias siempre perdió.

Hago esta reflexión porque sigo sin entender de qué vale proponer el diversificar la economía canaria, abogar por otro modelo, reivindicar incluso recursos financieros al Estado para siquiera intentarlo, si al tiempo no se tiene la firme convicción de que o es al tiempo reivindicando el fin del estatus colonial o será estéril. Con la Autonomía/ Estatuto Neocolonial y Para-lamento que tenemos, no hay posibilidad alguna de otro modelo. Si no se trabaja por incorporar a ese discurso la reivindicación anticolonial sólo estamos mareando la pardela. Esto es utopía dirán, ¿y no es más utopía que con la España que estamos viendo alguna vez se pueda alcanzar ese modelo alternativo que se pregona y no llega?¿Cuantos siglos más deben pasar para convencernos de que las relaciones entre el Estado y Canarias nunca serán de mutuo respeto hasta que empecemos a respetarnos a nosotros mismos y de ahí se de una verdadera relación de reciprocidad para un mutuo beneficio?.

Otros prefieren seguir cambiando estampitas, cristalitos, virutas presupuestarias, vendiendo humo, prestándose a ser trileros, medianeros, pero ¿es de verdad esa una opción mejor, útil, digna, de estadistas, de patriotas, de responsabilidad, de trascendencia histórica?.

* En La casa de mi tía por gentileza de JC Martín

JC MARTÍN

 

https://www.facebook.com/josecarlosmartinp