La pérdida, para el PSOE, de una de sus principales señas de identidad: compañerismo y solidaridad - por Antonio Aguado Suárez, coherente veterano militante socialista -

Comparto  lo que expone mi buen compañero y amigo Erasmo Quintana y en relación con el fallecimiento del entrañable y extraordinario referente e integro socialista Segundo Medina Naranjo, adjunto sendos escritos que redacté comunicando en tiempo y forma su fallecimiento y de los méritos que atesoraba para que hubiera sido nuestro presidente. Lastima que nada de esto se haya tenido en cuenta:

Siento comunicar que hoy 13 de junio, ha fallecido nuestro entrañable y muy querido compañero, Segundo Medina Naranjo. Iba a cumplir el 27 de este mes 101 años. El año pasado le celebramos su más que merecido homenaje por su 100 cumpleaños, rodeado de sus tres familias: la propia, la del Partido Socialista con el que estuvo muy comprometido y la de su Club Victoria de toda la vida, del que por antigüedad era su socio número uno.

 Su cuerpo presente, estará a partir de mañana martes 14, desde las 1o de la mañana en el Tanatorio San Miguel y será incinerado a las 11 de la noche. Segundo fue un gran referente y nos deja un extraordinario e inolvidable legado. Descansa en paz querido compañero y amigo.

Antonio Aguado Suárez

El fallecimiento el pasado día 13 del entrañable compañero Segundo Medina Naranjo, ha puesto de manifiesto que, una de las principales señas de identidad del PSOE, como siempre había sido el compañerismo y la solidaridad ha dejado de practicarse, como se demostró por la falta de asistencia durante todo el siguiente día del luctuoso suceso, en el que su cuerpo estuvo depositado en el tanatorio. 

 Tenían información desde el mismo día de su fallecimiento, los responsables de la Agrupación en la que militaba el querido compañero Segundo, empezando por su secretario general y gran parte de las/os concejales de nuestro Grupo Municipal y aparte de no asistir al sepelio, no se dignaron comunicar a las afiliadas y afiliados el triste hecho.

Algo que si hizo el Club Victoria con todos sus socios, del que Segundo era su socio por antigüedad número 1. Se correspondió igualmente con la presencia de muchos de los socios y de la junta directiva que, como respeto y consideración a Segundo y sus familiares, para presidir la sala mortuoria, aporto una bandera del Club flanqueándola con dos coronas de flores. En esto también el PSOE brillo por su ausencia.

 Segundo iba a cumplir el próximo 27 de este mes 101 años. Era nuestro más longevo militante, ejemplar y muy buena persona. En su 100 cumpleaños le organizamos un acto de homenaje, con la asistencia de sus tres familias: la propia, la socialista y la del Club Victoria, que fue muy concurrido y donde se pudo comprobar la admiración y el cariño que sentíamos por él.

Tenía todas las condiciones y cualidades para que hubiera sido nuestro presidente. Este cargo de la Presidencia en el PSOE, fue siempre simbólico y honorífico y no era obligatoria su elección, pero en caso de elegirse a alguna persona, esta tenia que ser todo un referente en la que nos viéramos reflejados y nos pudiera mantener unidos/as.

 Desde hace mucho tiempo ese valor lo hemos perdido y ya ahora, el referido cargo lo puede ocupar cualquiera, incluso personas que por sus trayectorias y comportamientos, han dejado y dejan mucho que desear.

La única persona que representaba esos valores y que gozaba de todo nuestro respeto, cariño y admiración era el entrañable compañero Segundo y tendría que haber sido elegido para el mencionado cargo y aunque, por poco tiempo debido a su fallecimiento, pero sin duda, le hubiera dado mucha satisfacción, por habérsele reconocido su impecable trayectoria como ejemplar militante socialista y al producirse su fallecimiento, hubiera ocurrido como él se merecía, siendo el presidente reconocido y apreciado por el conjunto de las y los militantes de nuestra agrupación. Lastima que el PSOE siga tirando por la borda principios y convicciones.

 Antonio Aguado Suárez

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Antonio Aguado