La “Plandemia” de la Covid-19 ya estaba en la Agenda desde hace tiempo - por Erasmo Quintana

Yo no sé ustedes, mis amigos, pero a mí a veces me asalta la mala conciencia de dudar si estaré haciendo algo derecho, y de provecho; si no estaré perdiendo mi tiempo (y el de ustedes) con algo que se parece mucho a la politicomanía. Mi pecado -si es que en verdad hay algo de reprobable- es que siempre me he visto abordado y atacado por preclaros abusos cometidos por esos que están en posición de abusar, por lo que es inevitable que siempre abusen. De esto va el comentario de hoy.

Cada vez se sospechaba más sobre la intención de secuestrar nuestro poder de decisión y libertad. Existen objetivos y serios indicios de que este mortífero Coronavirus estaba largamente en el tiempo planeado. Las guerras de alcance mundial al uso han dejado de preocupar desde el instante en que las mismas, con la aparición de la bomba atómica, que no solamente muere la soldadesca y por entero la población civil, sino que también desaparecen quienes disponen del botón rojo que la activa. Ahora han buscado el mismo resultado, pero con los promotores a buen recaudo, sin el menor peligro para ellos, provocando la “guerra biológica”, cuyo armamento ya no son bombas, tanques, aviones ni barcos acorazados: son armas químicas. Y en eso están, para transformar el mundo entero en su favor, e instaurando la nueva esclavitud.

La planificación de la Covid-19 se sospechaba ya desde el año 2010, según un informe de la Fundación Rockefeller, sobre la necesidad de instaurar un escenario mundial de pandemia. Esto se ve corroborado por la predicción en 2015 de Bill Gates sobre una futura Guerra Bacteriológica.

A esto se une el informe “Un mundo en riesgo” del Banco Mundial, en 2019. Ítem más, el Informe del Ministerio de Defensa español, que titulaba “Límites Jurídicos de las Operaciones actuales: nuevos desafíos.”, de diciembre de 2019. Todo concuerda sobre lo extraordinario que estamos viviendo.

Y el Evento 201, organizado por el Centro John Hopkins en asociación con el Foro Económico Mundial y la Fundación Bill y Melinda Gates, haciendo un simulacro de pandemia en octubre de 2019. Sobre Bill Gates, incidir en que abandonó el negocio de los virus informáticos por estos virus naturales, al tiempo que montando una gran empresa que tiene que ver con la importante Industria Farmacéutica. Es decir, que ahora su opíparo, suculento negocio, son las vacunas para todo.

La Planificación y Ensayo del Coronavirus de 2010 la vemos en un vídeo -YouTube- de rabiosa actualidad: ya estaban desde hace diez años preparando, ensayando y planificando esta Pandemia del Miedo para imponernos un nuevo Orden Jurídico y Social que recorta y suspende o anula todos nuestros derechos fundamentales. Esta Pandemia del Miedo se vislumbra ayudada en su propagación por la colaboración -¿inocente?- del Estamento Militar, que en diciembre de 2019 publicó un informe detallado de los nuevos escenarios que debían afrontar. En la colaboración de Organismos Internacionales, como la OMS. En la estrecha colaboración de ciertas Autoridades Médicas, como la Inspección Médica que manipula la codificación para agrandar las cifras de la Covid-19, porque a partir del 20 de abril todos los códigos de inmunodeficiencia no especifican en grupos vulnerables de riesgo (incluidos mayores de 60 años y embarazadas) y pasan automáticamente al código Z20.828, contacto y exposición a otras enfermedades contagiosas víricas.

En este país de mis entretelas se ha dado mucho pábulo a que tenemos la mejor Sanidad Pública del mundo (esto así, literal, oído por mí muchas veces) pero que viene a corroborar aquel dicho popular  “dime de lo que presumes y te diré de lo que careces.” Lo cierto es que con esta mortífera Covid-19 ha quedado la verdad desnuda: en España se han “cargado” la Sanidad; los gobiernos de Mariano Rajoy (PP), fueron desmontando este indispensable servicio público, recortando asignaciones gubernamentales, no contratando personal indispensable para una óptima atención a los pacientes, privatizando servicios de limpieza y otros. Incentivando la privatización de las Residencias de Ancianos públicas, con lo cual la eficacia en la atención al residente no es el centro del interés, sino la eficacia crematística, el cuanto más ahorramos, mayor es la ganancia. El elevado número de muertes, por tanto, se debe a que no teníamos “la mejor Sanidad del mundo.” Que en ello somos evidentemente una desgracia. También es lo que hizo esa gran mortandad en las Residencias de Mayores. Pero no, la culpa no es del Partido Popular, es de este Gobierno de coalición. 

Project Camelot: la Misión anglosajona planeó el CORONAVIRUS en 2005 - DESPERTARES​

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Erasmo Quintana