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martes, 23 de abril de 2024 18:43h.

Plantar un pino - por El Padre Báez

 

el padre báezPlantar un pino, o cualquier otro árbol (a un servidor, lo de plantar un pino, antes me sui...), no es cosa ni tarea fácil.

Plantar un pino - por El Padre Báez *

Plantar un pino, o cualquier otro árbol (a un servidor, lo de plantar un pino, antes me sui...), no es cosa ni tarea fácil. Más fácil es hacer un hijo y hasta sin mayor dificultad, se puede hasta escribir un libro (un servidor mismo ya ha perdido la cuenta), pero plantar un árbol, sea o no pino (mejor que no sea pino), eso tiene su gran dificultad, y tanto que a veces de las plantaciones realizadas por los ingenieros, técnicos y especialistas en plantar del miedoambiente y cabildo -que es lo mismo- a veces de sus famosas plantaciones no consiguen que peguen más allá del 4 %, y si los que plantan son unos pobres niños de un colegio de Mogán, en Veneguera, setenta (70) de ellos, pobres niños que jamás antes habrán plantado absolutamente nada, porque es que si el miedoambiente y cabildo los encuentra en esa faena, le multan (a sus padres); y que ahora estos mismos niños, que no saben lo que es un hoyo, o si las raíces se ponen dentro o fuera del mismo, que nada saben de ahuecar y ampliar el agujero, para aflojar la tierra y facilitar el enraizamiento, y si no aprieta la parte alta, para que al arbolito no lo mueva el viento, si encima no le hace un cerco cual poceta para que retenga el agua y se filtre y llegue a la raíz, si encima no lo tapa o cubre con rama o con saco o con lo que sea para que el sol no lo achicharre, si no lo riega antes y después de plantarlo, si encima no buscó un soco, la tierra adecuada, el fondo mullido, etc., etc., es mucha materia como para que quien solo presenta cara al hambre y al paro, porque por muchos pinos que plante, jamás comerá de él nada, salvo le guste la resina y la pinocha, digo, que “malimpriao” el dinero en guaguas, la pérdida de clases, la información a tutti frutti en todos los medios de comunicación con cámaras de fotos y de televisión, y sesudos periodistas,  y que toda esa parafernalia, para que no pegue ni un solo pino, por más que fueran setenta (70) los niños plantadores de pinos, más sus acompañantes (profesores, técnicos, plantadores oficiales, etc.), que empezando por explicar, cómo sacar la dichosa plantita del cartucho de plástico, para después con mimo y protección llevarla a la tierra, en la ubicación más idónea, en la tierra adecuada, en el sitio ideal, corrientes de aire, explanada o solana, etc., etc., que no hace falta ir a la Universidad para aprender a plantar un árbol, que basta con observar cómo lo hace el padre, o mejor el abuelo -que a estos antes se les caen las manos antes que las usan para plantar un pino-, que si los menores plantadores (todavía por ver si sus padres dieron el consentimiento firmando la autorización) no tuvieron esa escuela, lo de llevarlos a plantar pinos es plantarles en el coco, la imagen que muertos van a olvidar, lo cual es delito en cuanto se enseña lo que no se debe hacer, digo, que estos pobres niños, habría que desprogramarlos, toda vez han quedado marcados para el resto de sus vidas, y si algo hubiera que enseñarles a plantar sean árboles frutales, u hortalizas, tal vez granos si tienen cabras -que tampoco, porque se las mata  el cabildo- que no, que los niños a clase, al cole, a estudiar, a jugar, etc., y eso de plantar si son pinos, que no lo haga nadie, salvo los que en contra de sus voluntades lo hacen, porque les pagan para eso, pero me dicen algunos de ellos -y ya son muchos- que hacen el paripé delante de los capataces, ingenieros y técnicos, pero que a sus espaldas, les tiran de la orejas (cosa que no explico, pues iría más de uno a hacerlo, y puede que la broma les salga más que cara, que ellos mismos si están mal plantados, se secan, y si no... que esperen a... (tampoco lo digo, para no incitar a nadie lo haga). Mejor, total que no planten pinos, planten comida, o árboles que nos den fruta, y las que se dan en Veneguera, son las mejores del mundo (mangos, papayos, aguacates, plátanos, tomates, etc.).

El Padre Báez, al que no se le va de la cabeza, que hayan utilizado a unos menores (70), para que hagan lo que no deben hacer y les han plantado en el cerebro receptivo de todo niño, lo que jamás se les va a borrar, y en delante de no desprogramarlos serán 70 plantadores y defensores de los pinos tan pronto salgan del colegio o escuela y del paro los rescate el cabildo para que reanuden lo que hicieron de niños pequeños.

* Remitido para su publicación