Pobre Garí - por Domingo Mendez *

(En respuesta al artículo de Domingo Garí “Pobre Trotski”, publicado en http://domingogari.blogspot.com.es/2015/03/pobre-trotski.html )

El bueno de Domingo Garí, historiador y profesor, dirigente de Si Se Puede, miembro del Consejo Ciudadano Autonómico de Podemos en Canarias  se ha hecho últimamente panegirista de Trotsky, para, sin venir a cuento  y sin tener el valor de aclarar que se refiere a un conflicto interno en Podemos, lanzarse sobre supuestos epígonos de Trotsky, que  justificarían sus posiciones acudiendo a la autoridad del viejo León.

Que sepamos, hasta ahora, nadie en Podemos en Tenerife  ha hecho referencia alguna a Trotsky para justificar ni defender ninguna posición ni diferencia interna.

Tampoco es cierto que tengamos ninguna alianza ni con abogados ni con periodistas, como afirma en su escrito.

Si en lugar de escribir para quienes están en el secreto de su posición, Domingo hiciese un análisis materialista de la realidad podría aclararnos el misterio de cómo puede ser posible  que Si Se Puede esté dentro y fuera de Podemos, apoye el proyecto que representa y a la vez la continuidad de su pequeña marca para conservar su propio espacio electoral.

Podría aclararnos el misterio de por qué en Santa Cruz no apoya ningún intento de confluencia, mientras en La Laguna, dependiendo de las hipótesis sobre el resultado de las primarias internas, Si Se Puede juega a la vez dos cartas.

Podría explicarnos, de paso, cómo es posible que en Candelaria los miembros de Si Se Puede en el Consejo Municipal, rompiendo con la línea de Podemos, apoyan la candidatura de SSP al Ayuntamiento.

Y despejar las dudas de cómo es posible que un conmilitón suyo, Fernando Sabaté, dirigente público de Si Se Puede, pueda encabezar lista en las primarias internas al Cabildo, mientras se pretende mantener la marca Sí Se Puede.

Aplicando un mínimo de inteligencia, con los datos disponibles se puede llegar a la conclusión de que el único proyecto de Sí Se Puede es preservar su marca, no ayudar a construir un referente político electoral para realizar el cambio social.

Parece más bien que se sienten más cómodos con esa pequeña organización que trabajando lealmente dentro de Podemos.

Por último, podemos concluir que la amalgama entre posiciones  y  la confusión interesada en el debate, amigo Domingo, por supuesto que no es trotskista, es stalinista.

Afectuosamente.

Domingo Méndez

* Publicado con autorización del autor