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jueves, 28 de marzo de 2024 09:57h.

La política del avestruz - por José Ramón

El sinuoso Paulino Rivero ha dado el primer paso ante el problema catalán, asegurando que en los canarios crece la animadversión contra el Estado y que las Islas se sienten discriminadas. Aún más, el presidente autonómico ha amenazado con convertir a Canarias en “un problema de Estado”, cuando el único problema de Canarias ahora mismo es el propio Paulino Rivero.

La política del avestruz - por José Ramón

El sinuoso Paulino Rivero ha dado el primer paso ante el problema catalán, asegurando que en los canarios crece la animadversión contra el Estado y que las Islas se sienten discriminadas. Aún más, el presidente autonómico ha amenazado con convertir a Canarias en “un problema de Estado”, cuando el único problema de Canarias ahora mismo es el propio Paulino Rivero.

Paulino, quien no ha hecho nunca absolutamente nada por Canarias y los canarios más que aumentar la cifra de parados y el colapso de nuestra economía, aprovecha ciertas coyunturas para hacer electoralismo barato. La política del avestruz, la política de esconder la cabeza y no hacer nada, es en ocasiones suicida. 

La falta de reacción efectiva del Gobierno ante las tropelías de Oriol Junqueras y su marioneta Artur Mas ha animado a otras regiones a amenazar con un proceso soberanista para obtener ventajas. Parece que crear un clima soberanista en las islas es relativamente sencillo, aunque no sea real ni mucho menos consensuado. Los nacionalistas bananeros como Paulino y su grupo político CC aprovechan cualquier grieta en esta circunstancia para tratar de arañar los votos de aquellos que puedan creer en su subconsciente en una Canarias Libre (ojo, de libre nada, sólo cambiando de cadenas). Repugnantes caciques.

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