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jueves, 28 de marzo de 2024 09:57h.

desde posiciones socialistas y republicanas, denunciar esta situación, es una obligación moral y ética.

¿Quién manda aquí, el gobierno del rey o el oligopolio eléctrico? - por Carlos Martínez

 

FRASE CARLOS MARTÍNEZ

¿Quién manda aquí, el gobierno del rey o el oligopolio eléctrico? - por Carlos Martínez, politólogo, secretario general del Partido Socialista (PSLF) y miembro del Consejo Científico de Attac *

Las continuas subidas de la luz además de ser un atraco consentido por el gobierno de coalición contra todas las clases populares y trabajadoras de todo el estado español y lo afirmo con tristeza, viendo como se frustran las esperanzas de cientos de miles de personas sencillas y humildes que los han apoyado, es un fraude contra todo un Estado incapaz de enfrentarse a los poderosos de la energía y otros sectores de las grandes empresas y multinacionales que son escuchados inmediatamente por el gobierno y el rey, mientras que los sectores populares y obreros no reciben ni la misma atención ni interés. Recibir cada dos o tres meses a los profesionales que dirigen dos centrales sindicales de las varias que existen, hoy y ahora no representa a la clase trabajadora y además el gobierno y la CEOE de sobra conocen su debilidad, sus deudas y sus embargos. 

Volvamos al asunto, lo malo de la subida de la luz, no es solo que nos roban miserablemente con unos precios hinchados de sobrecostes artificiales y mentirosos que tanto técnicos y expertos como varias organizaciones de consumidores han denunciado con mucha frecuencia. Además el precio de la electricidad hace subir los precios de los alimentos, el comercio y los servicios, así como la competitividad de miles de empresas. Lo que ocurre en este reino, es que cada vez es más duro vivir y más caro comer frutas y verduras. Ante esto los parches del IVA y otros que prepara el gobierno de progreso, no son suficientes, mero parcheo al objeto de proteger al oligopolio eléctrico a costa de todas y todos,  puesto que no es el gobierno el que debe dejar de recaudar impuestos para incrementar la sanidad, la educación o las prensiones, sino las propias compañías eléctricas que obtienen cifras escandalosas y encima extorsionan a todo el reino de España. Solo la nacionalización de las energías solucionará el problema o al menos de inicio una decidida acción política al objeto de rebajar el precio de abuso e intervenir desde el estado en el mal llamado mercado eléctrico, pues no es un mercado, es un servicio público y esto hay que resaltarlo, la electricidad es un servicio público, insistimos y un derecho humano consolidado ya. Los temores de Teresa Rivera o más bien su defensa descarada del oligopolio, no se puede realizar sin la complicidad gubernamental y el apoyo de Calviño y Pedro Sánchez.

Entiendo que desde posiciones socialistas y republicanas, denunciar esta situación, es una obligación moral y ética. Son cuestiones como estas: la carestía de precios, salarios congelados, precariedad laboral y el robo eléctrico lo que hace subir a la extrema derecha y es Sánchez el responsable directo del crecimiento de VOX o del PP. A la extrema derecha no se le para con publicidad y demagogia, se le frena con políticas y realidades de reparto, justicia y democracia. Ni colas del hambre ni carestía de precios. Justicia, precios justos, alza de salarios y pensiones y fin de la corrupción. 

A esto hay que añadirle que mientras tanto, se protege la corrupción de la corona y se impiden las funciones democráticas del parlamento con excusas puramente políticas que no resisten el más mínimo examen desde un punto de vista de la ciencia política y constitucional comparada. Si el parlamento que representa la soberanía popular no puede controlar todo y a todas y todos sin excepción, es que no existe democracia ni siquiera liberal puesto que hay una familia superior a la soberanía popular y eso conculca la libertad.

Un estado al que poderosas empresas ponen de rodillas es un estado que no vela por los intereses de ciudadanas y ciudadanos, ni siquiera por sus propios intereses.
 

* En La casa de mi tía por gentileza de Carlos Martínez

CARLOS MARTÍNEZ PSLF

 

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