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viernes, 29 de marzo de 2024 00:12h.

Red Transeuropea /1 - por Pedro Fernández Arcila

Europa lleva más de veinte años años debatiendo una política de transporte centrada en el diseño de una red que abarcaría el ámbito terrestre (incluido el ferroviario), marítimo y aéreo. Desde el Tratado de Maastrich (1992) se viene trabajando en la creación de esta red, mientras, a la par, se iba desarrollando una red de telecomunicaciones y otra red transeuropea de energía, tres pilares básicos de la política comunitaria.

Europa lleva más de veinte años años debatiendo una política de transporte centrada en el diseño de una red que abarcaría el ámbito terrestre (incluido el ferroviario), marítimo y aéreo. Desde el Tratado de Maastrich (1992) se viene trabajando en la creación de esta red, mientras, a la par, se iba desarrollando una red de telecomunicaciones y otra red transeuropea de energía, tres pilares básicos de la política comunitaria.

En el año 2001 se elaboró el Libro blanco del transporte en Europa, y bajo el paraguas de este documento se fueron adoptando decisiones que avanzaban los criterios de selección que permitiría a la UE elegir aquellos puertos, aeropuertos, ejes ferroviarios o viales sobre los que trazar esa red principal.

Todo este proceso de definición de la red está a punto de culminar con la aprobación de un reglamento cuyas previsiones, ahora hablando en clave local, hacen imposible la inclusión del puerto de Santa Cruz en la red principal. Lo cierto es que, durante todo el proceso de elaboración, el Puerto de Santa Cruz de Tenerife nunca estuvo en la lista de los elegibles para ser incluido en esa red, fundamentalmente por no cumplir con todos los criterios exigidos por Europa.

Sin hacer un panegírico de la UE y menos en los tiempos que corren, creo no excederme si afirmo que estos procesos suelen llevarse en Europa con bastante rigor, aún más en asuntos como este donde las instituciones europeas han realizado un concienzudo trabajo durante dos décadas. Hago este preámbulo para concluir que la no inclusión de nuestro puerto no se debe a ningún capricho o arbitrariedad comunitaria sino a desméritos propios.

Porque lo cierto es que si el Puerto de Santa Cruz no cumple las exigencias para integrarse en la red transeuropea se debe a que en estos últimos años los responsables políticos han abandonado el puerto, provocando que la débil actividad portuaria nos alejara del interés europeo. Como muchas personas de la isla estoy convencido que esta desidia hacia el puerto capitalino ha sido consciente y premeditada, sabiendo los responsables políticos que un puerto de Santa Cruz con buena salud era un serio hándicap para justificar el puerto de Granadilla.

Ahora los mismos responsables de la desaparición del puerto capitalino se erigen en portavoces de una plataforma que recogen firmas para impresionar a Europa y, con el rostro de los viejos cambuyoneros, le reclaman dinero para el puerto de Santa Cruz, el de Granadilla, aeropuertos y, si sobra algo, para los trenes. Al fin y al cabo ellos saben bastantes de redes, ustedes me entienden.

Pedro Fernández Arcila es Concejal de Sí se puede en el Ayuntamiento de Santa Cruz

http://www.diariodeavisos.com/2012/09/10/opinion/red-transeuropea-1-pedro-fernandez-arcila/