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jueves, 25 de abril de 2024 00:27h.

Reflexiones sobre el coronavirus. ¿Otro mundo es posible? - por Antonio Aguado

 

FRASE AGUADO

Reflexiones sobre el coronavirus. ¿Otro mundo es posible? - por Antonio Aguado, coherente veterano militante socialista *

Por supuesto que si, pero lo deberíamos reivindicar. Tendría que ser una aspiración lógica con las experiencias que estamos viviendo y no solamente por la actual crisis sanitaria consecuencia de la pandemia del coronavirus y es que tenemos pendiente otra aún mayor y mucho más grave, como es el grandísimo deterioro que le estamos causando al medio ambiente y nuestro ecosistema. Hasta ahora los acuerdos internacionales adoptados en las diferentes convenciones, han sido más bien de forma testimonial y sin adquirir compromisos concretos, con sus correspondientes y suficientes costes y plazos para realmente alcanzarlos. Independientemente de los intereses políticos y económicos, hay una gran dosis de irresponsabilidad por quienes tienen que tomar las medidas oportunas y se hagan realidad.  

 El problema es la impotencia y es que éste sistema neoliberal tan injusto,  tiene a la Sociedad muy mediatizada y secuestrada y es ésta, la que democráticamente de forma organizada tendría que hacerle frente y cortar con tal situación. Pero lamentablemente esto se antoja como una quimera y es que juega a favor del poder establecido, tanta desunión entre los pueblos, que aún habiendo experimentado la ciencia y tecnología avances realmente importantes a gran parte de sus habitantes les son vetados y no los perciben, ya que tienen como prioridad su supervivencia física y a eso se le suma, culturas y tradiciones ancestrales que no les hacen avanzar y lo complica aún más las religiones que suelen profesar. Todo esto es caldo de cultivo a favor de una minoría poderosa, en contra de la mayoría que sufre las consecuencias. Que bien describe todo esto la letra de la canción IMAGINE de John Lennon, expresando sus sueños para lograr un mundo mejor.

 La desunión juega a favor de los poderosos que a todos los niveles controlan el mundo obteniendo muchos réditos y privilegios. Sería deseable que con ésta pandemia nos hayamos mentalizado y como Humanidad demos una respuesta conjunta para lograr erradicar tanta falta de libertad e injusticia social.   

 En el transcurso de la Historia la Raza Humana con sus respectivos pueblos ha protagonizado muchas batallas y guerras en pro de su liberación y emancipación. Estando relacionadas con su descolonización e independencia, siendo de las más importantes de nuestra Historia Contemporánea la protagonizada por el Pueblo de la India para liberarse del yugo británico y conseguir su independencia. Lo logró de forma pacifica debido a contar con un líder carismático y natural, que irradiaba autoridad moral Mahatma Gandhi, mediante el movimiento que instauró de desobediencia civil no violenta.  

 Otro tanto pasó con el Pueblo de Sudáfrica en su lucha contra el Apartheid, estando al frente de ese movimiento de liberación el líder Nelson Mandela. Aunque fue represaliado y encarcelado durante 27 años, pero la victoria que obtuvo la administró con mucha prudencia y de forma integradora, incluyendo a quienes habían sido sus represores. Los ejemplos de estos dos extraordinarios lideres Mahatma Gandhi y Nelson Mandela, quedaran para siempre en la Historia.

 Esos ejemplos reivindicativos y las formas para su ejecución fueron encomiables, lo mismo  nos está pasando con la responsabilidad y ejemplar comportamiento que estamos demostrando para hacerle frente y poder derrotar al coronavirus. La gran incógnita y enorme preocupación, es que pasará ante una gran catástrofe mundial del medio ambiente según parece todo apunta sino se pone remedio. 

 Las catástrofes naturales cada vez más graves y traumáticas, harán que la escasez del agua y los espacios sean  menos habitables y disputados por los diversos pueblos. En ese sentido, la pandemia que estamos pasando, tiene una lectura positiva y es que, gracias al confinamiento y  la reducción muy drásticamente del transporte, ha producido un cambio sustancial en la atmósfera, con grandes índices de descontaminación. Si queremos salvar nuestro planeta, el grueso de las inversiones de todos los países  fundamentalmente los más ricos y poderosos, deberían ir destinados a mejorar el medio ambiente, la sanidad publica, servicios socio sanitarios públicos, la educación igualmente pública, la cultura, ciencia y tecnología y la potenciación del sector primario. 

 Concentrando los presupuestos e inversiones en estos sectores, aparte de mejorar la calidad de vida, con todos los puestos de trabajo que se generarían se erradicaría tanta desigualdad con una mayor justicia social.  Para lograr éstos objetivos en España deberíamos acabar con tanto derroche en el mantenimiento de instituciones inútiles como el Senado, diputaciones, Consejo de Estado, consejos consultivos y tribunales de cuentas en las comunidades autónomas o nacionalidades, Defensor del Pueblo y sus homólogos de las CC.AA. Asesores etc.   

 Esto se debería valorar junto a otras medidas para tenerlas en cuenta, a la hora de abordar los problemas y adecuadas soluciones al cambio climático y a los servicios esenciales de la Sociedad. Los esfuerzos e inversiones que se hagan para lograrlo sin duda merecerán la pena. La Humanidad en su conjunto está en peligro e igualmente de forma conjunta debe luchar en contra de los responsables de su supervivencia.   

 Es de esperar que después de superar la crisis del coronavirus y si se afronta con éxito el cambio climático, se sigan abordando y dando soluciones a auténticos dramas que vienen siendo peores que la pandemia que estamos padeciendo y es que, en éste mundo en el que habitamos, mientras una parte minoritaria posee grandes fortunas derrocha y lleva una vida muy ostentosa, otra de nada menos 1.300 millones de personas están en la pobreza severa y de éstas 25.000 mueren diariamente de hambre, siendo 18.000 niñas y niños. 

 Hace falta que el mundo occidental recupere  valores de libertad y justicia social, reaccionando satisfactoriamente haciéndole frente a ésta situación con medidas adecuadas y oportunas. No son pandemias víricas, pero tenemos conflictos bélicos como la Guerra Siria desde hace 9 años, que ha dejado 500.000 muertos y 11 millones de desplazados. Y sociales con miles de inmigrantes que fallecen anualmente, huyendo de los conflictos en sus países, de la miseria y el hambre.

 Desde luego que otro mundo y mejor es posible, pero todo depende de la inmensa mayoría de las personas que en el habitamos, no permitiendo que una minoría por muy poderosa que sea lo siga deteriorando y degradando. 

 

* La  casa de mi tía agradece la gentileza de Antonio Aguado Suárez  

ANTONIO AGUADO RESEÑA



 

 

MANCHETA 21