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viernes, 29 de marzo de 2024 00:12h.

Seamos serios - por Paco Vega

 

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paco vegaVaya por delante mi condena más absoluta para cualquier tipo de violencia, especialmente si va dirigida contra los sacrificados miembros de las fuerzas de seguridad del estado. Que caiga por tanto todo el peso de la ley sobre los autores del delito, con el rigor que para este tipo de hechos está previsto en el ordenamiento penal.

Seamos serios - por Paco Vega *

 

Vaya por delante mi condena más absoluta para cualquier tipo de violencia, especialmente si va dirigida contra los sacrificados miembros de las fuerzas de seguridad del estado. Que caiga por tanto todo el peso de la ley sobre los autores del delito, con el rigor que para este tipo de hechos está previsto en el ordenamiento penal.

Ahora bien, hay multitud de matices en la agresión a los guardias civiles de Alsasua (Navarra) el 15 de octubre de 2016, que no justifican la catalogación de atentado terrorista. Sin embargo los medios afines o en sintonía con el Gobierno de la nación y todo su partido se han volcado en una desenfrenada campaña de la exageración, que no se ajusta a la realidad de lo sucedido y que a continuación paso a enumerar:

1.- Los Guardias Civiles (y los que no lo son) en cualquier lugar de España, especialmente si van acompañados de sus parejas, lo normal es elegir con cierto criterio los lugares de ocio, sobre todo a altas horas de la madrugada en las que el alcohol circula por las venas de los paisanos en cantidades poco recomendables para la socialización. Su misma profesión debería ser alentadora de esa recomendable prudencia que a los agentes del orden se les supone.

2.- Ese día los Agentes eligen para tu esparcimiento y ocio el pueblo en el que trabajan, en el que les conoce todo el mundo y en el que su profesión causa un rechazo histórico, justificado o no, lo que indica quizás una actitud que podría tildarse de poco prudente.

3.- Si además ejercen como mandos (uno Teniente y el otro Sargento) con responsabilidades y obligación de dar ejemplo de prudencia y sensatez no parece tampoco una actitud a imitar el salir de copas hasta altas horas de la madrugada en un pueblo con conocidas y evidentes antipatías hacia la Guardia Civil, pudiendo haber elegido otro lugar tranquilo en el que pasarían completamente desapercibidos.

4.- A pesar de lo anterior y una vez producida la agresión contra los agentes (recordemos que eran las 05,00h de la mañana), parece lógica la denuncia por los hechos con el deseo de que  caiga el peso de la ley sobre los culpables de tales hechos pero:

-Una agresión en un bar a altas horas de la madrugada, entendiendo que fue un hecho casual la coincidencia en ese bar y a esa hora de los guardias y sus agresores con una más que probable ingesta de alcohol por parte de los participantes, sobre unos guardia civiles de paisano y en su tiempo de ocio, puede entenderse como UN ATENTADO?

-Será una agresión tumultuosa, con superioridad numérica y con todos los agravantes que se estime concurrentes en el hecho, que en función de las lesiones producidas y demás circunstancias incluso podrían catalogarse de delito, pero un atentado terrorista parece que queda algo lejos de este hecho delictivo.

-Sobre la desproporcionada petición de penas por parte del Ministerio  Fiscal por los hechos cometidos me parece sencillamente una barbaridad. Pero ya nos están acostumbrando algunos fiscales en los últimos tiempos a desafortunadas actuaciones y “derrapes legales”…

5.- En un país en el que hemos sufrido durante decenios la lacra del terrorismo y sus atentados, con resultados terribles de muertes, heridos graves y secuestros deberíamos tener muy claro lo que es un atentado terrorista y no agravar, por oportunismo político, unos hechos de por si deleznables y condenables, pero en ningún caso  catalogarlos de TERRORISMO.

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SEAMOS SERIOS, si estos mismos hechos hubiesen ocurrido en cualquier otro lugar de España no habría tenido esta consideración ni hubiesen llenado portadas en los medios de comunicación durante meses. Agresiones similares suceden esporádicamente en todo el territorio nacional, incluso vistiendo uniforme y en acto de servicio, pero nunca se han revestido de esta figura delictiva ni enviado a la Audiencia Nacional para su procesamiento. La propia Audiencia de Navarra rechazó que estos hechos pudiesen ser considerados delito de atentado.

No obstante, aunque la prudencia no pareció ser el fuerte de estos agentes, ahora víctimas, fueron brutalmente agredidos por un número muy superior de personas por el simple hecho de ser guardias civiles. Ahora los agresores deben ser juzgados con severidad, cumplir sus penas y resarcir a las víctimas por las lesiones sufridas. Lo demás son ganas de enturbiar un proceso de paz lárgamente demandado.

Siento absoluto desprecio por los dictadores de medio pelo que se creen con todo el derecho de insultar, menospreciar y agredir a un agente de las fuerzas de seguridad y pretender que le salga gratis, pero siento el mismo desprecio por los que desde la política utilizan un hecho grave de agresión para tapar sus vergüenzas y desviar el foco de la corrupción que campa a sus anchas por este país.

Si este gobierno realmente estuviese preocupado por los guardias civiles estaría más atento a sus peticiones laborales, que son muchas, como la dotación individual de chalecos antibala, la equiparación salarial con el Cuerpo Nacional de Policía y la democratización de sus estructuras y reglamentos, en lugar de cargar las tintas sobre un hecho que de haber ocurrido en Canarias ni siquiera habría salido en los medios.

chalecos guardia civilmanifestación guardia civil 2manifestación guardia civil

Por otra parte tampoco conviene desvirtuar la gravedad del DELITO DE TERRORISMO, para que las miles de víctimas que si han sufrido esta lacra  no se sientan ninguneadas ante un hecho que para nada tiene que ver con la crueldad del terrorismo. Considero que esta actuación de la Fiscalía, ratificada por una Juez es una falta de respeto para los cientos de guardias civiles y sus familias que, en el desempeño de su servicio o fuera de él han sido brutalmente asesinados y lesionados por la cerrazón de los violentos. Convendría marcar diferencias para que las viudas y huérfanos que ha dejado por el camino la lacra del terrorismo no sientan que su sufrimiento ha sido en vano, para convertirse ahora en herramienta política a voluntad del gobierno de turno, que aprovecha cualquier tema para despejar balones y focos mediáticos de los casos de corrupción que se van desgranando cada día en los tribunales y fuera de ellos.

No parece lógico ni natural que, ahora que ETA ya no mata y ha entregado las armas -apostando definitivamente por las vías pacíficas- se “carguen las tintas” sobre unos violentos que habiendo cometido un delito grave no dejan de ser simples delincuentes. SEAMOS SERIOS.

* En La casa de mi tía por gentileza de Paco Vega

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