El señor Antona, con jilorio de poder - por Nicolás Guerra Aguiar *

   El Partido Popular consiguió los votos necesarios para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado gracias al apoyo de Ciudadanos (su otro yo en versión juvenil a la europea), el voluble Partido Nacionalista Vasco y las variantes combinatorias nacionalistas isleñas (CoATIción Canaria –CC- y Nueva Canarias -NC-).

    Por tal razón el señor Antona –presidente pepero en Canarias- ansía arrejuntarse con CC aunque los nacionalistas digan fos al poco tiempo, malamañados en las cosas relacionadas con la salvación nacional – nacionalista. No obstante insiste, casi en desarreto total, para un pacto de Gobierno al que están invitados los psocialistas (?) de la Agrupación Gomera (ASG). Y lo hace por tres razones: una, Canarias necesita de su sacrificio e, incluso, inmolación patriótica. Hados, fatalidades y sinos le imponen tal camino de padecimientos como lo hicieron con nuestros paisanos románticos. Así, a la manera del guiense Bento y Travieso, el señor Antona llorará los males “que el destino con mano ponderosa / en noche asaz horrible y ominosa / despertó sobre míseros mortales”. 

Bento y Travieso

   Dos: el señor Curbelo (deificación gomera) y sus diputados se sienten a gusto con los planteamientos conservadores del PP y CC. Es más: su ligereza puede convertirlos en cómodos socios de Gobierno o, acaso, en imprescindible apoyo externo. Pero, eso sí, con suculentas partidas económicas para continuar el fortalecimiento del curbelonismo gomero cuya esencia viene simbolizada por la Torre del Conde. Sus señorías de ASG, a pesar de isleña ingenuidad, saben que son imprescindibles para la mayoría absoluta (33 escaños sobre 60) en el Parlamento canario.

   Tres: conoce el señor Antona su muy limitada capacidad de influencia en la política canaria actual. Precisa, pues, formar parte del Gobierno por más que el señor Clavijo (presidente en minoría minoritaria) se deja querer al golpito, impávido ante sonoras tempestades de la impaciencia antonana. Y ese “déjese dir” lleva al jefe regional del PP a mesarse las barbas, testigo mudo de su desesperanza: necesita obtener beneficios de los dineros prometidos por Madrid tanto a CC como a NC. Urge así la entrada en el Gobierno para, desde su nueva posición, gestionar el notable aumento del próximo Presupuesto canario.

   Por tal razón reclamará al señor Clavijo tres insignificancias: la primera -puramente simbólica- es la vicepresidencia, pues sin coche oficial ni hay autoridad ni prestancia política. Ni tan siquiera se cuadraría la Policía Canaria a su paso, lo más elemental. La segunda es la consejería de Hacienda: a fin de cuentas los euros llegan de Madrid y en Madrid manda el señor Rajoy, que para eso lo invitó a la foto oficial de la firma para el apoyo de NC a su Presupuesto. Y la tercera es la consejería de Cultura y Manifestaciones Patrióticas, imprescindible para satisfacer la deuda histórica con Su Majestad Don Fernando Guanarteme. Así, y gracias al PP, sus reales posaderas volverían a la ciudad de Gáldar para el descanso eterno en pétreo túmulo abajo en El Agujero, necrópolis de La Guancha.

   De paso, además, satisfaría la regia vena guanartemil de doña PPepa, señoría defensora en el Parlamento canario de una misión en lo universal: la recuperación de sus restos (de él, claro), pues murió en Tenerife mientras prestaba apoyo físico y logístico a los conquistadores, enviados del Renacimiento europeo y cristianizadores de Canarias tras su incorporación a la Corona de Castilla, católica y ancha, benefactora de la Humanidad.

   Euros tiene todavía el Estado, sorimbado estoy. Con NC nuestra Región ingresará 750 millones. Mas… aunque solo sea por sutilezas, los nacionalistas canarios deberían informarse de dónde los ha sacado el Gobierno, si de depósitos judiciales, retenciones internacionales, techos de roperos familiares, cuentas corrientes ubicadas en Suiza, Mónaco, Panamá… o, acaso, iban para ayudas sociales, por ejemplo. Lo digo por si aparecieran supuestos propietarios y luego reclamaran. Ya se sabe: dineros del Estado se confunden con cargos gubernamentales o tesoreros.

  En apariencia se impondría el rigor democrático con tales acuerdos: como CC no cuenta con mayoría absoluta en el Parlamento, dialoga con partidos de la oposición y, finalmente, llegan a entendimientos en forma de Gobierno. Exactamente lo contrario a etapas anteriores en el Congreso de los Diputados, donde las confluencias racionales no existían debido a las mayorías absolutas: todo se imponía por la razón de la fuerza numérica, la más peligrosa de las razones cuando se convierte en la quijotesca razón de la sinrazón.

   Peor aun, si cabe, es el panorama en Canarias: con tres mil votos, la Agrupación Socialista Gomera (ASG) obtiene tres diputados. Pero Ciudadanos, con 54 000, no entra en la Cámara.  Y Nueva Canarias –salvadora del PP “por patriotismo canario”- logra cinco señorías… ¡con 94 000 papeletas! Lo cual -dicho sea de paso- demuestra la irregularidad de la regla de tres (1º de Bachiller, 10 añitos): si con tres mil quinientos votos ASG consigue tres diputados, Nueva Canarias hubiera sobrepasado el tope de sus señorías impuesto en el Parlamento canario.

   Por tanto, la antidemocrática distribución de los asientos camerales no solo es arma cargable por la culata (“Ahí está el poder de mis votos”, dice un personaje galdosiano). Se trata además de un superbombardero que, a la manera de las fortalezas volantes usadas en Vietnam contra poblados y aldeas, machaca la más elemental regla del justo sistema: cada persona un voto, viva en Alajeró, Sabinosa, Garafía, Icod, Mala, Betancuria, Gáldar o Pedro Barba. Por tanto, espero que NC, la gran perjudicada, reclame también al Gobierno el máximo respeto a la voluntad popular.

   El señor Antona fue invitado de piedra en las conversaciones con NC. Sin embargo, el joven presidente del PP canario insta con vehemencia y sin amonestaciones al arrimo con CC y ASG, acaso bigamia. Desagalladito está nuestro hombre. Ya lo había adelantado el Arcipreste de Hita en el siglo XIV: “[…] Y si oyen qu’el dinero empieza a retiñir, / por quién ha de cogerlo empiezan a discutir”.

* En La casa de mi tía por gentileza de Nicolás Guerra Aguiar