Buscar
sábado, 20 de abril de 2024 11:34h.

El señor Monedero, Hacienda y la ética - por Nicolás Guerra Aguiar

Lo que son la cosas: desde la cinco de la mañana, portadas de periódicos digitales y  distintas emisoras de radio (para el señor Jiménez Losantos se ha convertido en una auténtica obsesión, casi en Cruzada Salvadora) inciden día a día sobre el supuesto desajuste económico entre el señor Monedero (número tres de Podemos) y la Hacienda española, tan flexible esta con demostradas evasiones fiscales y a cuyos responsables, no olvidemos, les dio la oportunidad de regularizar los capitales ocultos. Aunque nunca investigó la procedencia de tales millonadas

El señor Monedero, Hacienda y la ética - por Nicolás Guerra Aguiar *

   Lo que son la cosas: desde la cinco de la mañana, portadas de periódicos digitales y  distintas emisoras de radio (para el señor Jiménez Losantos se ha convertido en una auténtica obsesión, casi en Cruzada Salvadora) inciden día a día sobre el supuesto desajuste económico entre el señor Monedero (número tres de Podemos) y la Hacienda española, tan flexible esta con demostradas evasiones fiscales y a cuyos responsables, no olvidemos, les dio la oportunidad de regularizar los capitales ocultos. Aunque nunca investigó la procedencia de tales millonadas.  

   Que la vida pública española no es, precisamente, ejemplo de comportamientos éticos, seriedad, rigor y transparencia ya nadie lo discute. Casos de corrupciones, robos al Estado, atracos a nuestros impuestos… los hay a miles (Bankia; la familia Pujol; la fortuna extranjerizada del muy admirado, alabado y condecorado señor Botín…). Y casi 2 700 españoles evadieron fortunas a través del banco HSBC.

   No deja de llamar la atención que todo haya visto la luz gracias a un informático del banco, quien hizo públicos cientos de documentos comprometedores para grandes empresarios y personas de la vida pública. Cuando la Humanidad está a punto de impactar con un revolucionario programa de vuelos espaciales que llevan naves más allá de la Luna, aquí abajo las administraciones públicas argumentan que no tienen capacidad para un rigurosísimo control sobre supuestos delincuentes que mueven miles de millones por paraísos fiscales.  Más: organismos oficiales hay que son reticentes para dar a conocer los nombres de quienes se sirvieron de aquel banco con articuladas variantes combinatorias.

   Sin embargo, un periódico de tirada nacional abrió su portada digital de anteayer con un titular destacado: “Monedero ya tenía 682.508 euros el día en que fundó Podemos”. Y, a la vez, con un antetítulo contundente: “Las cuentas del 'número tres' de Podemos”. Luego informa de los movimientos bancarios entre 2009 y 2013 con detallados desgloses de las cantidades euriles acumuladas a lo largo de los tales años en Caja de Resistencia, Herramientas de Pensamiento y cuenta personal (incluso las disposiciones de efectivos). Su fuente: “Elaboración propia”, según el periódico. (Sin embargo, quedan en el aire dos preguntas. Una: ¿cómo un periódico puede hacer públicas las cuentas bancarias privadas de un ciudadano a quien la Justicia ni tan siquiera ha puesto bajo sospecha de un hipotético delito monetario? Dos: ¿investigará la fiscalía la procedencia de tal información bancaria en cuanto que puede atentar contra la propia Constitución en el apartado que se refiere al secreto profesional? )

   El señor Monedero, como cualquier ciudadano, tiene derecho a ingresos por trabajos realizados incluso a países cuyos gobiernos no satisfacen las exigencias de pureza democrática, rigurosidad constitucional y respeto pulcro a los derechos de las personas que algunos reclaman para ciertas naciones, aunque aquellos gobernantes fueran elegidos democráticamente y ninguna organización internacional (ONU…) denunciara chanchullos o trampas con las urnas.

   Son, sin embargo, prudentemente mudos cuando se trata de Guinea Ecuatorial, por ejemplo, reciente visita del presidente español (¿qué fue a buscar allí el señor Rajoy?) a quien no acompañó ningún mandatario europeo.  Y cierran ojos, olfatos y denuncias si importantes empresas españolas invierten inmensas fortunas en países de regímenes militaristas, esclavistas y dictatoriales absolutamente ajenos a básicos derechos humanos. Países en donde la vida no tiene valor alguno si alguien levanta su voz en contra de injusticias, rapiñas, miserias, persecuciones, encarcelamientos, desapariciones...

   Otra cosa bien distinta es que algunas personas sospechen de cómo ha movido el señor Monedero sus emolumentos, es decir, que haya evadido capitales al extranjero; que trampeara para no pagar impuestos o que la procedencia de su pellita sea, al menos, sospechosa de inmoralidades o ilegalidades. Si lo anterior fuera cierto (con todo derecho, el PP argumenta siempre la presunción de inocencia de sus sospechosos); si acaso se manejaran informaciones comprometedoras para el señor Monedero, pruebas irrebatibles de que cometió supuesto delito, entonces sí deben acudir inmediatamente al juzgado de guardia para presentar la denuncia y las pruebas pertinentes. Y sobre la marcha –es el caso, por ejemplo, del candidato CoÁTIco, señor Clavijo- su señoría actuará en consecuencia, tal como corresponde a un Estado de derecho.

   Desconozco –frente a algunos medios muy documentados y con información privilegiada- si el señor Monedero urdió alguna estratagema para evadir impuestos. No estoy al tanto de que así fuera (técnicos de Hacienda afirman que no hubo delito en cuanto que abonó la parte correspondiente hace unos días, pues su dinero estaba en España). Sin embargo, muchos españoles dejaron de ser intencionados evasores cuando se acogieron al indulto fiscal tras pagar los impuestos de fortunas que quisieron eludir o escaquear en bancos extranjeros. Por tanto, el señor Monedero ya tiene sus cuentas en regla. Y no será sancionado en cuanto que no fue requerido por la Agencia Tributaria.

   Otra cosa distinta es la relación vida privada / vida pública. A fin de cuentas, el señor Monedero es el número tres de un partido que destaca sobremanera en el panorama político español y de cuya aparición y fortalecimiento, recordemos, son absolutamente responsables quienes han gobernado en monopolio o en necesarias alianzas con otros. Podemos tiene apariencias de victoria y eso, sin duda, aflige y atormenta a quienes han hecho de la política una profesión, cuando no un campo muy poderoso de intereses económicos. Por tanto, Podemos ya no es contrincante: es el enemigo a abatir. Y en determinadas tácticas todo vale, incluso la hábil siembra de dudas, sospechas y recelos.

   Sin embargo no estuvo presto, ágil e inteligente el señor Monedero desde el primer momento. La continuada y numantina resistencia a aceptar lo obvio –debía dinero a Hacienda- dio fuerza a sus denunciantes y (algunos) perseguidores. El señor Monedero no es hoy un ciudadano anónimo, muy al contrario: es un aspirante a purificar la cosa pública. Y tal purificación va directamente unida a la ética, conjunto de normas morales. 

* Publicado con autorización del autor