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miércoles, 24 de abril de 2024 00:29h.

“Socialistas” amorfos Antonio Aguado Suárez, Militante del Partido Socialista Canario -PSOE-

Desde su fundación en el año 1879 por Pablo Iglesias y durante la mayor parte de su existencia, el PSOE se había caracterizado por el compromiso y el sacrificio de sus militantes por lograr una Sociedad más justa, democrática e igualitaria.

“Socialistas” amorfos Antonio Aguado Suárez, Militante del Partido Socialista Canario -PSOE-  

Desde su fundación en el año 1879 por Pablo Iglesias y durante la mayor parte de su existencia, el PSOE se había caracterizado por el compromiso y el sacrificio de sus militantes por lograr una Sociedad más justa, democrática e igualitaria.

Compartir militancia con los compañeros veteranos republicanos, ha sido de las experiencias más gratificantes que me ha podido pasar. Desde con los que estaban exiliados en Londres y posteriormente a mi regreso en 1976, con los canarios que fueron represaliados y encarcelados, pero lograron sobrevivir para contarnos a los jóvenes socialistas de aquel entonces, la verdadera Historia de España y del Partido.

Lo hacían sin rencor y nos daban consejos conciliadores. ¡Eran auténticos socialistas!. Sus principios y convicciones, se mantuvieron inalterables.  Y manifestaban la necesidad del socialismo y del PSOE como instrumento de referencia y aglutinador, para que los trabajadores lograran sus reivindicaciones.

Después del dramático y nefasto paréntesis impuesto por el franquismo, el Partido Socialista, empezó a tomar cada vez más protagonismo, reflejado fundamentalmente en los resultados electorales y las políticas que ha venido realizando. Siendo el partido político hegemónico y el que más tiempo ha ostentado el poder,  hay que reconocerle los profundos y grandes avances experimentados por la Sociedad Española, logrando su modernización y altas cotas de bienestar social.

Los momentos por los ruidos de sables que aun persistían y la lacra del terrorismo de ETA, eran dramáticos y difíciles. Pero fueron determinantes los amplios respaldos del Pueblo Español manifestados en las sucesivas elecciones. La de octubre de 1982 que nos posibilitó llegar a la Moncloa por primera vez y la de junio de 1986, fueron las que realmente marcaron un antes y después en la Sociedad Española.

Ayudó a los gobiernos centrales del PSOE a producir los cambios que necesitaba España, los gobiernos socialistas que se configuraron en la mayoría de las comunidades autónomas o nacionalidades, como así mismo, en los ayuntamientos, diputaciones y  cabildos.  

Hasta mediados de los 80, en la practica en el PSOE, coexistían solo dos líneas ideológicas: socialdemócratas y socialistas ortodoxos. Siendo sus principales referentes, Felipe González y Luís Gómez Llorente como principal impulsor de la corriente de opinión Izquierda Socialista.

El debate de estas dos líneas ideológicas en los órganos correspondientes, enriquecía la vida del Partido. Siempre se hacía desde la lealtad y el respeto, habiendo propiciado y mantenido entre nosotros el compañerismo y la amistad.

Sin embargo, a medida que el PSOE acumulaba más poder, empezaron a llegar los advenedizos  y oportunistas, que tanto daño han causado al Partido y peor aún a la propia Sociedad y es que, gran parte de los dirigentes (muchos igualmente advenedizos y oportunistas), se han venido apoyando en ellos para llevar a efecto, políticas contrarias al ideario socialista y para tirar por la borda, muchos de los valores que nos identificaban. Entre ellos la honradez (era implícito y consustancial en un socialista serlo), como así mismo, el compañerismo, la  solidaridad, tolerancia, democracia interna, formación, etc…   

De un tiempo a esta parte, el espectro ideológico del PSOE, del inicial: socialdemócratas y socialistas ortodoxos, se ha ampliado y en la actualidad es irreconocible, con la incorporación de excomunistas, exnacionalistas de “izquierda”, neoliberales, liberales, católicos……..

Todos están incluidos y forman parte del conjunto de amorfos, siendo en conjunto mayoría dentro del Partido. Lo preocupante es que de entre ellos, salvo honrosas excepciones, se encuentran muchos dirigentes que otrora no lo eran y ahora la prueba más palpable de su amorfidad, es la política que han venido y vienen desarrollando, que se puede identificar con todo, menos socialista. Particularmente desconozco la línea ideológica de la mayoría de los dirigentes, incluido la del propio Rubalcaba y muchos de los que se postulan para sucederle. ¿Cuál es la de Susana Díaz, próxima presidenta de la Junta de Andalucía?.

En el plano personal, sus ejemplos son más que evidentes, al constituirse como casta profesionalizada de la política, se han alejado cada vez mas de la Sociedad y no tienen dudas, ni reparos en escolarizar a sus hijos en colegios privados (peor aún, en los injustos y arbitrarios concertados, que los pagamos todos), en realidad se comportan como lo que son: burgueses seudosocialistas.

Desde la desideologización, con la privatización de sectores claves y de servicios básicos como el energético, algunos sacando “tajada personal”, pertenecen en los consejos de administración de la empresas adjudicatarias. Entre los  muchos ejemplos el más elocuente es el del propio Felipe González, formando parte indignamente de la multinacional Gas Natural.

Al no compartir y menos aún practicar el legado que nos dejó Pablo Iglesias, desde la coherencia, deberían constituir un partido político que les identifiquen y representen tal y como son. Pero las siglas PSOE y su historia, electoralmente aún pesan mucho y están ahí, para su aprovechamiento personal.

Constituirían su propio partido, si ante una opción real de izquierda quedaran en minoría. Izquierda Socialista, en teoría el ala izquierda del PSOE y que podría ser esa alternativa, en la practica y aunque se disfrace, es un apéndice más y cómplice del oficialismo.

Con este bagaje, sería normal preguntar el sentido de militancia en el PSOE de personas como yo y la respuesta en lo que a mi respecta, es que no voy a tirar por la borda tantos años de militancia y mantengo intactas mis inquietudes políticas y de lucha en contra de esta Sociedad tan injusta.

Por otra parte considerar la militancia en otros partidos políticos de izquierda, ¿cuál de ellos?. Cada día aparecen más plataformas con el argumento o señuelo de la unidad de la izquierda, pero lo cierto es que voluntaria o involuntariamente, tanta división, le hace cada vez más el juego a la reaccionaria derecha.

La formación política más cercana y con la que podría estar identificado, sería Izquierda Unida, pero por mi experiencia, soy consciente, que como consecuencia de sus estructuras también jerarquizadas, a medida que fuera cogiendo más poder, terminaría siendo igual o peor que el PSOE.

A diferencia de muchos dirigentes impostores, comparto las siglas PSOE, la historia y el legado del socialismo ortodoxo de Pablo Iglesias y es por eso que me mantengo en su Partido.

Antonio Aguado Suárez

Militante del Partido Socialista Canario -PSOE-