Solidarios con el campo

 

Es una iniciativa para llevar al campo la ayuda a personas que carecen del bienestar necesario y que no tienen acceso al sector primario a pesar de vivir en el medio, pero que miedoambiente los persigue y no lo dejan ni tocar. Hay que cooperar. Arriba quedan encerrados en sus casas con caras curtidas por el sol de otros tiempos, ahora a la sombra y con hambre, con caras de temor o miedo, cuando no de terror por las multas que les hacen pagar por intentar sobrevivir como siempre lo hicieron, cultivando algo o cuidando un animal (una cabra). Caras de donde ha desparecido la sonrisa. Imágenes de un nuevo mundo, que recuerda el viejo mundo obligado a abandonar. Desolado está el campo, y como las pocas cabras que quedan, encerrados en sus casas, como aquellas en cuadras, corrales o cuevas. Habrá que canalizar la atención a tantos campesinos olvidados y son los más pobres de entre los pobres. Hay que prestar una atención solidaria, y organizar expediciones para ayudar a tantos desgraciados anónimos y que no figuran en cifras, ni en porcentajes. Y deben ser atendidos. Les faltan alimentos e higiene, Y nadie recauda fondos para ayudar a los que en otros tiempos nos daban de comer y sus mejores frutos y cosechas, de todo; ahora, no tienen nada, y ni para ellos, por obra y desgracia del cabildo que los machaca con el miedoambiente y el seprona, con la intención de exterminarlos y acabar con ellos, como ya con la agricultura y ganadería de la que vivían y nos daban vida. La vida la centran ahora, en mirar al campo sin poder tocarlo, llenos de nostalgia y añoranzas. La tierra, ya sin estructura alguna, solo albergando tabaibas y pinos, señales de veneno y muerte. Las viejas alpendres se quedan sin techos que se les caen sin poder repararlos, y ¿para qué, si no te dejan tener un animal, ni coger hierba para el pesebre? Tierras fértiles en otros tiempos, ahora llenas de maleza, sin poder limpiarlas por multas elevadísimas si solo pretenden pasar por el viejo y siempre existente camino. Los niños han desaparecido. Ya no hay calidad de vida, pues se les impiden vivirla con dignidad; se les atropella y acosa. Se quedan sin recursos. Son, los pobres olvidados, ignorados. ¿Quién ayuda al campo (al campesinado)? Se habla mucho de los afectados por la crisis, pero nadie de los que en el campo pasan hambre.

 

El Padre Báez.

POPURRÍ 569:

En el Año de la Fe (193): La Fe, lo cambia todo-todo.

 

Al habla el historiador (193):

 

Dos enormes sorpresas...

... me llevé ayer (por el Domingo) cuando de visita al campo, exactamente en mi Lechuza Grande natal.

 

Antes fue el rabo gato...

... me acordé, que antes fue el rabo gato, que tímidamente se nos coló, y ahora ha colonizado toda la isla. Cuando en su día di la voz de alarma, dijeron había que protegerlo.

 

Ahora el chirato gigante...

... ambos a la par, un servidor y mi hermano, extrañados mirábamos y nos preguntábamos qué era aquella planta.

 

Jugábamos a adivinarla y creerla era de las conocidas, que ante el abono –estiércol de cabras y ovejas- se había desarrollado así...

... pero ¿ese color, y ...?

 

Parecían por el color ajos puerros, tal vez puerros...

... o tal vez unas cebolletas, pero un tanto extrañas por el número de hojas. Hasta que...

 

Me acerqué a descubrirla, y esta fue la sorpresa...

... se trata de un chirato gigante, con ramas ya cargadas de un enorme racimo de semillas, y unos tallos que se asemejan en tamaño, forma y materia a las cañas.

 

¿Una nueva invasión?...

... sucede que habían más de una planta.

 

Pero también la piña negra...

... sería la segunda gran sorpresa del día. Me parecía había sido teñida, pero partida la piña, parecía ser auténtica y que como tal se la habían dado.

 

Como es lógico, le pedí –a mi hermano- unos granos (me dio la mitad de la piña), con el fin de...

... plantarlos y ver el resultado, a ver si salen negras las piñas, con lo que pudiéramos tener un nuevo producto:

 

¿Gofio negro?...

... si así fuera, el descubrimiento, pudiera ser interesante, aunque raro: gofio negro (o roscas de ese color).

 

¿Qué más nos aguarda?...

... pero ante tales rarezas de la naturaleza, no sé si mutaciones, uno se extraña, y se pregunta: ¿qué más nos aguarda?

 

En la hierba catalana para las cabras...

... más allá del negocio del cabildo que prohíbe el uso de nuestra hierba para alimento del ganado y se la trae desde cataluña..., por ahí, ¿cuánto raro no se nos está colando?

 

Lo de los chiratos, había varias plantas...

... repito: había varias plantas, y cogí la semilla, para observar su secado, número, tamaño, etc., pero ¿lo estudian en la granja del cabildo o en la universidad?; ¿o es que no se han enterado?

 

Si se multiplican, son como cañas...

... por si eran pocas las que tenemos, que invaden terrenos cultivables en otros tiempos, ahora nos vienen esta hermana menor, con cañas y canutos, consistentes y duros, no aptos para la alimentación de animales y si se te mete un chirato de esos en el zapato o ropa, ¡Dios nos libre!

 

¿Alguien ha dicho algo de estos dos fenómenos?...

... lo raro, es que sea uno el que tire la primera piedra y que el ejército de miedoambiente y el seprona, y otros y nadie haya dicho nada, es más que preocupante.

 

¿No hay un freno?...

... o control, de esta nueva plaga, que nos amenaza a destruir lo poco que nos queda. ¿Acaso es introducido adrede?; porque es que es como leña, para el fuego,  aparte los incendios.

 

Lo de la piña, pasa...

... por extraña, exótica, producto nuevo, variante o lo que sea, pero lo de los chiratos gigantes, ¿de dónde proceden?, ¿cómo han entrado?, ¿qué consecuencias se va a seguir de ellos y con ellos?, etc.

 

 

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“... la noticia llegó a la Iglesia de Jerusalén y enviaron a Bernabé a Antioquia; la llegar y ver la acción de la gracia de Dios, se alegró mucho...” ( De los Hechos de los Apóstoles).

 

“Te pedimos, Señor todopoderosos, que la celebración de las fiestas de Cristo resucitado aumente en nosotros la alegría de sabernos salvados...”(De la oración de Laudes).

 

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