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viernes, 29 de marzo de 2024 10:20h.

Súbditos de la miseria humana o besaculos de la oligarquía - por Francisco González Tejera

 

frase tejera

Súbditos de la miseria humana o besaculos de la oligarquía - por Francisco González Tejera *

 
"Señores, no estén tan contentos con la derrota (de Hitler). Porque aunque el mundo se haya puesto en pie y haya detenido al Bastardo, la Puta que lo parió está caliente de nuevo"

Bertold Brecht

Una calle para dos de los empresarios más poderosos de Canarias, los Hermanos Domínguez, dueños de Hiperdino y de los macrocentros comerciales La Arenas y Los Alisios, entre otros negocios, precisamente este último emporio del consumo se construyó en Tamaraceite destruyendo suelo agrícola de primer nivel, arrasando por parte de la identidad de todo un pueblo, que ha visto como en menos de un año no queda nada de lo que fue un paisaje libre de construcciones y pelotazos.

El grupo de gobierno de “izquierdas” de Las Palmas de Gran Canaria PSOE-Podemos-Nueva Canarias, les concedió una calle a bombo y platillo a los dos hermanos de la oligarquía, una vía inmensa junto al centro comercial en agradecimiento por llenar de cemento y especulación urbanística la antigua Vega de Atamarazayt. Políticos de Podemos estuvieron en el descubrimiento de los rótulos junto al alcalde Augusto Hidalgo del PSOE.

 
Todo fueron facilidades para que esta calle se inaugurara a lo grande, todo lo contrario de lo que hemos vivido la familia del bebé Braulio González García, asesinado por los fascistas el 24 de diciembre de 1936, en la Carretera General de Tamaraceite, cuando un falangista lo sacó de su cuna y lo arrojó salvajemente de cabeza contra la pared, provocándole la muerte casi inmediata por hemorragia cerebral.
 
Desde el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria todo han sido obstáculos para que Braulio tuviera su calle, no bastó que en julio de 2018 se aprobara en Junta de Distrito una moción para que este niño símbolo de la lucha antifascista en Canarias tuviera su homenaje, un humilde y tétrico callejón con las paredes destrozadas de menos de diez metros, muy cerca de la super calle adjudicada a los Hermanos Domínguez, pero claro Braulio para las mentes obtusas que dirigen este Consistorio es un “niño rojo”, un “niño comunista”, "un niño que no da votos", son incapaces de valorar que este asesinato horrendo en Alemania, Francia o cualquier país democrático de verdad, que no sea el régimen monarcofranquista español, sería un símbolo de paz y fraternidad entre los pueblos, tendría su homenaje y su nombre encabezaría el rótulo de cualquier centro educativo, calle o plaza.
 
Pero en esta casposa España, en esta caciquil Canarias de miseria y corrupción política generalizada, da miedo que este niño hijo de un comunista también asesinado por los fascistas tenga un humilde reconocimiento, haciendo todo lo posible desde la concejalía que dirige Sergio Millares Cantero para que jamás se ejecute la resolución de esa histórica Junta de Distrito.
 
Las pegas han sido surrealistas, exigiéndonos todo tipo de documentación, como Certificados de Nacimiento o Defunción, imposibles de conseguir por distintos motivos relacionados con aquellos tiempos de represión y genocidio, tantas pegas que la familia decidió abandonar para que no nos sigan humillando, como si acaso hubiera que agachar la cabeza ante estos abusos de poder, como si fuera delito que nos mataran  a nuestro niño, como si tuviéramos que tener vergüenza porque nos asesinaran a varios seres queridos durante la dictadura del General Franco.
 
La aprobada calle del bebé Braulio, la placa homenaje a todas las niñas y niños asesinados por el fascismo en el mundo quedará en nada, “lo primero es lo primero” dicen estos políticos cortesanos vergonzosos, lo primero es lamerle el culo a quienes explotan a sus trabajadoras y trabajadores con salarios y contratos de miseria, quedar bien, recibir alguna ayudita en sobres para las respectivas campañas electorales, mientras niños como Braulio, como las miles de personas de bien asesinadas en toda Canarias siguen reclamando desde su silencio histórico un reconocimiento, un humilde homenaje, una reparación que no conlleva ningún gasto sino acciones de dignificación y justicia, que en este caso se ha podido ver como todos los que gobiernan en Las Palmas de Gran Canaria han metido la cabeza bajo la tierra ante la nueva barrabasada de su concejal díscolo de participación ciudadana, ninguno nos ha llamado para buscar una solución, para que Braulio no se quede sin calle, todos parecen temer perder votos por rendir tributo a quienes fueron asesinados por defender la libertad y la democracia.
 
 
Las manos de Lola Tejera con una foto de su marido 
Diego y resto de los hermanos de Braulio (Edu Robayna)

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Francisco González Tejera

francisco gonzález tejera

MANCHETA 9