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jueves, 25 de abril de 2024 09:47h.

Juan García-Gallardo es un subnormal.

Subnormal - por Antonio Cabrera de León

 

F ANTONIO C L

Subnormal - por Antonio Cabrera de León *

Mi infancia transcurrió durante los últimos años de la dictadura fascista que asoló España durante 40 años. Guardo memoria de que, tras 25 años triunfales de fusilamientos, torturas y paz de los cementerios, aquella era una sociedad educada en el miedo a la autoridad (militar, por supuesto), en la práctica supuestamente no obligatoria del catolicismo, y en la impiedad con el débil. Un hombre homosexual era un maricón de mierda, perseguido por la ley de vagos y maleantes. Una mujer lesbiana era una tortillera mal follada. Un perro era un animal al que moler a palos y matar ahorcándolo. Aquel era un gobierno mejor que el actual, dicen los nuevos fascistas, y todas esas maravillas son las que quieren reconquistar para nosotros.

En aquella sociedad las personas nacidas con síndrome de Down eran subnormales. Sólo cuando murió el dictador y su partidarios tuvieron que aflojar el yugo, se entendió lo peyorativo de la palabra subnormal, como se dejó de perseguir a los homosexuales o de maltratar animales por entretenerse. Surgió entonces en el vocabulario la palabra minusválido para referirse a quienes sufrían enfermedades congénitas que les impedían, intelectual o físicamente, llegar a donde otros podían.

Pero el desarrollo social va modificando el lenguaje. Quien no sepa de lo que hablo, que intente leer una página original de El Quijote y verá que no entiende un carajo. Así que, en la lucha por sus derechos, las personas que sufren algunas de estas enfermedades plantearon que no se les trate de minusválidos sino que nos refiramos a ellos como personas con discapacidad. Ni siquiera como “discapacitados”, de la misma manera que ya en la medicina de hoy intentamos no decir “diabéticos” o “hipertensos” sino pacientes con diabetes o con hipertensión. Es el signo de los tiempos y esto no son eufemismos, sino respeto por las personas.

Sin embargo, pienso que la palabra subnormal es recuperable. No para dirigirse a personas enfermas, claro, sino simplemente para señalar cualquier hecho o circunstancia que está por debajo de lo normal, de lo establecido por la sociedad como aceptable. Y, llegado el caso, para quien actúe inmoralmente.

Por muerto que esté y por joven que fuera, Salvador Ramos, que acaba de matar una veintena de niños y algún adulto en Texas, era un subnormal. De esos hay muchos en EEUU, armados hasta los dientes y odiando al mundo, como nos proponen los neofascistas españoles que armemos a las personas honradas. Supongo que ellos decidirían quiénes son los honrados. En cualquier caso, la palabra subnormal no sería aplicable sólo a quien asesine, sino a quien actúe inmoralmente, a quien lo haga por debajo de lo aceptable. Y puesto que hoy consideramos inaceptable decirle a una persona enferma que ella no es normal, las cosas están muy claras: Juan García-Gallardo es un subnormal.

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Antonio Cabrera de León 

ANTONIO CABRERA DE LEÓN RESEÑA
MANCHETA MAYO 22