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martes, 23 de abril de 2024 10:22h.

Telescopios, protección del territorio  y emergencia climática (I) - por Jaime Bethencourt (2010)

 

FRASE BETHENCOURT

Nota de Chema Tante: Entre 2010 y 2011, Jaime Bethencourt publicó una serie de cuatro insignes artículos sobre la inconveniencia de instalar en el Roque de Los Muchachos en La Palma el supertelescopio E-ELT, en aquellos tiempos en pugna con Chile. Esos cuatro textos recobran plena vigencia, ahora que se pelea la instalación del macrotelescopio TMT, que el pueblo de Hawai rechaza que se implante en su territorio. Tanto entonces como en la actualidad el debate se centra en la estupidez que supone focalizar los proyectos de estabilidad económica en La Palma, no en aprovechar las reales posibilidades productivas insulares, sino en la llegada de estructuras -rechazadas en otros lugares- que dañarían la sostenibilidad y el territorio. La casa de mi tía inicia hoy la publicación de la serie de artículos de Jaime Bethencourt.

Telescopios, protección del territorio  y emergencia climática (I) - por Jaime Bethencourt (2010) del Secretariado Nacional de Intersindical Canaria

 

Obstáculos legales para la instalación del E-ELT en el Roque de Los Muchachos (Publicado el 24 de marzo de 2010)

Sobradas razones tiene la asociación Solidaridad Canaria para desarrollar gestiones ante diferentes organismos internacionales con el objetivo de que La Palma no sea elegida como la depositaria del denominado Telescopio Extremadamente Grande. El aparentemente inofensivo artefacto de observación, a poco de indagar en sus características y el lugar elegido para su ubicación, resultará sin lugar a duda alguna, el mayor atentado contra el patrimonio natural y la biodiversidad nunca antes conocido en la Isla. Tanto es así que el propio proyecto del Puerto de Granadilla contra el que los tinerfeños han descargado sus iras, sería comparativamente una leve magulladura frente a la herida abierta que la instalación del nuevo telescopio supondría para La Palma y el Archipiélago en su conjunto.

Desde un análisis objetivo, la destrucción y el dramático devenir del singular paraje del Roque de Los Muchachos que corona el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, no comienza ahora. Tuvo su inicio desde que el Instituto Astrofísico de Canarias (AIC), puso sus ojos sobre el Roque para instalar en el año 1985 un primer telescopio, para a partir de entonces continuar con su incontrolada y desaforada acción de depósito de fantasmagóricas torretas metálicas y la laceración de un espacio natural ahora aplastado por el hormigón y la chatarrería, tanto más grave si atendemos al hecho que la operatividad práctica de esas infraestructuras en ningún caso superará los 25 años de actividad útil, para posteriormente ser abandonadas y convertirse en eternas y emblemáticas ruinas de la indecencia.

El Telescopio Extremadamente Grande, un proyecto que supera in extremis en extensión e inversión a todos los anteriores, guarda paralelismo con la desproporcionada, patética e incomprensible campaña de presión desatada por las instituciones palmeras y canarias para que el European Southern Observatory, designe La Palma y no a Chile como lugar para su ubicación.

La histérica promoción de la Isla para instalar el E-ELT, tiene su pretexto en la inversión próxima a los mil millones de euros que costará la nueva infraestructura, aunque salvo generalidades e imprecisiones, nadie ha podido o sabido concretar los beneficios que la nueva instalación deparará a la Isla. Es decir, ninguna.

Desde estas páginas lanzamos un reto al Cabildo o al Gobierno canario, o si se prefiere a cualquiera de los grupos políticos con representación institucional (PSOE, PP o CC) para que nos objetiven los indicadores de progreso socioeconómico que, hasta la fecha, las instalaciones del Roque han generado a la Isla. El falaz argumento de la diversidad económica que la Palma necesita y a la que nuevamente las autoridades aducen para querer acoger el telescopio, es replicado con los incontestables datos estadísticos. Así, desde que comenzó la actividad astrofísica en la Isla, los desempleados se han duplicado y el descenso de la actividad comercial y empresarial ha sido evidente, pero además se ha mantenido el paupérrimo nivel de vida de los garafianos, llevando incluso al municipio a una sensible caída de su población. Claro que, como los promotores de los telescopios necesitan de tontos útiles, ahí tenemos al alcalde socialista, Abilio Reyes, regalando altruistamente al IAC la friolera de dos millones de metros cuadrados de espacio natural público para dar continuidad a estos desmanes, mientras la corporación que preside continua en la banca rota.

Además, para La Palma la astrofísica ha supuesto una larga y siniestra historia de flagrantes ilegalidades con resultado de agresiones extremas contra un medio natural protegido y en la que las autoridades han actuado con un alto grado de negligencia y temeridad. Con­trariamente a corregir para poner coto a las innumerables despropósitos cometidos en el paraje natural del Roque, se sucede la masiva destrucción del hábitat de flora y fauna silvestre de interés comunitario, se intensifica la degradación paisajística y aumenta el saqueo de valiosísimos exponentes de patrimonio arqueológico. Por ello, aventuramos que en esta ocasión los promotores de la instalación del Telescopio Extremada­mente Gran­de, no van tan fácilmente a alcanzar su objetivo.

El aplastamiento definitivo del Roque que supondrá la construcción de esta nueva y desproporcionada infraestructura astrofísica no sólo tendrá que sortear los obstáculos de la competencia establecida por Chile, se enfrentará también a un largo proceso legal ante la Comisión Europea. Se sabe que un colectivo de ciudadanos hará valer la legalidad para evitar las gravísimas lesiones que se pretenden materializar contra un espacio natural protegido en el que concurren las catalogaciones de Área de Sensibilidad Ecológica, Lugar de Interés Comunitario, Zona Especial de Protección de Aves, Monte de Utilidad Pública y Zona Arqueológica.

Por lo pronto, la propia Comisión Europea ya formuló a finales del pasado año una denuncia ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea por no haberse establecido en Canarias las medidas de conservación para los espacios protegidos por la Red Natura 2000, entre los que se encuentra precisamente el Roque de Los Muchachos.

Ni que decir tiene que el E-ELT, por su importante impacto destructivo, resulta radicalmente incompatible con las leyes comunitarias y de ahí la improcedencia de su instalación en el Roque de Los Muchachos. Aconsejamos por tanto a la Presidenta del Cabildo palmero y a su homónimo del Gobierno canario prudencia en su actual y eufórica campaña para que nuestra Isla sea depositaria del nuevo y peligroso artefacto buscador de extraterrestres. Avisados quedan.

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Jaime Bethencourt Rodríguez

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