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viernes, 19 de abril de 2024 17:14h.

Tinetudos en la lengua que son algunos - por Nicolás Guerra Aguiar

 Es absolutamente normal que una regata se denomine TeamRacing. A fin de cuentas se trata de una competición internacional que, por cierto, acaba de ganar el italiano Yacht Club Costa Smeralda. Aunque lo de “Yacht” me despistó mucho, pues desconocía que la lengua itala adoptó la voz neerlandesa la cual, a su vez, se impuso en español como yate.

Tinetudos en la lengua que son algunos - por Nicolás Guerra Aguiar *

 Es absolutamente normal que una regata se denomine TeamRacing. A fin de cuentas se trata de una competición internacional que, por cierto, acaba de ganar el italiano Yacht Club Costa Smeralda. Aunque lo de “Yacht” me despistó mucho, pues desconocía que la lengua itala adoptó la voz neerlandesa la cual, a su vez, se impuso en español como yate.

   Pero que alguien en mi pueblo cebollero combine con dorado un vestido color salmón tanto en el calzado como en el “clutch”, es algo que me ha sublimado. Aunque no sé si tal “outfit” puede combinarse con los tonos "black and white" (añeja marca güisquera), qué quieren que les diga, soso que es uno. Y ha sido tal el impacto emotivo que lloré casi en correntías, mucho más que cuando el Ayuntamiento de Las Palmas y el Gobierno de Canarias organizaron en la calle Triana el “Good Night Triana” para que coincidiera con la Feria del Libro. Y por tal razón prepararon concursos para “bloggers” como el ICON LOVE BLOGGERS by CSW2013. El equipo de The CodeTeam premió al mejor “look Icon” y al supremo“outfit”. Y como ninguna “fashion girl” pudo renunciar a los maquillajes “flash”, más completo fue el servicio, vive God.  (Nada les digo del “Animal Party” que organiza la concejalía de Sanidad de Garda: ¡guauuu!)

Ya estamos, pues, poliglotizados (que no poligamados, tal dijo un testosterónico concejal). Consecuencia: el Patronato de Turismo de Gran Canaria emprende en Firgas la Feria Turismo & Cultura. Por supu: obligada presencia de la grafía &, pues el señor Rajoy le tiene tanta “obsession” a lo heleno que ha prohibido las letras griegas inclusivamente en crucigramas. Y es que la tal grafía “y” forma parte de Syriza, coalición de izquierdas que gobierna en Grecia. Sospecha que podría influir a favor de cuatro mangantes ”coleteros”, tal los llama la ATÍtica señora Oramas en una muy ingeniosa creatividad lingüística, casi pura metáfora renacentista. Así, un simple silogismo justifica la imposición de la &: el señor Rajoy odia la grafía griega. El señor Rajoy da el visto bueno a las listas electorales. Por tanto, el Patronato cabildicio aborrece a muerte la ye.             

   Este continuado uso de voces y construcciones inglesas recibe un nombre en el español hablado en Canarias: se llama tinete, ‘repetición insistente del mismo tema’ (lusismo que registran y comentan los doctores Morera, Corrales y Corbella). Y sus ejercientes reciben el nombre de tinetudos. (Pero resulta que el sustantivo tiene otro significado en Gran Canaria: se refiere al tonillo o acento particular, algo parecido a lo que un día en el aula el doctor Salvador Caja llamó idiolecto, es decir, ‘conjunto de rasgos propios de la forma de expresarse de un individuo’.)

Y también tinetudas en primera acepción se vuelven algunas personas. Y actúan como tales por la repetición de ambos géneros gramaticales en el mismo sustantivo a lo largo de un discurso, las más de las veces innecesarios. Ocurre en políticos, sobre todo en campaña electoral o en actuales vísperas: se da en ellos la identificación sexo / género gramatical como plena y absoluta cuando, en realidad, se trata de cuestiones distintas.

Así, por ejemplo, una señora aspirante -que no aspiranta- al Gobierno de Canarias (si los varones barones no la bloquean antes). En un acto preelectoral construía insistentemente de tal guisa, y aunque comenzó su intervención con “Queridos amigos y amigas” (debió decir –en su esquema- “Queridos / queridas”), luego se tinetudeó 36 veces con “todos, todas”, “trabajadores, trabajadoras” (aunque en otro momento se le fue el baifo -o la baifa, vaya usted a saber-y dijo “todos, todos”, con inmediata corrección)…

Sin embargo, que tal machacón uso diferenciador no era el normal en ella lo prueban varias excepciones. Así, dijo “todos los canarios y canarias”; “para que todos rememos”;“queridos amigos y amigas”…, construcciones normales y correctas.Y tan correctas como afirmar de Antonio que es una máquina en las cosas de Internet; que Luis tiene cuello de jirafa o que Juan es una tortuga cuando camina sobre piedras. ¿Acaso Antonio, Luis y Juan deben sentirse extraños en su condición viril porque se les compara con sustantivos gramaticalmente femeninos? En absoluto. Ni tan siquiera carnavaleando.

   Y esta casi obsesión con todos / todas afectó a la comunicación que la señora aspirante quiso establecer con los oyentes (y oyentas, claro: había mujeres en el público). Su aparente desvelo para marcar las repetitivas diferencias de género gramatical les restó agilidad, énfasis, complicidad e impacto a los mensajes (nada originales, por otra parte)… Al final todo sonaba a reiterado (también los discursos), con mis respetos al ejercicio de su libertad.

   Hay también políticos que levitan cuando mitinean con aquella insistencia masculino / femenino (“los paisanos  y las paisanas”). Sin embargo siempre dicen “mi partido”, pero jamás en femenino, jodelones que son: nos condenan a su presencia casi perpetua, castigo eterno por nuestra pecadora conducta humana,cosas de la imprefección.

Por parecido camino anduvo aquella profesora que quiso cambiar una placa en mi instituto: exigió que donde decía “Sala de profesores”se pusiera “Sala del profesorado”. Pero resulta que ambas voces -profesorado y profesores- son gramaticalmente masculinas. (¡Anda: me salió femenina la palabra “masculinas”! ¡Puñetas!)

 

* Publicado con autorización del autor