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sábado, 20 de abril de 2024 09:50h.

Una hora menos en Anaga - por Rafael González Talavera (*)


Si preguntáramos a cualquier vecino de Anaga cuáles son sus limitaciones por vivir en el Parque Rural estoy seguro de que le oiríamos recitar una relación interminable de restricciones, porque las tienen muy presentes, pero si por el contrario le dijéramos cuáles son las ayudas y compensaciones estoy seguro de que el silencio sería la respuesta.

Una hora menos en Anaga - por Rafael González Talavera (*)

Si preguntáramos a cualquier vecino de Anaga cuáles son sus limitaciones por vivir en el Parque Rural estoy seguro de que le oiríamos recitar una relación interminable de restricciones, porque las tienen muy presentes, pero si por el contrario le dijéramos cuáles son las ayudas y compensaciones estoy seguro de que el silencio sería la respuesta.

Quiero decir con esto que los espacios protegidos no pueden ser vistos como un obstáculo para el desarrollo del mundo rural, el trabajo de la administración debe de ser convencer a sus habitantes a través de políticas activas que muestren que desarrollo y protección son compatibles.

En marzo de 2011, una semana antes de finalizar el plazo para poder presentar nuevas candidaturas de ecosistemas, que por su singularidad merecíeran estar integrados en la Red Mundial de Reservas de la Biosfera ante el Ministerio de Medio Ambiente, la Fundación Santa Cruz Sostenible presentó el proyecto de Anaga a los colectivos vecinales de La Laguna para su respaldo; y al considerar éstos que no eran las formas correctas, primero porque debían de haber participado en su redacción, segundo por falta de información, y tercero por el escaso margen de tiempo, quedó bloqueado el objetivo y sin margen para presentarlo.

Las intenciones del MaB de implantar una moratoria en este año 2012 para que no haya más proyectos va a suponer con mucha probabilidad que Tenerife sea la única isla del Archipiélago que no consiga tener alguno de sus numerosos espacios protegidos reconocidos como Reserva Mundial de la Biosfera, máximo exponente del programa MaB, integrado en el sector de Ciencias Naturales de la Unesco.

Quizás se haya perdido la mejor oportunidad de valorizar y dar a conocer a nivel internacional recursos como el paisaje, el patrimonio histórico y cultural y la gastronomía, con el fin de impulsar y diversificar las microeconomías locales.

Es una muestra de que las cosas no se están haciendo bien.

Las administraciones de esta Isla siguen sin darse cuenta de que sólo integrando a la población local en los procesos de gestión de los espacios protegidos y resolviendo sus problemas más urgentes se puede asegurar la estabilidad del espacio protegido porque la participación de los vecinos en la gestión de su territorio es fundamental para su conservación.

En Anaga y en cualquier otro espacio protegido de Tenerife, desarrollar medidas de conservación, protección, regulación y promoción son fundamentales para garantizar y mantener los equilibrios ecológicos, económicos y sociales porque pretender gestionar el espacio protegido subestimando la opinión de sus habitantes es un error y sólo conduce al enfrentamiento con la población local y a poner en riesgo la propia supervivencia del patrimonio que se pretende conservar.

(*)  Responsable de Medio Ambiente de la ejecutiva insular de Socialistas Por Tenerife (SxTF).