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jueves, 28 de marzo de 2024 09:57h.

La única salida para el Mundo después del Covid: Una sociedad y una economía verde - por Ángel Rivera EL SOLIDARIO

 

FRASE RIVERA

La única salida para el Mundo después del Covid: Una sociedad y una economía verde - por Ángel Rivera EL SOLIDARIO

La primera base sobre la que tenemos que desarrollar la Nueva Economía para la Nueva Normalidad es el impulso de la energía solar.  La capacidad modular de la tecnología fotovoltaica nos ofrece por primera vez en la historia de la Humanidad la generación de energía al alcance de todos y no de unas élites que preferirían guardar eternamente el monopolio de la producción energética.  

La capacidad de generar energía es la fuente primaria de la producción económica. La agricultura, la ganadería, la pesca, la industria, el transporte, el comercio, los servicios necesitan de la energía como fuente primaria. Hasta la primera revolución industrial, la mano de obra esclava o explotada junto con la mano de obra de los animales era la principal fuente de producción energética. La extracción de de esos recursos y la obtención de las máquinas sólo estaban al alcance de unos pocos.  Cuando Tesla le propuso a Morgan Stanley que le financiara el sistema de generación de electricidad sobre el que investigaba para que se generase energía gratuita, abundante y universal, Morgan Stanley entendió que el progreso de la Humanidad era incompatible con su progresión de su riqueza personal, y optó por la segunda alternativa. 

Con la tecnología fotovoltaica el sueño de Tesla (el científico, no la empresa)  está más cercano. La producción en masa de un producto industrial conjuntamente con la innovación tecnológica abaratan el mismo. Y eso es lo que lleva ocurriendo con la producción de paneles fotovoltaicos desde que se pusieron en explotación en la carrera especial en los años 60 del siglo pasado. El descenso de sus precios no se ha detenido, continuará y esto conlleva  que cada vez más personas tendrán la capacidad de producir energía desde sus viviendas y sus pequeñas empresas. Y eso supondrá que podremos disponer de electricidad y “combustible” para nuestros vehículos eléctricos a precios muy bajos,  casi gratuitos y cabe suponer un inmediato efecto: una enorme transferencia de riqueza desde las élites a las mayorías sociales. Todo el negocio de la petroleras y las eléctricas empieza a tambalearse y aunque se reconviertan e intenten estar en una posición dominante en los futuros negocios de venta e instalación de paneles solares, sus ingresos descenderán porque los costos para las familias y empresas que hoy suponen la factura energética caerán en “picado”

Pero es que también, las empresas a “escala humana” es decir las pequeñas y medianas empresas podrán disponer de recursos  que antes, es decir ahora, les están totalmente vetados. 

La producción a precios competitivos de los alimentos y de los productos industriales sólo le es posible a las grandes empresas multinacionales que a través de la producción en países empobrecidos logran precios bajos capaces de ser exportados a todo el mundo. Las consecuencias las conocemos: estas empresas quieren un entorno “proclive a la inversión” es decir salarios de explotación y ninguna o muy poca regulación laboral y medioambiental, el resultado es la condena a la pobreza de millones de personas y el deterioro medioambiental.  

Este modelo podría también estar en discusión porque la combinación entre la conciencia medioambiental y el avance tecnológico podría permitir mutar a otro modelo más sostenible y más justo, a través de dos tecnologías tan disruptivas como lo es la fotovoltaica: la agricultura vertical y la impresión 3D que podrían hacer viable la producción a escala local, con empresas locales de dimensión humana, de alimentos y bienes industriales a precios tan o más competitivos de los que que obtenemos en el modelo actual. 

Un mundo más sostenible, puede ser un mundo más justo. Los avances tecnológicos que han llegado y que necesitan madurar son una enorme oportunidad para avanzar en la justicia social.   

Las bases para un mundo más sostenible deben basarse en una serie de elementos que garanticen llegar más allá de la mera declaración de intenciones que se torna en nada y en la frustración. Esas bases son: 

1.- La implantación de un sistema renovable 100% y que tienda a ser un modelo de producción descentralizada en su mayoría.

2.- La producción ecológica de alimentos, es decir de productos agrícolas, ganaderos y pesqueros y para ello promover la generalización de la agricultura vertical, una reducción del consumo de carne, priorizando aquella generada localmente y con métodos sostenibles. 

3.- El control humano y sostenible de la producción abundante de agua, a través de un sistema de generación de agua viable y rentable solo posible a partir de la desalación gracias a la producción energética renovable. 

4.- La extensión del sistema de la economía circular que evite en su inmensa mayoría la extracción de materias primas de la naturaleza y la implantación generalizada del reciclaje para que sea la fuente principal de las materias primas industriales

5.- La conquista de un modelo industrial basado en la impresión 3D más barato, rentable, rápido, local, ecológico y justo que el actual modelo industrial

6.- La implementación de un sistema de movilidad 100% eléctrico tanto en vehículos, aviones, trenes y barcos, y que la fuente de esa electricidad sean energías renovables

7.- La implementación de un sistema fiscal con una fuerte componente verde, que ayude a esta transición.

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Ángel Rivera

ángel rivera reseña

EL SOLIDARIO

https://www.elsolidario.org/la-unica-salida-para-el-mundo-despues-del-covid-una-sociedad-y-una-economia-verde

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