La acuicultura se desmorona por la falta de regulación y compromiso
Reportaje de Nicolás Dorta en DIARIO DE AVISOS. El caos administrativo instalado de manera endémica en Canarias se carga una actividad que podía ser beneficiosa, pero que se había convertido en detestable, precisamente por la falta de controles.
14 de septiembre de 2012 (07:46 h.)
La acuicultura es una actividad que, bien operada y controlada, genera riqueza y amplia la oferta alimentaria, bajando consecuentemente los precios. Pero la inopia administrativa canaria ha permtido que la acuicultura se convirtiera en un factor grave de onctaminación y en una fuente constante de peligro, por el riesgo de fuga de estas especies sumamente depredadoras, en cantidades ingentes, como ocurrió en Tijarafe-Tazacorte, en un episodio dramático que no se ha conocido totalmente.